martes, 1 de febrero de 2011
PINCELADAS
De Eneko, en 20 Minutos
1 de 4.696.600 / Rosa Montero
Henos aquí rompiendo la barrera del sonido de personas en paro. Las cifras de desempleo producen un vertiginoso repeluco: ¡doblamos la media de la UE! Son 4.696.600 parados, un chaparrón de gente, un número tan grande de afectados que cuesta imaginarlos individualmente. Pero ahí están, 4,7 millones de zozobras distintas, de historias diferentes. Como la de Daniel Castillejo, un arquitecto de 35 años que, tras pasar ocho trabajando de falso autónomo en estudios y Ayuntamientos, acaba de quedarse sin nada. El miércoles pasado se apuntó al desempleo y luego fue al centro de salud para arreglar su cobertura sanitaria.
Como autónomo, Daniel había cotizado en una mutua privada y no en la Seguridad Social, porque al ser arquitecto podía hacerlo y le salía más barato; así que explicó su situación y le contestaron: "No hay problema, le atenderemos como si fuera un inmigrante por no haber estado nunca en la SS". Daniel sintió un pequeño vértigo, un vahído, un conato de rebeldía que le impelía a explicar que él era español y que había pagado todos sus impuestos durante esos años, pero al final se calló, porque el paro te va comiendo el ánimo desde el primer momento. Así que fue a la ventanilla en la que tenía que registrarse como inmigrante y de pronto recordó que tuvo una tarjeta sanitaria cuando un Ayuntamiento le contrató seis meses. En efecto, dijo la empleada, en Andalucía estaba cubierto con esa tarjeta. ¿Y si, por ejemplo, iba a Madrid a ver a su hermano (bioquímico, doctor, también en paro)? Ah, esos problemas los debería hablar con el trabajador social. O sea que este arquitecto que fue falso autónomo se acaba de enterar a los 35 años de que es un falso inmigrante y de que necesita la orientación de un asistente social para sobrevivir a un país tan ineficiente y chapucero que tiene a uno de cada cinco trabajadores en el paro.
Publicado hoy en El País.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
5 comentarios:
Cuando despertó se dio la vuelta y volvió a dormirse.
No sé que más nos tiene que pasar para que salgamos a la calle a rebelarnos.
Es complicado. Y más en Rosa Montero que nunca ha estado en paro ni lo va a estar.
A mí me caes mejor tu que la Montero, si te digo la verdad:-)
Besotes.
La situación es absolutamente insostenible, y sin embargo la sociedad hay está paralizada, idiotizada, incapacitada para tomar la calle y rebelarse, paremos borregos. Y la clase política nacional más cutre e incapaz de lo que es ya no lo puede ser más. Todos ellos mienten y mienten y mienten y nosotros nos vamos por el desagüe a bajo y a nadie parece importarle.
Menuda historia la de Daniel, estas cosas nos pasan por chanchulleros, los dos primeros comentarios son un gran acierto. Pero para protestar tenemos que ser los primeros en hacer las cosas bien, y qué difícil es exigir un contrato cuando todo lo que ofrecen es el sueldo. ¿Qué fue antes, la necesidad o el conformismo?
un saludo, y bien rescatado artículo =)
Publicar un comentario