ÍKER CUANDO BESA...

BESOS DE CINE


Al pensar en Besos de Cine, quizá a todos nos venga a la memoria aquel repleto de erotismo nada sutil de Clark Gable a Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó... O ese de 1953 con Burt Lancaster y Deborah Kerr dando rienda suelta a la tensión sexual contenida en aquel revolcón playero, inolvidable aún a día de hoy, como De aquí a la eternidad....


Ya después de los iconoclastas 70´s nada sería igual, aunque cada cual tendrá su capillita -yo, por ejemplo, recuerdo en la TVE de la época los ósculos apasionados y pecaminosos de Emilio Gutiérrez Caba a Victoria Vera en La saga de los Rius-... Aunque el Beso retornara de cuando en cuando por la puerta grande, por ejemplo en 1985, cuando Harrison Ford por fin se decide con la amish Kelly McGillis o, dos años más tarde, con los apasionados y revolucionarios besos de Antonio Banderas a Eusebio Poncela en la almodovariana La ley del deseo... Pero lo cierto es que el Beso, llevado por el signo de los tiempos, no volvió a recuperar su esplendor, cuando era lo más que se podía llegar a mostrar, como preludio de los encuentros carnales que nunca se explicitaban...

ADÓNDE IRÁN LOS BESOS / VÍCTOR MANUEL



Así que hace tiempo que el Cine nos dejó huérfanos de Grandes Besos, y las consecuencias han sido nefastas... hasta el bueno de Víctor Manuel llegó a preguntarse en una de sus mejores canciones a dónde irán los besos que no damos... y nos habíamos habituado a que las únicas noticias de besos, aparte de las crecientes sobre el Beso Negro, eran aquellas interesadas que corrían a cargo de Madonna y su corte de candidatas a sucederle en el trono: Britney Spears, Christina Aguilera, Lady Gaga...

Hasta que llegó el momento de emoción entre Íker Casillas y Sara Carbonero, en lo que ya es el Beso más televisado, difundido y comentado en el Mundo en lo que llevamos de siglo.. Puedes pinchar Íker y Sara y beso en cualquier idioma, y allí estará, y allí aparece el Beso, que enamora en todos los continentes, que en alguna medida supone el comienzo de todo el proceso, un beso ilusionado, casi de cuento de hadas, unos cuentos que ya no queremos que nos sirvan de guía pero de los que no viene mal rescatar, en su justa medida, algún elemento de cuando en cuando...

...EL BESO DE ÍKER A SARA, PLANETARIO



¿El español cuando besa es que besa de verdad? Jaja, no: no pretendo quitar el polvo al refranero popular, aunque sea invirtiendo los términos. Pero, ¡enhorabuena a los dos!