¿POR QUÉ TIENES OJERAS ESTA TARDE?...

DUDA / Rafael de León

¿Por qué tienes ojeras esta tarde?
¿Dónde estabas, amor, de madrugada,
cuando busqué tu palidez cobarde
en la nieve sin sol de la almohada?

Tienes la línea de los labios fría,
fría por algún beso mal pagado;
beso que yo no sé quién te daría,
pero que estoy seguro que te han dado.

¿Qué terciopelo negro te amorena
el perfil de tus ojos de buen trigo?
¿Qué azul de vena o mapa te condena

al látigo de miel de mi castigo?
¿Y por qué me causaste esta pena
si sabes, ¡ay, amor!, que soy tu amigo?

Reconocido por todos como maestro de la copla española -de hecho, cabe incluso preguntarse si el género hubiera existido como tal sin el triunvirato Quintero, León y Quiroga-, queda pendiente, aunque ya esté en curso, la reivindicación del sevillano Rafael de León y Arias de Saavedra (1908-82) como exquisito poeta, plenamente inserto en la generación de 1927, con cuyos célebres representantes compartió sensibilidad y afinidades electivas.

Merece la pena perderse un rato entre sus poemas, que rezuman sensualidad, duende y donaire. Y reconocer el mérito de este insigne artista que fue, además, homosexual valiente y confeso en una época minada por la aversión social y oficial hacia todo lo diferente.
De sus poemas hay uno que llevo grabado casi desde el principio de los tiempos.. es el que os he transcrito al principio, Duda. Sus recodos de desengaño voluptuoso me parecen sublimes.. de pequeño se me antojaban anticipos de conocimiento erótico, como entrevistos desde una reja en una tarde de calor bochornoso.
Remordimiento, engaño, pecado, encelamiento, frivolidad, éxtasis, rendición, renuncia, secreto.
Rafael de León, poeta.

(Su querida Rocío Jurado le cantó como nadie. Duda se transformó en su voz en Mi amigo, grabada en 1969, uno de sus primeros éxitos, que la chipionera convirtió en una cumbre de la zozobra amorosa en la canción ligera y mantuvo hasta el final en su repertorio. Hay que revisarlo).

MI AMIGO /ROCÍO JURADO


Otros irresistibles poemas de Rafael de León:

ENCUENTRO

Me tropecé contigo en primavera,
una tarde de sol delgada y fina,
y fuiste en mi espalda enredadera
y en mi cintura, lazo y serpentina.

Me diste la blandura de tu cera
y yo te di la sal de mi salina.
Y navegamos juntos, sin bandera,
por el mar de la rosa y de la espina.

Y después, a morir, a ser dos ríos
sin adelfas, oscuros y vacíos,
para la boca torpe de la gente...

Y por detrás, dos lunas, dos espadas,
dos cinturas, dos bocas enlazadas
y dos arcos de amor de un mismo puente


CENTINELA DE AMOR

Te puse tras la tapia de mi frente
para tenerte así mejor guardado
y te velé, ¡ay, amor!, diariamente
con bayoneta y casco de soldado.

Te quise tanto, tanto, que la gente
me señalaba igual que a un apestado;
¡pero qué feliz era sobre el puente
de tu amor, oh, mi río desbordado!

Un día me dijiste: -No te quiero...
y mi tapia de vidrios y de acero
a tu voz vino al suelo en un escombro.

La saliva en mi boca se hizo nieve,
y me morí como un jacinto breve
apoyado en la rosa de tu hombro.

MAZAZO

Sonó la palabra "dinero"
y todo lo echaste a rodar
y en vez de decirte: "Te quiero",
te dije: -¿Qué quieres cobrar?-

Y me valoraste las rosas,
poniéndole precio al jardín
y fueron tomando las cosas
un tono metálico y ruin.

Y aunque esta verdad me traspasa,
prefiero saber la verdad:
que al mes, pago luz, pago casa
y pago la felicidad.

(En la foto de apertura vemos a Rafael de León,de pie, con el poeta Salvador Valverde y el músico Manuel López Quiroga).

((Y no, no se me olvida -nos llevamos dieciséis días-. Un beso grande para otra folclórica, nuestra Alaska, en su 46 cumpleaños.))