QUIM GUTIÉRREZ, NI PINTIPARADO

Fotos de Miguel A. Fernández para Shangay

El fin de semana se presentaba atareado, pues decidimos pintar una pared de cada una de las habitaciones del nuevo apartamento en colores diferentes -al final el fiestorro se ha aplazado una semana, aunque ya iniciáramos, unos días antes, la faena: naranja la cocina y púrpura el baño-. Y fue buscando periódicos y revistas para cubrir el suelo que apareció inopinadamente Él, desde las páginas de una Shangay reciente, entregado a sus labores promocionales, pintor de brocha gorda en rojo y blanco. Llegó, lo que se dice, pintiparado para la ocasión.

MY MY MY / ARMAND VAN HELDEN


Es curioso el giro que Quim Gutiérrez está dando a su carrera. De repente, parece estar convirtiéndose en una especie de Hugh Grant a la española -eso dicen, aunque yo le prefiero a él mil veces: el británico se me antoja un flemático pavisoso-; más semejanza le encontraría, como dijo nuestro Uno, con Antonio Resines, porque aunque no se parezcan y el primero no hiciera de galán sí es verdad que representaba, hace 25 años, al español atónito ante la posmodernidad, y ahora Quim podría ser el chico totalmente anulado ya por la misma, que no encuentra su sitio ni como amante ni como profesional, en busca de un proyecto vital que le rescate de su inmadura deriva.
Pero, al igual que en Una hora más en Canarias, me ha parecido encantador en esta nueva película, Primos, en la que desempeña un papel más difícil de lo que pudiera parecer a primera vista. Puestos a comparar, a mí me recuerda más a un Gregory Peck comediante que hubiera sido pasado por Almodóvar: ¡hala!

PRIMOS: Olvídame tú, que yo no puedo..



Daniel Sánchez Arévalo se la ha jugado en esta su tercera película en la que, como él dice, a pesar de ser una comedia, o quizá por eso, es donde más ha puesto de sí mismo. Planteada como un sálvame de luxe -los primos redimen a otras tantas personas- tiene, al igual que Gordos, su ración de autoayuda, que da pie a escenas fantásticas como la que sucede en una barca vikinga. Alocada desde el principio, produce simpatía y ternura en el espectador -en mi pase, la gente no paró de reír-, y genera muy buen rollo con diálogos y situaciones en la línea a que nos tienen o tenían acostumbrados maestros de la comedia española reciente como Gómez Pereira o Joaquín Oristrell.
Todo empieza cuando Quim es abandonado al pie del altar -la escena inicial en la iglesia es antológica-, y sus primos le proponen, para olvidar a la novia, un reencuentro con un antiguo amor en un pueblo de Cantabria... una chica a la que va a pre-querer mucho.

PRIMOS (TRAILER)


PRIMOS. D. Daniel Sánchez Arévalo. Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo, Antonio de la Torre, Adrián Lastra, Clara Lago, Alicia Rubio, Inma Cuesta, Nuria Gago. Vista en Renoir Cuatro Caminos.