lunes, 25 de agosto de 2008

VEINTISÉIS DE AGOSTO


Todos saben que tras una hilera de años corrientes y normales nacen a veces en el vientre del tiempo años diferentes, años degenerados en los cuales, como un sexto dedo de la mano, crece falsamente el decimotercer mes.
Lo denominamos falso porque rara vez logra madurar y, como los niños engendrados tardíamente, se rezaga en su crecimiento, un mes jorobado, rama a medias marchita y más supuesta que real.
La culpa de ello la tiene el senil desenfreno del verano, su lujuriosa y tardía vivacidad. En ocasiones ocurre que agosto pasa y el viejo, grueso tronco del estío, por costumbre, pare aún, forma en su interior, esos días como hierbajos, malezas, yermos e idiotas, y añade para colmar, totalmente gratis, días-mazmorra, vacíos e incomestibles, días blancos, sorprendidos e innecesarios
.


Bruno Schulz (1892-1942) fue un escritor polaco de la tribu de los excéntricos -Polonia cuenta con maestros en ese club, siendo el más grande de ellos Witold Gombrowicz, que se establecería en Argentina- seducido por la plasticidad y flexibilidad del mes de agosto, al que dedicó muchas páginas.
El párrafo de arriba es lo que podríamos decir un texto invertido, pero yo me quedo con la esencia y le doy la vuelta, porque considero que agosto es un mes extraordinario que alberga en su interior días extra, y es precisamente en su parte final cuando tanto se agradecen esas jornadas que se cuelan de improviso, como fuera del tiempo y del lugar, uvas inesperadas en el racimo del mes y que nos invitan a la actividad contemplativa.


El veintiséis de agosto es, cómo no, uno de esos días, quizás el más significativo, porque tampoco está tan a final del mes como para que se atisbe del todo septiembre. Es una jornada de regalo; mágica, que se desliza suave en esa pendiente sensorial del final del verano.
Y para mí lo es inevitablemente porque hace hoy treinta y tres años ocurrió algo muy especial -¿cuáles son los días más felices de nuestra vida? ¿Sabríais decir cinco, o seis? Yo con el tiempo sí, son días preñados, contienen a otros pasados o futuros-: a las seis menos veinte de la mañana nació mi hermana.

Aún recuerdo hoy mi enfado porque no me dejaran ir a la clínica hasta unas horas después, y el momento solemne de la entrada en la habitación, mi madre en la cama, tranquila, satisfecha, como lo están esas gatas revestidas de un inesperado orgullo y nobleza una vez que han tenido la camada; allí, allí estaban las dos, y mi hermanita era apenas un botón rosado en un cesto -¿apenas? pero lo era todo-, hermosa desde bebé -¿quién dijo que los recién nacidos son feos? decíamos al verla, ella la más bonita del mundo-, un bebé tan deseado y todavía ajeno a casi todo, aunque ya reclamara con resolución y en momentos determinados su específico lugar en el planeta.

Es lo más parecido a un milagro que nunca he contemplado.

Y como los días felices nos llevan a otros, porque son el eje de una serie, el 26 de agosto de 1975 fue sólo punto de partida de una bella historia que se viene desenvolviendo desde entonces.

¡Felicidades, Nana!

((La foto de apertura es de Luis Pita -muy agradecido-; la imagen de Bruno Schulz es un autorretrato; el 26 es la marca del blog 26veintiseis -muchas gracias también-.
El extracto de Bruno Schulz es del relato La noche de la gran temporada, perteneciente a la serie Las tiendas de color canela. La traducción es de Juan Carlos y Elswieta Vidal. La obra completa de Bruno Schulz está editada en español por Siruela.))

12 comentarios:

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Precioso el autorretrato de Schulz, me gustó mucho, y su texto tb. Por aquí o en casa de mis padres hay un par de libros de Gombrowicz, creo que empecé uno, era así, muy existencialista...(el libro) y yo demasiado jóven tal vez para leer eso. Estoy terminándome el último Nadal, ya contaré.
Estas fechas tb son especiales para mí porque también me aproximo a mis cosas désas onomásticas, y ya el 26 entramos en Virgo, creo (no sé si es el 25 ó el 26), igual me cuelo y es Leo, pero creo que entra, y es mi signo, el de Greta Garbo, Sophia Loren, Lauren Bacall, Pierre de Monaco y tu hermana (jejeje, parezco un argentino que hace carta astral:-), anda que como me cuele (que a veces me cuelo).
Pero es un bonito día el veintiséis, ya lo creo.
Besotes.

Justo dijo...

¡Ripley!
Que he leído por ahí que ligaste siete veces el mismo día, este verano.. y todavía no nos has dicho dónde te has metido, bribón.

Lee a Gombrowicz, te lo recomiendo encarecidamente -se lo aconsejé a otro amigo bloguero, Hal9000, y está muy agradecido-. Yo no lo calificaría de existencialista. Y ya nos contarás sobre el Nadal.

El 26 de agosto es Virgo total, pero me has dejado un poco sorprendido con lo de Pierre de Mónaco: ¿quién es?

Un beso, bienvenido

pon dijo...

La verdad, me ha gustado más tu párrafo de los dias finales de agosto que el de Schulz, qué se va a hacer.

Tu hermana debe estar feliz con tanto amor.
Besito.

Anónimo dijo...

¡Qué bonita felicitación de cumpleaños!. Suerte que tienen algunas. Y ya, de camino, aprovecho las recomendaciones del escritor polaco. Eres un pozo sin fondo... de sabiduría (se sobreentiende)

senses and nonsenses dijo...

yo tb tengo un recuerdo de un 26 de agosto. fue el día de las inundaciones de bilbao. hoy hace 25 años.

muchas felicidades. (a tu hermana)
un abrazo.

LaIguana dijo...

Sí, ciertamente es un día muy especial para quienes queremos tanto a tu hermana.
Desde aquí me declaro super fan.
Besitos para ambos.

Isabel LC dijo...

¡qué regalo más bonito!
tú sí que estás en todos los días y en todos los recuerdos, en tantas lecturas, canciones y películas que compartes conmigo -y ahora también con estos nuevos amigos-, y en esa forma tan bella de sentir la vida que siempre he intentado hacer mía. gracias.

Javier dijo...

Desde luego, menuda pedazo dedicatoria, tu hermana debe sentirse supercontenta con tanto cariño y arrobo, a mi es que estas cosas me emocionan, sobretodo con los tiempos de descastados que corren.

combatientes70 dijo...

Agosto, finales de agosto, calor y melancolía y tu hermana... y por supuesto virgo... 26 de agosto para mí siempre estará relacionado con el final de mi feria... con la llegada de los exámenes de septiembre... los últimos días de agosto tienen algo de nostalgia... te das cuanta que llega septiembre... anochece a las nueve... pero cuando la vida sigue después de la llegada de septiembre... descubres que el calor no nos abandona y que aún queda algo de verano por vivir... gracias por compartir con nosotros tus recuerdos de final de agosto... me han emocionado

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Ahhh, Pierre de Monaco es el hijo de Carolina, una especie de rubiazo impresionante, que no es porque sea príncipe, sino porque está como un tren, y es Virgo, como nosotras (las testigas que no podemos mentir, jeejejej):-)
Ahhh, sí, ligué 7 veces pero de coqueteo, es que estaba ya muy morenito y cachitas, sobre todo el ligue más espectacular (el primero), fue un señor maduro, de nariz prominente que me persiguió media hora larga por la calle, ejeehhe:-), que se paraba a ver escaparates al lado mío, y me susurraba al oído: "¡Lo bien que lo pasaríamos! ¡Lo bien que lo pasaríamos!:-) jejejej
Besotes.

Justo dijo...

En este blog he felicitado a Pepa Flores, a Alaska,.. hasta Madonna se ha unido al club recientemente, sin ser de mi altar particular.. así es que la Nana tenía que estar.

Espero que en alguno de los blogs nos cuentes las siete historias, Ripley, seguro que no tienen desperdicio.. y tb queremos saber cuántas de ellas se consumaron.

Un abrazo fuerte a todos

Champy dijo...

Pues tardias pero:

Felicidades Nana!!