ADIÓS, TWITTER, ADIÓS

Montse de Elefant me ha escrito un correo electrónico para decirme que debería actualizar la información de las entradas de los primeros conciertos de la gira en mi perfil en Facebook e informar en mi cuenta de Twitter. No sé si seré capaz de lo segundo. Hace algunos meses perdí interés en esta última red social por mi incapacidad para sintetizar lo suficiente. A mí me gusta ser exacto en las cosas que escribo. Recuerdo que un día quise poner que estaba escuchando la canción `Oh Girl´ de los Chilites y que me resultaba sobrecogedora, pero en la `g´ de `sobrecogedora´ me empezó a aparecer en rojo aquello de -1, -2, -3 y al final tuve que escribir `bonita´. ¡Pero no es lo mismo, joder! No es lo mismo... Estoy harto de tanta síntesis. Y pensar que cada día decenas de políticos, músicos, arquitectos, deportistas, ¡hasta filósofos! responden entrevistas a través de Twitter. La red está fatal.

Guille Milkyway -La Casa Azul-, en Rockdelux.

El otro día cerré mi cuenta de Twitter -con mucho menos revuelo que Andrés Calamaro, jaja, entre otras cosas porque apenas tenía seguidores y no era cuestión de mandarles a la mierda como hizo él-, y he respirado aliviado.
En sólo unas semanas me he dado cuenta de que esa red no va conmigo: ¿cómo explicar algo que te apasiona de forma tan concisa, en plan está bien, mola o es una peli guapa? Y si es en asuntos sociales o políticos peor aún, porque la concisión a que te ves obligado -que no digo que no esté bien a veces, pero no siempre- suprime de tal manera los matices que al final te ves, lo quieras o no, aborregado en una tribu de la que disentir es poco menos que pecado mortal, ya que no puedes expresar con precisión tus puntos de vista. Es el modo de concebir los asuntos de actualidad como si fueras forofo de un equipo de fútbol.

En cuanto a Facebook, no lo he tenido ni creo que me vaya a animar ya, por lo siguiente:

-Me da una pereza infinita hacer el esfuerzo de ponerme al día y hacer una página bonita.
-No quiero tampoco ponerme a cazar seguidores como si fueran mariposas, porque pienso y mantengo que más no es más.
-No me apetece apuntarme a esas listas tontilocas de seguidores de cosas peregrinas, que bastante tengo ya con lo que tengo.
-No quiero demostrar a los amigos que hace un siglo que no veo que me va ni bien ni mal.
-En este momento y desde hace ya tres o cuatro años no me gusta nada como me veo en las fotos, así es que no me ilusiona mostrarlas, y no voy a poner las de la primera comunión.

Dicho esto, y como tengo tantos amigos y amigas en Facebook que están encantados de la bebida, imagino que hay algo que se me escapa.
Pero es que hay una razón poderosísima y que aún no he dicho que me impide curiosear para saber de qué se trata. Sencillamente: ¡no dispongo de más tiempo! Y al blog no voy a renunciar, ah, eso sí que no.