viernes, 11 de abril de 2008

CON BARRY GIFFORD EN UN PASE PERDIDO DE `LOST HIGHWAY´




La he visto el suficiente número de veces como para afirmar no ya que sea una de mis películas predilectas, sino que es, directamente, la más: he decidido que gane la reñida pugna entablada con otras tres o cuatro.
Por eso el miércoles aparqué obligaciones y me centré en esta devoción. Y es que hubo un pase vespertino de la Carretera Perdida de David Lynch en la Filmoteca -cine Doré- con la presencia del escritor y coguionista del film Barry Gifford, quien fue presentado por Ray Loriga y por el director de la Filmo: ¿cómo podía faltar?


Gifford, autor de novelas como Sailor y Lula -que sirvió de base a la también lynchiana y maravillosa Corazón Salvaje- o Perdita Durango -llevada al cine por Álex de la Iglesia- nos dijo a los allí congregados, de entrada, que no pensaba desentrañar ningún misterio ni clave de la película, que era un pacto con David Lynch -parece que ni siquiera entre ellos hablan de eso-; preguntó quién entre el público no la había visto -muchos-, y se felicitó porque aún interese esta cinta. Habló de las adaptaciones de sus novelas, que le gustan bastante, aunque Perdita Durango película es más de acción de lo que él había concebido y su Wild at heart ideal se hubiera rodado en los años 50 -también Arturo Ripstein parece que ha adaptado o va a adaptar uno de sus libros-.
Loriga, buen amigo suyo y de su escuela, le dedicó todos los piropos posibles, recomendó encarecidamente las últimas novelas del norteamericano -que por cierto chapurrea bien el español- y se hizo un poco el interesante al hacer como que dudaba del nombre que Wild at Heart tuvo en España.

SOBRESALTOS EN LA PROYECCIÓN
Pero, ay. Yo me temía lo que iba a pasar, porque conozco al público filmotequero y la galería indescriptible de variopintos personajes que lo puebla, así como los visitantes ocasionales o fijos que van sin tener ni idea de lo que proyectan, a la manera de los cines de barrio de antes, con eso de que sólo vale dos euros. Y los efluvios de esa parroquia estrafalaria -que a mí por otro lado me seduce y divierte, y que son acordes con el entorno- se palpaban en la sala.

Detrás mía tenía a una pareja mayor un tanto chanante -: ella, para que os hagáis una idea, pregunto nada más comenzar el film, y cómo dices que se llama, carretera quéee, a su marido. Transcurrido un tiempo comenzó a extrañarme que la señora se abstuviera de verbalizar comentario alguno.
Pero sí, finalmente no defraudó a la concurrencia, ya que el crescendo de determinadas escenas desencadenó lo que era casi imposible evitar, hasta que, cuando aparece en pantalla gigante la escena porno con el Heirate mich de Rammstein:
Man sieht ihn um die
Kirche schleichen.
Seit einem Jahr ist er
allein.
Die Trauer nahm ihm alle
Sinne.
Schlaeft jede Nacht bei
ihrem Stein,
se levantó haciendo gala de ello y conminó desde el pasillo a su marido a que la acompañara, porque aquello era una porquería. El hombre se resistió, y de hecho su parienta le esperó fuera, hasta que también él se batió, silenciosamente, en retirada.
Al término de la película los únicos aplausos que resonaron en el Doré fueron los míos. Ni siquiera por cortesía hacia Barry Gifford la peña hizo el esfuerzo -y la mayoría eran muy jóvenes, aquello parecía un casting freak de OT-.

I GOT SOMETHING YOU CAN NEVER REACH
En la banda sonora de Lost Highway -que se disfruta mucho más en pantalla grande- están todos los sobrinos carnales de David Bowie -y él, por supuesto-, algunos de los cuales apenas eran conocidos en ese momento: Marilyn Manson -ese inquietante y demoníaco I got something you can never reach-, Nine Inch Nails, The Smashing Pumpkins, Rammstein,
aparte de Barry Adamson -la música de la fiesta donde aparece el personaje inquietante, que es un poco la traslación de la criatura de El séptimo sello al LA de hoy, es decir, mucho más endiablado- y el glorioso clásico de Antonio Carlos Jobim, Insensatez.



INSENSATEZ / ANTONIO CARLOS JOBIM (Balthazar Getty va cobrando de nuevo vida)


Pero también está Lou Reed, en ese instante maravilloso en que todo se desencadena, cuando Alice-Patricia Arquette aparece por vez primera en el taller de coches, This magic moment. Por cierto, ¡cómo se parece Robert Loggia a Jesús Puente!

THIS MAGIC MOMENT / LOU REED (Aparición diurna en el taller)


Aquí Patricia está muy Faye Dunaway, pero lo cierto es que la escena me recuerda a una de otra gran actriz, Cybill Shepherd, en el clasicazo Taxi Driver. Sí, el momento supremo de They cannot touch her, recitado por un cándido -a pesar de todo- Robert de Niro: "She was wearing a white dress; she appeared like an angel, out of this filthy mess, she is alone: t-h-e-y c-a-n-n-o-t t-o-u-c-h h-e-r".
Las parejas imposibles de estas dos películas se asemejan más de lo que pueda parecer a simple vista.

THEY CANNOT TOUCH HER (Cybill Shepherd en Taxi Driver)


En fin. Que lo mismo el domingo me planto a verla de nuevo, aunque esta vez sin Barry Gifford -y, espero, sin el matrimonio chanante-.

((Y más. Ya sé que prima el minimalismo, pero las entradas me salen así de largas, es como cuando Marisa Paredes en La flor de mi secreto quiere escribir novelas rosa y le salen negras.

VUELVE PLASTIC D´AMOUR
El dúo Plastic D´Amour -muy favoritos de esta casa- vuelve a los escenarios el próximo viernes 18 en la sala Neu -Galileo Galilei- en una noche francesa. Y Alberto Matesanz, uno de sus componentes, estrena página myspace, donde merece la pensa que os perdáis para escuchar sus canciones, bonitas y delicadas, como unaguerra de almohadas contra la pared.

JULEN ARTOLA, FICHADO

Echamos el ojo a él y a sus compañeros, y el tiempo nos dará la razón, ya nos la está dando, porque Julen Artola ha sido fichado por la selección nacional de waterpolo. Mi enhorabuena más cordial a este chico de terciopelo y fuego y al equipo del que soy forofo, el Club Waterpolo Navarra, y que debería plantearse preparar un calendario de los que están tan en boga, para el 2009, claro. Yo me ofrezco gustoso a escribir una loa para cada uno de los meses del año.


SEÑOR CHINARRO, NO TAN DEL MONTÓN

Y en la barra de vídeo conectamos con el Señor Chinarro, y su Del montón: escuchadla si no la conocéis, os gustará. Besos, buen fin de semana)).

6 comentarios:

Javier dijo...

Y a quién le importa que la tendencia mayoritaria sea el minimalismo, a lo mejor es que no tienen nada que decir, excelente entrada, larga pero que invita a ver esta película, eso es lo importante.

Anónimo dijo...

¡Hola!

jajajajaja el matrimonio ese jajajajajaja

Genial!!

Barfly dijo...

Hola, gracias por tu comentario.
Coincidimos en el gusto por esta peli, que también es de mis favoritas de todos los tiempos. Nunca olvidaré la primera vez que la fui a ver al cine, y salí con esa sensación de irrealidad, de dificultad para adaptarte a la realidad que se te queda en ocasiones tras ver una buena película. También siempre me hizo gracia el rechazo y desconcierto que provoca entre la gente "pues no la he entendido"...tendrías que ver la reacción que presencié durante "Mullholland drive", en un cine de Madrid, cuando al acabar la película una chica se levanta y le lanza a la pantalla un sonoro "Vete a la mieeerda". En fin, esta es, para mí, la obra maestra de Lynch, y tuvo que ser todo un privilegio verla en un lugar tan deliciosamente cargado de decadencia madrileña como la filmoteca, y contando con la presencia de Barry Gifford; me hubiera gustado estar ahí.

Me llama la atención que no menciones ese maravilloso tema de Bowie, "I'm deranged", que a mí casi me obsesiona, y me resulta tan acorde con la película.

Con respecto a lo que comentas de los 90's, es cierto, a mi me parece que fue uno de esos períodos de especial creatividad, en todos los campos (música, cine cómic, literatura), una de esas etapas en las que parece que algo flota en el ambiente; cierto que también se ha hecho mucho tópico de eso, pero lo que permanece con el tiempo son las obras que realmente merecían la pena, y volviendo la vista atrás, parece que el nivel era alto, y que hubo cosas muy especiales.

Por cierto, tu post y tu blog en general me han echo hechar de menos ese Madrid en el que viví nueve años, y que tanto hecho en falta a veces. Sala sol, las tiendas de cómics, pasar horas metido en fnac, chueca, malasaña, lavapiés, gran vía, el teatro, los cines,...que tiempos.;).

senses and nonsenses dijo...

como siempre haces tres o cuatro entradas en una: pa'poder elegir. pero yo me voy a centrar en 'carretera perdida' que si no fuera porque 'terciopelo azul' me quema, me quema, tb sería mi favorita de lynch. es la piedra angular de su cine. y el cine-forum más divertido con un amigo intentando destripar y destripar la película. conozco varías teorías, todas apasionantes... en realidad, esas dos pelis (lynch en general) es uno de mis temas favoritos.

excelente crónica de la bso.
te faltó This Mortal Coil, en otro de los mmtos. claves.

un abrazo.

El Deme dijo...

David Lynch hace un cine inquietante, morboso, sensual y onírico, me chifla. Y ese pase en la filmoteca tal como lo cuentas debió de ser total!!!

Justo dijo...

I´m deranged about the movie...and about Bowie´s song, of course.

Muchas gracias a todos por los comentarios, Lynch es para eso, para hablar de él, de las sensaciones que nos transmite. Y me encantaría conocer esas teorías sobre la película, Senses, yo también tengo la mía, claro, a la que me ha costado mucho llegar.

Barfly: creo recordar que una de las dos veces que fui a ver el Mulholland a los cines Princesa hubo una chica que espetó eso a la pantalla: ¿no estaríamos en la misma sesión?
Así que añoras Madrid.. pues como sustituto pásate por esta página cuando quieras, que es muy madrileña.