viernes, 23 de agosto de 2013

EL PLACER DE LOS EXTRAÑOS, EN CONSTANZA

"Al llegar al hotel me apresuré a salir para ver el mar..."

"En lugares estratégicos había situados unos pocos bancos amarillos..."

"Conque quedamos al cabo de un rato para dar un paseo de tarde noche por la larga playa..."

"...el cielo en declive allá arriba y un susurro manso de retirada en la playa..."






Al llegar al hotel me apresuré a salir para ver el mar, que se olía desde la habitación. Afuera encontré un paseo que circundaba una pendiente con espesa arboleda, tras la que relucía, al fondo, una alegre y alargada playa. En lugares estratégicos había situados unos bancos amarillos,  para contemplar desde lo alto a la gente, las olas, las embarcaciones que se agrupaban para celebrar pronto las fiestas de mediados de agosto. Ideal. No sé cuánto anduve enfrascado en mi Montaña mágica, acompañado de los chillidos agudos de bandadas de gaviotas; sí recuerdo que, en un momento dado, una chica rubia se sentó a mi lado, lo que me fastidió un poco, tan a gusto estaba en mi mirador.

La cosa pintaba fea, algo podía haber de equívoco en esa toma de contacto por parte de una mujer pizpireta y también lectora -¡y de Borges!- hacia un extranjero solitario. Por eso, mientras nos embalábamos en los preliminares de lo que parecía podía ser una amistad incipiente, iba calculando mentalmente si debía seguirle la corriente o aducir por el contrario alguna excusa que me parapetara, para perderme rápido en las profundidades del hotel. Pero soy un enamorado de los encuentros fortuitos, y me hubiera parecido descortés salirme por la tangente, así que me lancé a la aventura, aun sospechando que en un momento dado tendría que recoger amarras y soltar la aclaración de mi homosexualidad, que me da tanta pereza. Conque quedamos al cabo de un rato para dar un paseo de tarde noche por la larga playa.

¡Qué maravillosa panorámica! La brisa nocturna me hacía sentir en dulce armonía, encajado en ese recodo pintoresco de la Europa del Este donde había ido a parar, el cielo en declive allá arriba y un susurro manso de retirada en la playa, el olor a brea y a desperdicios esparcidos, la promesa romántica de las rocas y promontorios al fondo. La facilidad con que entre nosotros brotaba la risa me recordó a las amistades pimpantes de la adolescencia, cuando en un momento descubres que compartes todo, y que no hay motivo para no seguir avanzando. Y Luisa, bella en la noche creciente, no tardó en hablarme de su marido, que regresaba de la mar en unas pocas horas, tras recalar en Málaga y en Estambul. Sí, estaba segura de que íbamos a congeniar los tres. Mientras me proponía que al día siguiente su esposo nos llevara a Mamaia –el summer resort de la zona- me acordé con un escalofrío de la película El placer de los extraños... para después seguirme meciendo en la hospitalidad cantarina de mi nueva amiga, que ya recitaba triunfante distintos títulos de Almodóvar.





jueves, 15 de agosto de 2013

CANCIÓN TRISTE DE BUCURESTI





Ya lo hemos hablado: si hay un intervalo en el que se pueden atisbar a lo lejos las imbricaciones del Tiempo, es el del mes de Agosto, con sus recovecos trenzados que dan a un jardín donde se arrebuja un gato perezoso.  

Esta vez, para el fortalecimiento mental he elegido un cuaderno de ruta que en apariencia es de acción, pero que es en realidad contemplativo, con la ayuda inestimable de La montaña mágica, el clásico de Thomas Mann que me recomendó mi hermana y que marca el latido de mi verano. En Bucarest lo he estado leyendo en el Parque Cismigiu, embotado y enardecido a la vez, aspirando fragancias cruzadas.





REPOSO Y DISCIPLINA



En realidad cualquier cambio de aires y de rutina puede funcionar como una cura Incosol en Marbella. La adaptación a los nuevos hábitos es una disciplina provechosa, saludable. En La montaña mágica el joven Hans Castorp acude a visitar por tres semanas a su primo Joachim, en una moderna institución para enfermos respiratorios, situada en lo más alto de Davos. El Tiempo es allí un termómetro sin medición, y ya el primer día de estancia se prolonga de tal manera que su irradiación hiere al lector...





SWEET HARMONY / THE BELOVED
























Embriagado de reposo, camino por las calles que me llevan al sitio de siempre, que ahora alcanzo a otro ritmo. Me he acostumbrado ya a salir con la mochila, aunque no lleve nada dentro, si acaso La montaña mágica, que pesa un quintal. En realidad siempre he vivido en Bucarest. O en Constanza. Parece que Hans Castorp está enfermo, pero no tengo prisa en saberlo...




miércoles, 14 de agosto de 2013

NO SIN MI REVÓLVER (GALERÍA DE CINE)

Nunca pensé que tendría el honor...



Ángela Molina en Carne trémula, de Pedro Almodóvar (1997)

Patricia Arquette en un momento tremendo de Lost highway, de David Lynch (1997)

Un clásico: Faye Dunaway en Bonnie & Clyde, de Arthur Penn (1967)

Divine, la reina del trash en Pink Flamingos, de John Waters (1972)

Victoria Abril en Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, de Agustín Díaz Yanes (1995)


Inolvidable Berta Socuéllamos en Deprisa, deprisa de Carlos Saura (1981)

Amanda Ripley



RIPLEYLAND 4, el capítulo más noir de la serie, una delicatessen a degustar a comienzos del otoño... Noir y rosso profundo, como si fuera una giallo pasada por Bergman. Pero mientras llega haced lo que los intérpretes -que tampoco la hemos visto aún montada-, ¡disfrutad del tráiler!

FISHY PUSSY / TRAILER RIPLEYLAND 4

Y de la historia del Limbo, el añejo club donde transcurren algunas escenas...

sábado, 10 de agosto de 2013

SEXY, GENEROSA BENIDORM





Hace un tiempo, sulfurado ante los tópicos y prejuiciosos ataques a Benidorm que estaba escuchando, un buen amigo me comentó, con su habitual empaque madrileño: "Pero no te molestes, Justo, deja ya de defender siempre a Benidorm, si Benidorm se defiende por sí solo". Tenía toda la razón. Así es que me limitaré a piropear a la ciudad, ahora que se cumplen 30 años desde que mis padres mudaron el lugar de vacaciones a este singular enclave -yo venía de pasar unos días intensos nada menos que en Ibiza, y al principio, por supuesto, me permití contemplarla con aires despreciativos-.





De lo equivocado que estaba no tardé en darme cuenta. Aunque sólo  fuera porque ese mismo verano conseguí mi primer empleo temporal, como relaciones públicas de una discoteca -es un decir, en realidad era repartidor de flyers de un tugurio con barra libre: me recuerdo estrenando una camiseta blanca y verde sin mangas, que entonces era lo más, muy atrevida-; me enganché a fondo con un amor primerizo con el que aún mantengo relación, y a quien de hecho he visto estos días; me inicié y licencié en bares de ambiente en una compañía inmejorable y memorable, y sentí por primera vez la noción de comunidad gay que ahora veo tan difusa.


 

MEMORIES / DAVID GUETTA ft KID CUDY





Sexy, acogedora, fotogénica, generosa, desacomplejada, cambiante y ambivalente, moderna y retro a un tiempo -y ahora también indie-, democrática, ecológica, emprendedora, compasiva, accesible, tierna, polifacética, cosmopolita, divertida, marchosa, sorprendente ciudad de Benidorm, volcada en distraer a la gente, un paraíso prêt-à-porter para múltiples gustos y edades, que da todo lo que tiene cada año, en un afán inmenso por satisfacer. ¡Y a sólo unos kilómetros de Altea! Su reverso sibarita. ¡Gracias por todo!





Y este era, sin duda, el año de hablar con María Jesús, y de felicitarla. Aquí me tenéis, que incluso aventuré a mi madre y hermana en la batalla -lo pasaron pipa-, compramos el nuevo disco -Pensando en ti, se llama- aunque un buen amigo bloguero comenzó a whatsapearme en plena actuación, con lo que tuve que hacer un esfuerzo para no dispersarme. En la foto de abajo, un envase de pollo asado con la propaganda del show de esta auténtica campeona.






¡ADIÓS, BENIDORM! HASTA PRONTO

El próximo capítulo desde Bucuresti, 
donde me encuentro ya hace unos días...