Ángela Molina no sólo ha sido y es la mujer más bella del mundo, sino que además es puro cine, desde que aparece llenando la pantalla en cualquier escena de cualquier película; grandiosa, ella es la esencia, lo básico, y también lo que nos mueve y conduce, la perdición y la protección: la Tierra, el Aire, el Agua y el Fuego.
Mario Casas ni siquiera fue nominado para los Goya, a diferencia de Ángela. Pensarán que con ser reguapo ya tiene bastante premio, ¡si no es más que un tontilán de la ESO! Lástima que no esté nuestro Uno en la Academia, para poner las cosas en su sitio.
No puedo decir que me decepcionaran, porque poco espero ya de los Premios Goya, salvo una colección de anécdotas más o menos divertidas o relevantes, o el placer de ver siempre a Massielona entre las invitadas. Al fin y al cabo, son premios de la industria para la industria, y así se da el despropósito de que una película tan mediocre como el Mar adentro de Amenábar sea hasta el momento la más exitosa en el palmarés de esta ceremonia. Camarillas y grupos de presión que se apoyan o dejan de apoyar unos a otros; y, en el centro de todo, la papisa Bardem y sus anillos: ¿por qué le enfoca continuamente la cámara, y el año pasado Victoria Abril, por poner un ejemplo, pasó totalmente desapercibida?
Daniel Giménez Cacho, extraordinario, conmovedor siempre
¿Qué pasó este año con Animals, por ejemplo? Nada, no estaba, no existe para la industria que tanto se queja de las dificultades y que sin embargo padece de ceguera congénita cuando se trata de salirse de lo trillado y reconocer el talento de quien no está bien relacionado, como debe ser el caso del debutante Marçal Forés. Así que lo de la justicia poética queda para mejor ocasión. Claro que lo de los Goya es una tontería comparado con lo que le pasó a esta película en los premios de la Academia del Cine Catalán, donde ni siquiera fue nominada a ninguna categoría, siendo como es una de las pocas producciones que se han hecho este año en esa lengua.
En fin, disculpad si se me fue el tono. Me decía un amigo hace poco que sólo escribo de lo que me gusta, y yo le contestaba que soy de la escuela Joaquín Luqui. Cuando me mosqueo casi prefiero no decir nada... pero contar algo, aunque sea poco, de la ceremonia Goya es ya una tradición en este blog.
Mario Casas ni siquiera fue nominado para los Goya, a diferencia de Ángela. Pensarán que con ser reguapo ya tiene bastante premio, ¡si no es más que un tontilán de la ESO! Lástima que no esté nuestro Uno en la Academia, para poner las cosas en su sitio.
No puedo decir que me decepcionaran, porque poco espero ya de los Premios Goya, salvo una colección de anécdotas más o menos divertidas o relevantes, o el placer de ver siempre a Massielona entre las invitadas. Al fin y al cabo, son premios de la industria para la industria, y así se da el despropósito de que una película tan mediocre como el Mar adentro de Amenábar sea hasta el momento la más exitosa en el palmarés de esta ceremonia. Camarillas y grupos de presión que se apoyan o dejan de apoyar unos a otros; y, en el centro de todo, la papisa Bardem y sus anillos: ¿por qué le enfoca continuamente la cámara, y el año pasado Victoria Abril, por poner un ejemplo, pasó totalmente desapercibida?
Daniel Giménez Cacho, extraordinario, conmovedor siempre
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Casi mejor que nada: prefiero a Marçal Forés lejos de las camarillas |
En fin, disculpad si se me fue el tono. Me decía un amigo hace poco que sólo escribo de lo que me gusta, y yo le contestaba que soy de la escuela Joaquín Luqui. Cuando me mosqueo casi prefiero no decir nada... pero contar algo, aunque sea poco, de la ceremonia Goya es ya una tradición en este blog.