jueves, 24 de abril de 2008

¡OH CIUDAD NO EN LA TIERRA!


La relación con nuestras ciudades -su descubrimiento, su añoranza, el posible desengaño- puede generar una literatura apasionada que no tiene nada que envidiar a la amorosa propiamente dicha. Es natural, porque son el escenario de nuestras vivencias, las reales y las proyectadas, y en ellas sublimamos sentimientos que pretenden ir más allá de lo humano.
De todo ese género yo me quedo con la popular y nunca suficientemente ensalzada Ciudad del paraíso, del libro Sombra del paraíso de Vicente Aleixandre, para mí el Más Grande de los poetas españoles.


El poema es un prodigio musical de principio a fin, un milagro evocativo que a mí me estremece porque, igual que para Aleixandre, Málaga fue la ciudad de mi infancia y la ciudad del adiós prematuro, porque de ella me despedí a los doce años para volver, después, muy pocas veces. Y en ese tiempo su recuerdo fue creciendo y agigantándose hasta adquirir caracteres de leyenda. Pero no hace falta que haya transcurrido vuestra niñez allí para que gocéis de esta joya literaria y vital que os invito a descubrir ahora o a volver a disfrutar si ya la conocéis.

Me he permitido la licencia de subrayar en negrita las estrofas que me emocionan hasta el llanto, las estrofas mágicas de esta obra de arte que fue, además, escrita en un año tan sombrío como 1939. Pero ¿es posible encontrar un canto de amor más puro que el que Vicente Aleixandre dedicó a la ciudad de Málaga, a la que encumbró para siempre al territorio ensoñado de la mitología?

CIUDAD DEL PARAÍSO

(A mi ciudad de Málaga)

Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
intermedia en los aires
, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria, antes de hundirte
para siempre en las olas amantes
.

Pero tú duras, nunca desciendes, y el mar suspira
o brama por tí, ciudad de mis días alegres,
ciudad madre y blanquísima donde viví y recuerdo,
angélica ciudad que, más alta que el mar, presides sus espumas
.

Calles apenas, leves, musicales. Jardines
donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas.
Palmas de luz que sobre las cabezas, aladas,
mecen el brillo de la brisa y suspenden
por un instante labios celestiales que cruzan
con destino a las islas remotísimas, mágicas,
que allá en el azul índigo, libertadas, navegan.

Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.
Allí, donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable,
y donde las rutilantes paredes besan siempre
a quienes siempre cruzan, hervidores, en brillos.

Allí fui conducido por una mano materna.
Acaso una reja florida una guitarra triste
cantaba la súbita canción suspendida en el tiempo
;
quieta la noche, más quieto el amante,
bajo la luna eterna que instantánea transcurre.

Un soplo de eternidad pudo destruirte,
ciudad prodigiosa,
momento que en la mente de un Dios emergiste
.
Los hombres por un sueño vivieron, no vivieron,
eternamente fúlgidos como un soplo divino.
Jardines, flores. Mar alentando como un brazo que anhela
a la ciudad voladora entre monte y abismo
,
blanca en los aires, con calidad de pájaro suspenso
que nunca arriba. ¡Oh ciudad no en la tierra!

Por aquella mano materna fui llevado ligero
por tus calles ingrávidas. Pie desnudo en el día.
Pie desnudo en la noche. Luna grande. Sol puro.


Allí el cielo eras tú, ciudad que en él morabas.
Ciudad que en él volabas con tus alas abiertas
.

6 comentarios:

Cabriola dijo...

Ays... qué bonito Málaga... a mí es una ciudad que me vuelve loca tires hacia la dirección que tires...y claro, como buena marisolera me gusta especialmente...jajajajaj

muchos besotes boquerones

Javier dijo...

Sentimientos abiertos y sencillos, tan alejados de su posterior hermetismo.

El Deme dijo...

Supongo que verías la película "El camino de los ingleses" de Antonio Banderas....maravillosa!!!(Y si no, tienes la novela)

senses and nonsenses dijo...

conozco poco a aleixandre, y tantas veces amigos cercanos me han recomendado su lectura. de adolescente me parecía muy difícil aleixandre, y me dio más por cernuda que me cautivó.

(massielero o marisolero, que jamás hubiera creído conocer a uno a través de los blogs). buen fin de semana.
que más quisiera yo... ser un martillo, ser una explosión, jajaja...
un abrazo.

Justo dijo...

Soy bastante más marisolero que massielero, pero a Massiel la conozco bien y en algunos momentos me ha gustado mucho -sobre todo con el disco "Tiempos difíciles", que tú conoces bien, Senses, y me da rabia cómo se le ha estereotipado. Hace pocos años la vi en la adaptación de un musical que venía del "off Broadway" y me pareció bárbara. Luego ella siempre ha estado muy cercana al mundo gay, y recuerda con emoción a sus amigos muertos de sida, y yo eso se lo agradezco siempre.

Cernuda me encanta también, pero Aleixandre más si cabe. Es verdad que a veces es un poco hermético, pero no me parece así en buena parte de su obra.

¡No he visto la película, Deme! Pero si me dices que es buena y está ambientada en Málaga, sin duda lo haré -o la novela, ya veré-. Y besos boquerones y chanqueteros a Cabriola.

Anónimo dijo...

Muy distinta es mi Málaga de la de Aleixandre, quizás debería colgarme ese poema del cabecero de la cama y recitármelo todas las noches antes de dormir.
besinos