TOUR DE FORCE CON KEVIN JOHANSEN AL FONDO

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(Kevin Johansen y The Nada interpretando Road Movie, la canción que abre los conciertos; la grabación es en un teatro de Santiago de Chile)








LOS EXÁMENES
El sábado diez hube de pasar por un tipo de prueba que ya creía desterrada en mi vida. Concurrí a dos duros y trascendentales exámenes separados por apenas unas horas de intervalo, todo en el mismo espacio, y previa amanecida a las cuatro de la mañana porque me dio un ataque de mala conciencia por no haber estudiado lo suficiente.
¡Ah! ¿Os podéis creer que hasta le saqué su gusto?
Las horas previas de desvelo, los nervios finales, el empujón último que conduce al momento supremo en el que se escribe de forma autómata, esa especie de desahogo terminal y desconsolado -porque ya nada tiene remedio, el destino desnudo se arrellana en la butaca-, el ambiente tenso cargado de electricidad producida por cientos de examinados reconcentrados, la lluvia incesante sonando afuera.
Fue una experiencia alucinante que por primera vez he querido observar desde otro punto de vista.

Ya anocheciendo, en lugar de caer derrotado a casa, apenas me detuve unos minutos, ya que marché raudo a la Casa de América al concierto de Kevin Johansen + The Nada con Russian Red de aperitivo: al comienzo, sentaditos en el suelo como estábamos, casi me dormí con la suave cadencia de la chica del grupo telonero, pero después nos pegó el subidón y así fue de seguido hasta que enlazamos tras el concierto, casi all night long.
De este modo transcurre mi vida últimamente, después de un tiempo prolongado más bien tranquilo y es que llevo una racha que ya va siendo larga inmerso en ese tipo de ciclo, no sé hasta cuándo, a veces lo profesional se mezcla con el ocio y me compromete a salidas nocturnas e intempestivas -la pasada semana, cuatro noches de siete, claro que si por mí hubiera sido se habrían quedado en dos o a lo sumo tres-.
De momento estoy así. ¿Por cuánto tiempo? Quién sabe, a lo mejor ya éste es mi sino, hasta que el cuerpo aguante.









EL CONCIERTO
((No he sido muy kevinjohansero hasta el momento -pero por desconocimiento, recuperaré el tiempo perdido-, de hecho acudí a verlo porque lo oí en la radio -tres, dónde si no- unos días antes y me encantaron algunas canciones de Logo, su último y elegante disco: Road movie, Anoche soñé contigo,.. me llamó tanto la atención este dandy argentino que samplea a Blondie en los coros de sus canciones que saqué las entradas -ya os dije que estoy algo argentino ahora-, su propuesta ecléctica y divertida, sensible y comprometida, colorista, vital, audaz, ocurrente, polimorfa..es algo nada habitual.
La banda que le acompaña -The Nada- es de primera, y además hay un chico cañero multiinstrumentista que lo mismo te sorprende con el xilofón que con el clarinete del que nos despegué ojo durante todo el concierto.
El éxito fue grande, el repertorio muy celebrado por el guapo público, yo no conocía, pero me quedé con canciones como Atahualpa you funky, El palomo, Mc Guevara´s o Che Donalds,.. Me pareció un tío interesantísimo, aunque quizá no debería comentar todas y cada una de las canciones, su locuacidad, transcurrida la primera parte del show, es inversamente proporcional a la agilidad -pero es argentino, qué se le va a hacer, y es cariñoso-, y en ocasiones fue muy divertido, como cuando bromeó a costa de los fantasmas que desde tiempos inmemoriales se supone merodean por la Casa de América.
Por su parte, Russian Red, le dernier cri del indie español, se metieron al público en el bolsillo con su propuesta intimista y bucólica. Salieron muy contentos: hay una foto de ellos arriba, la chica con la mini)).

¡Qué lindo que es soñar! Y no te cuesta nada más que tiempo...
ANOCHE SOÑÉ CONTIGO / KEVIN JOHANSEN