... recuerdo cuando en el 83 u 84 vi en los Alphaville L´homme blessé -El hombre herido-, una película sobre carne abierta, que me dejó turulato. Descarnada, de un erotismo sórdido, me produjo el efecto de haber contemplado por una mirilla lo que me podría deparar el destino.
Isabelle Adjani, la Reina Margot
... recuerdo el revuelo mediático que en el 94 produjo La reina Margot, aquella superproducción francesa lanzada a los cuatro vientos, con la increíble muñecona Isabelle Adjani, el sex-appeal de Vincent Pérez y el exotismo que aportaron al casting Virna Lisi y Miguel Bosé. No me llegó del todo, porque creo que te movías mejor en los terrenos íntimos, Patrice, que en los épicos.
El fotograma de Intimidad, que se parece tanto al cuadro de los amantes de Togores...
...recuerdo que en 2001 volví al cine a ver una película tuya, Intimidad, rodada en inglés, una nueva vuelta de tuerca al asunto del encuentro sexual entre desconocidos que no saben el uno del otro. Bella y afilada, como un cuchillo frío.
Son frère, Su hermano
... recuerdo que en 2003 vi esa preciosidad, Son frère -Su hermano-, una de mis películas francesas favoritas, con la cual ya decidí que estabas en lo alto de mis preferencias sobre cineastas. ¿Cómo pudo gustarme tanto una película sobre la inminencia de la muerte, que se recrea tanto en ella? Creo que es porque estaba llena de vida, a borbotones.
Isabelle Huppert, siempre extrema, en Gabrielle
... recuerdo que en 2005 degusté otro estrafalario film tuyo, Gabrielle, un extraordinario duelo interpretativo entre la increíble Isabelle Huppert y Pascal Greggory. Cruel, cruel, cruel; se te mete dentro de la piel ese odio conyugal que crece y se desborda, como un río enloquecido.
Te recuerdo y recordaré, Patrice Chéreau, como uno de mis directores de cine favoritos...
PATRICE CHÉREAU
(1944-2013) Director de cine, teatro y ópera, productor, actor y guionista
Claude Chabrol (París, 24 de junio de 1930 - París, 12 de septiembre de 2010) ha sido un cineasta prolífico -¡creo que son 56 sus películas!- y venerado por quienes amamos el cine con los sentidos y con la razón. Más allá de etiquetas, el suyo es un estilo que mima el detalle en la mirada y en la composición de sus personajes; su honestidad le ha llevado siempre a huir de arquetipos morales y de simplificaciones, aunque sea conocida su aversión a la clase alta -la bourgeoisie- que con tanta frecuencia diseccionó en sus intrigas en clave negra.
Son tantas y tan buenas sus películas -no he visto todas, pero sí un buen puñado, en el cine y en televisión, cuando aún se emitían ciclos de calidad, años ha- que no sabía bien cuál elegir, pero repasando su filmografía he comprobado que entre 1992 y 1995 realizó tres películas seguidas que quizá sean mis favoritas.
1992. BETTY
Basada en una vibrante novela de Georges Simenon, esta película nos brindó la que quizá sea mejor interpretación de Marie Trintignant, quien se metió en la piel de una joven descastada -en el sentido de clase del término-, abandonada a su suerte por su implacable familia política. Betty es una heroína invertida que surca los mares del placer sin retorno, el que duele y descompone por dentro, cara a cara, sin hipocresía. Una gozada de principio a fin, también estéticamente, que no se deleita en el morbo gratuito que tantos réditos le hubiera dado.
Marie Trintignant, Stéphane Audran, Jean-François Garreaud.
1993. L´ENFER (El infierno).
Muchas veces Chabrol se asomó a los abismos más siniestros que se conocen, los del alma humana -acordaros de Merci pour le chocolat, sin ir más lejos-. Quizá cuando dio el triple salto mortal en esta especialidad fue en 1993, con L´enfer, una película insoportable en el sentido de que no se puede resistir tanto dolor y tanta demencia sin solución como irradiaba este Otelo contemporáneo que encarnó François Cluzet.
Como curiosidad, la película era una idea de Henri-Georges Cluzot -el director de Las diabólicas-, que comenzó a ser rodada por Romy Schneider y Jean-Louis Trintignant; pero Cluzot sufrió un ataque al corazón...
Por favor, no dejéis de ver la escena que he bajado, en la que el marido reconcomido por los celos persigue a su mujer sin que esta se dé cuenta, y sobre todo el momento en que dice para sí -Fait pas ça, fait pas ça, attention à toi / No lo hagas, no lo hagas, ten mucho cuidado...- rogando por que ella no entre en la casa de un supuesto amante.
¿No os parece estremecedor?
Ah, se me olvidaba: pocas veces estuvo tan radiante y bellísima Emmanuelle Béart.
Escena de L´ENFER
François Cluzet, Emmanuelle Béart, Marc Lavoine.
1995. LA CÉRÉMONIE. (La ceremonia).
Detesto la costumbre de ciertos críticos o aficionados a tildar de obra maestra sus películas favoritas. Pero ya tan acostumbrado estoy a oírlo o leerlo que a la hora de acometer la escritura de unas líneas sobre este trabajo lo primero que me viene a la cabeza es "obra maestra".. pero no lo voy a decir. Simplemente opino que es una de las películas más importantes, a todos los niveles, que se hicieron en los años 90. Que adapta extraordinariamente a la ya de por sí talentosa Ruth Rendell.
Que te deja sin aliento, noqueado, sin capacidad de respuesta. Que quien visiona esta película ya nunca más la olvida. Que Sandrine Bonnaire, Isabelle Huppert y Jacqueline Bisset -¡ahí es nada!- están impresionantes.
¿Algo más? Sí. Que no necesita forzar la tuerca ni introducir recursos espúreos tan en boga hoy entre los autores radicales -Haneke, Von Trier- para dar un verdadero recital de cine con un irresistible clima in crescendo y con el mérito innegable de haber actualizado en pantalla, en los años 90, la dialéctica de la lucha de clases.
(Perdonadme, de verdad, si me he pasado de pomposo. Pero amo de veras el cine de Claude Chabrol y lo que representa.
¡Muchas gracias, Claude, y no sólo por el chocolate!).
Parece ser que Isabelle Huppert leyó la novela en que se basa esta película para luego olvidarla, y meterse de lleno en el guión adaptado para luego olvidarlo y lanzarse de lleno a esta aventura con su ya conocido y cómplice realizador Benoît Jacquot -juntos hicieron la estupenda L´école de la chair, 1998, aparte de otras cuatro que no he visto-. En realidad lo que querrá decir con eso es que le quedó el poso de lo que leía, su esencia, que ella luego ha encarnado aportando sus mil y un matices de mujer vivida, de esa manera que sólo ella sabe hacer hoy en el cine, que traspasa y fulmina como un rayo, sin necesidad siquiera de hablar, sólo respirando -se me ocurre que una de las pocas que podría situarse en esta categoría es Victoria Abril, pero, ay, ¿qué pasó con ella? ¿Por qué la abandonaron a su suerte?-.
Hemos salido emocionados del cine.
La historia es la de una mujer madura que, con la excusa de un desengaño, renuncia a lo que es y tiene y se dispone a comenzar de nuevo, dejando todo atrás -a excepción de un antiguo amigo que reaparece- de manera drástica. Esto, que puede parecer manido, es la excusa para un recital de vida a palo seco, sin aditamentos. Y con escenas que se van fundiendo insinuantes, que soslayan todo atisbo de drama: ya lo dice un personaje clave en la película, que no soporta los gritos, y es como si Jacquot y Huppert -porque no me cabe duda de que ella a su manera es coautora- tampoco los soportaran. Lo emocionante es que la vida que tan abruptamente es arrinconada es sucedida por otra nueva, que florece imprevista... Villa Amalia no es Sans toit ni loi (1985), aunque en un principio lo parezca; su heroína es adusta y desprendida, pero no hasta el nihilismo extremo de Sandrine Bonnaire en la película de Agnès Varda.
Hay muchas escenas turbadoras, pero contenidas... recuerdo ahora la visita al cementerio de Isabelle, cuando suena por primera vez el sublime O solitude, my sweetest choice de Henry Purcell, o el fundido que ensambla el momento en que le cura las heridas al amigo tras su incursión nocturna con la nueva visita al cementerio... y los momentos italianos con la pareja del barco y la señora mayor de la casa son impresionantes. Jean-Hugues Anglade, Xavier Beauvois -sobre todo al principio, despeinadote; por cierto, él también es director, ¿recordáis Según Mathieu? Era una película notable, con Benoît Magimel vengándose de que a su padre le habían echado del curro por fumador- y Clara Bindi -bella actriz italiana que fue elegida por su forma de entrar en la habitación donde se realizó la entrevista- están estupendos también.
Ah, ¿qué puedo decir para acabar? ¡Que la veáis, claro!
VILLA AMALIA. D. Benoît Jacquot. Basada en la novela de Pascal Quignard. Isabelle Huppert, Jean-Hugues Anglade, Xavier Beauvois, Clara Bindi. Vista en Cines Verdi, Madrid.
Con Isabelle Huppert -dos veces elegida mejor actriz en el certamen- como presidenta y otros notorios artistas en el jurado -Asia Argento, Nuri Bilge Ceylan o Robin Wright Penn- se ha inaugurado hoy la edición 62 del Festival de Cine de Cannes, el más importante del mundo, que este año promete estar reñido como nunca.
En la selección oficial y en competición, nada menos que Michael Haneke, Ang Lee, Ken Loach, Alain Resnais, Quentin Tarantino, Lars Von Trier, Marco Bellocchio y Jane Campion entre otros, aparte de nuestros Pedro Almodóvar e Isabel Coixet -y Alejandro Amenábar fuera de concurso-. ¿Alguien da más?
LE PAYS QUI AIMAIT PEDRO Los abrazos rotos -Les étreintes brisées- se estrena en París el próximo miércoles 20 -como nos ha venido adelantando el amigo Ripley-, y la ciudad ya está inundada con el cartel publicitario de la película, aparte de las incontables portadas de revistas con Pe y Pedro. Porque, a diferencia de España, aquí nadie le cuestiona, todo son halagos y admiración, no en vano Francia es su principal mercado, y como muestra de ello esta semana se reestrena por todo lo alto Matador y se proyecta, en otra sala, un ciclo bajo el nombre genérico de Almodóvar, l´homme qui aimait les femmes... puede decirse que Almodóvar siempre está en cartel en París -lo mismo que Carlos Saura, que aquí sigue gozando de gran prestigio-.
¡Qué bueno sería poder estar allí, en Cannes! Porque yo pienso como Carlos Berlanga..
Soy un pobre cineasta más de los que pueblan esta ciudad, hasta tenemos un festival, pero yo quiero ir a Cannes.
Un accésit por un guión que está guardado en algún cajón, un tercer premio de dirección, pero yo quiero ir a Cannes ... a Cannes ... a Cannes ...
Y mi sitio está en la Croisette, mientras observo a las starlettes, y foco fijo sobre la baguette, porque mi sitio está en Cannes.
A CANNES / CARLOS BERLANGA
(Vídeo de Mary Carmen Rodríguez) Y las cosas son como son, y mis encuadres son de cartón, y mis actores son siempre amateurs, pero yo quiero ir a Cannes ... a Cannes ... a Cannes ...
No se vive aquí del todo mal, tenemos celebridad local que tiene calle y un restaurant, pero que nunca fue a Cannes.
Y las cosas son como son, y mis encuadres son de cartón, y mis actores son siempre amateurs, pero yo quiero ir a Cannes ...
((Fotos: Isabelle Huppert divinísima en la apertura del Festival, por Jean Paul Pellisier para Reuters, la preparación de la famosa alfombra roja por Regis Duvignau para Reuters, y de nuevo Isabelle Huppert posando en el Hotel Carlton en la presentación del Festival, por Frederic Dugit para LP)).
No me cabe duda de que Isabelle Huppert es una de las mejores actrices de cine de todos los tiempos -y sé que muchos de vosotros pensáis lo mismo-. Pero ayer me hablaron de una película relativamente reciente de la que no tenía ni idea, y visto el tráiler no he podido dar crédito a lo que veían mis ojos, con esta Isabelle amadonnada, una especie de Cameron Díaz a la inversa, como si Algo pasa con Mary hubiera sido un drama existencial. Porque a veces, llevados por la pasión y la furia que imprime a sus personajes, se nos olvida que esta fiera del celuloide es también una mujer hermosa, y de sugestivos recursos.
Todo pasa por esos ojos.. los sentimientos más profundos en su esencia, despojados de una trascendencia que pudiera haber resultado demasiado teatral. Ah Isabelle divina.. la reina de las diosas.
(La película es La vie promise, de Olivier Dahan, año 2002. ¿Se estrenó en España? Imagino que sí, pero al mismo tiempo me extraña que se me pasara. ¿La habéis visto? A continuación os he bajado no el tráiler, sino una selección de imágenes en silencio que he encontrado, y que me parecen de lo más sugerente. Absolutamente obligatorio para fans, es un vídeo alucinógeno).
Y puestos a hablar de Huppert, si a alguien le apetece escribir su top de películas favoritas, dentro de las que hayamos visto.. -que en mi caso no son demasiados, teniendo en cuenta los montones que ha hecho- éste es el mío:
PALMARÉS HUPPERT L´école de la chair, Benoît Jacquot, 1998. La cérémonie, Claude Chabrol 1995 Gabrielle, Patrice Chéreau 2005 Merci pour le chocolat, Claude Chabrol 2000