ARGENTINIAN VS GREEK MEN

Hay veces en la vida en que hay que optar, tomar decisiones aunque puedan parecer categóricas, pero igual que en un restaurante hemos de elegir un menú determinado aunque nos apetezca más de un plato -o a lo mejor ninguno, a veces pasa-, si nos preguntan película preferida, por ejemplo, pues alguna habrá que decir -la mía ya la revelé hace poco, Lost highway-.
Y yo siempre, si alguien me plantea dónde se encuentran, a mi parecer, los hombres más guapos del universo, digo que están en Grecia.
Curiosamente los griegos que escuchan esto se muestran halagados pero muy sorprendidos, y no hace mucho hablándolo con un amigo de por allí me decía que bueno, que ellos no están mal, de acuerdo, pero que sin duda hoy por hoy los hombres más bellos del mundo son... los argentinos.
Esto es más o menos lo que dijimos cada uno:


-"No es solamente el físico -expuse yo con veneración-: el destello de ojos almendrados, el cabello castaño claro ondulado y las manos grandes y pies perfectos y figura clásicamente proporcionada; un griego te embriaga sólo con nombrarlo, sus nombres son un resorte mitológico, un tesoro que nos remonta a epopeyas ilustres. Quién se resiste a su mirada, y a su olor: es algo que te descabala, te hace perder, conscientemente, el juicio, porque ellos portan la semilla de la belleza que fue adorada: su abrazo y su aroma, lo que todo ello exuda, te llevan a consagrar hasta el infinito cada palmo recóndito de esa piel de dioses. Muérame yo después de haber sido abrazado fuerte o de haber abarcado por entero a uno de vosotros, suminístreseme pronto todo ese veneno, no me queda ya otro puerto al que arribar tras haber recalado en vuestra Ítaca, este viaje intenso es sin duda el más sublime".



-"Exageras y te empecinas y te pones cursi -contestó mi heleno amigo-. Tienes que echar una mirada a tu alrededor, que estamos en el siglo XXI, eh. En este momento no hay ningún macho más atractivo y más demoledor que el argentino. No hay otro que no precise de otra credencial más que su nacionalidad. Un argentino, en cualquier lugar del mundo, no se necesita más que a sí mismo: si hay una palabra que les defina es el aplomo. Manejan como nadie el arte de la seducción, porque los italianos se quedaron anticuados, como endomingados, repetitivos, perdieron fuelle. Pero la labia de un argentino.. y sus maneras, su estilo, sí ya sé que a veces se ponen pesados, pero.. eso es algo porteño, normalmente controlan muy bien la palabrería, y luego está su dicción, ya que el argentino es culto por naturaleza, y que no os engañen diciendo que son europeos, ellos saben que no, su vitalidad erótica no es ya de este continente, son inmensos como sus paisajes, desconcertantes, en la cama son.. irresistibles, siempre quedarás con gana de más. Eso por no hablar del físico, son las últimas hornadas de argentinos las que copan todas las portadas y los portales de belleza masculina, echa un vistazo, sin ir más lejos de los dieux du stade que tanto te gustan los mejores son argentinos y.. tienen un físico que es de ellos exclusivo, yo los distingo a la primera,..."

Así podríamos haber estado, y de hecho estuvimos, un tiempo; la cosa quedó en tablas. No es que yo opusiera mucha resistencia -ninguna-, no le llevé mucho la contra, porque.. llevo una temporada algo argentina, aunque eso lo contaré mañana, día en que este blog cumple un añito.
Besos griegos y argentinos.
Ah, por cierto, ¿qué tenéis que decir vosotros/as al respecto?

((Las fotos primera, tercera y cuarta son de jugadores argentinos de rugby para el calendario del Stade parisino: Miguel Avramovic, Juan Martín Hernández y Juan Martín Berberian. La segunda es del cantante griego Nikos Vertis)).