LENTO, PERO SEGURO (BENJAMIN BIOLAY EN HEINEKEN MADRID)

Lentement mais surement, on décline outrageusement, forcément oui forcément. On prend son temps, on pense au temps d'avant, sous le feu du firmament, qui nous marque au fer blanc. On joue la comédie, hors la vie, on marche sous la pluie. On joue la comédie, hors la vie, on son de l'infini. (Hors la vie, Benjamin Biolay)


BB CONTRA LOS ELEMENTOS
Su desaliño indumentario le delata, así como su despreocupada delgadez, que nos retrotajo a la era pre-gimnasios: Benjamin es un perfecto heterosexual, y un tipo de francés muy reconocible -su físico no puede ser más galo-. En esta primera lidia en Madrid cosechó un considerable éxito, a pesar de que buena parte del público desconocía la casi totalidad del repertorio -pero por eso tuvo más mérito si cabe-. Y es que, tal como está el panorama, con la peste del kiss-efemismo que nos invade, que un artista francés de este tipo obtenga cierta repercusión es ya de por sí un acontecimiento.



El concierto, que en ningún momento apalancó a la gente porque combinó lo íntimo con lo potente -dentro de lo que es el estilo BB, se sobrentiende- fue creciendo en intensidad hasta alcanzar el punto álgido con, quien lo iba a decir, el À l´origin que da título a su disco maldito, aunque fueron bastantes los instantes de lujo con canciones perfectas como Mon amour m´a baisé -también del mismo disco-, Des Lendemains qui chantent o Chère inconnue de su obra maestra, el doble CD Négatif -algo así como su carnet de identidad, que también cantó, en una versión considerablemente distinta a la del disco: claro que yo eché de menos maravillas de ese CD, como Nuits Blanches o el celestial Hors la Vie-.

Es verdad, como he leído en algún sitio que BB -curioso que tenga las mismas iniciales que Brigitte Bardot, enemiga por cierto, o al menos eso dice la leyenda, de Catherine Deneuve, la belle-mère de Benjamin: os lo imagináis cenando con ella en Nochebuena?- es más para oír en casa en una cena íntima con velas, y que el chico es un poco soseras, pero a pesar de eso comunica bien y tiene su especial tipo de marchilla, como por ejemplo la del nuevo single, Dans la Merco Benz -la canción que mejor conocía la gente, que os he colgado en la videoteca- o la del Chàise a Tokyo.

Fumando continuamente, Benjamin, que demostró ser un avezado poli-instrumentista -tocó piano, guitarra, clarinete- estuvo acompañado por un guitarra y un teclado, y se disculpó repetidamente por no hablar español, aunque sí acertó a enlazar varias frases. ¿Sorpresas? Su versión del tema principal de Casablanca y del There is a light that never goes out, de los Smiths, que fusionó con una canción suya.

Fue una noche muy bonita, de comunicación, de intercambio, de sentimiento. Y la sala Heineken, por sus características, es un buen recinto para estos conciertos: qué diferencia poder ver a alguien tan de cerca, vibrar a un tiempo y casi respirar lo mismo que él y los músicos, que acudir a uno de esos gigantescos pabellones en los que se ve a lo lejos unas figuras que se agitan.
Entre el público, el productor más afamado desde hace tiempo por aquí, Carlos Jean: ¡qué bien quedaría un CD de BB producido por él! Seguro que arrasaba. Besos. El fin de semana, en Gijón.