El 26 de abril de 2008, cerca ya de cumplirse el primer año de esta página, publiqué una entrada muy personal en la que aderezaba los habituales comentarios sobre música o cine con anécdotas pertenecientes a mi vida emocional -no es que no lo hubiera hecho antes, pero esta vez cargaba más las tintas-. Una vez pulsado el intro que empujó esa criatura recién parida a la blogosfera, sentí un cierto pudor, el del bloguero novato hacia el exhibicionismo, el temor a no deslindar bien la esfera privada de la pública. Interludio de deseo era mi entrada favorita hasta entonces, cuando yo comenzaba a vivir la luna de miel que los blogueros tenemos con nuestra página en el momento -que para mí tardó en llegar- en que vemos que comienza a crearse una red de intercambio con asiduos y afines -pasado un tiempo llega el desencanto y otra serie de estados intermedios hasta llegar a la conclusión de que la bitácora no es más que un entretenimiento sano e intrascendente, ni más ni menos-.
No me equivoqué: la entrada gustó, y para mi entusiasmo hubo un número de comentarios que superó a todos los que había tenido hasta entonces. Pero lo que recuerdo con nitidez fue la impresión tan positiva y el subidón de ánimo que me dio ya de entrada leer el primero de los mensajes que llegó, y que os adjunto, de un Champy -que imagino llegaba vía Bajo el signo de Libra, del venerado Pe-Jota, o por algún comentario que yo le dejara a través de ese nexo- hasta ese momento desconocido para mí:
Que barbaro, realmente me has sorprendido, indendiente de lo que me comentas sobre Gong... esto que has hecho... me siento algo identificado... estos estilos tan autènticos deben valorarse, yo lo he intentado varias veces, sin este alcance por supuesto...
Como aqui...
http://champy-decomalaamacondo.blogspot.com/2008_02_01_archive.html
Aqui me vas a tener un rato recorriendote.
Saludos.
Así, tan pimpante y tan campante, tan jovial y tan directo, irrumpía en mi vida este cariñoso y entrañable bloguero de Monterrey -cuyo alcance y méritos son mayores de lo que él pueda imaginar- y que hasta hoy me acompaña y al que acompaño junto con otra red de amigos virtuales comunes. Lo más bonito es esa posibilidad de entablar una amistad casi como lo hacen los niños, de sopetón y sin recelos, condensando toda una vida en un momento, enhebrando complicidades tan valiosas y verdaderas con esa facilidad que nos da la comunicación en el ordenador; y la forma de escribir, y el fondo de esa escritura, no engañan...
((Por encargo de Champy y para el muy interesante y variado catálogo en torno a las relaciones México-España -con la excusa del bicentenario de la independencia mexicana- que él ha compilado a base de colaboraciones de amigos y amigas blogueras, he escrito otra de esas entradas que me azoran nada más pulsar el intro, pero en las que va volcado algo más que unas cuantas palabras.
DOS ALMOHADAS PARA UNA NOCHE
Y que le dedico a él por completo: porque la amistad es un noble sentimiento, y porque quiero agradecerle su generosidad, su alegría y su fiel afecto. Por lo menos 2046 veces)).
(Las dos primeras imágenes pertenecen, como no podía ser de otra manera, a la película 2046, de Wong Kar Wai. La tercera a El cielo dividido, de Julián Hernández).
10 comentarios:
Ay amigo.....
Así lo dejo....iba a decir sin palabras pero es algo que yo no puedo...
2046 Besotes.
Ay amigos. Asi se empieza, y asi se sigue. Como los niños. De sopetón y por la misma causa. Esa causa borbotón que aquí nos tiene. Pegados al cristal porque de él salen los comentarios y los emocionados señalamientos compartidos por la magia del cine, de 2046 sentimientos. O del puro placer de estar contento, con quien uno quiere o uno acaba de descubrir para siempre. Todo empezó con Champy. Pero también muchas cosas siguen. Y seguirán. Los amigos entrañables, aunque no hayan visitado México, lo han hecho, dejándonos perfumes y aromas que, con almohada o sin almohada (con sábanas, qué bueno; ain sábanas da igual) y haciendo inconfundible la pertenencia, el gusto. Salud por eso. Y felicidades.
Champy_
Con el perdón. Lo visité por ti, contigo, y por tu culpa. Aunque ya lo había yo hecho antes, por mi cuenta. Pero hoy es especial, porque se dedica, en cuerpo y en almohada a ti. Necio, recio, de Monterrey. A mucha honra. Estamos en las celebraciones compartidas desde agosto y para los años, las entradas, las revelaciones que sigan. Con amigos así, parece poco lo que falta, lo que se necesita. Un abrazo, siempre, también, a Justo, por el sentimiento y el corazón abierto a las peliculas de culto, y de sabor.
completamente de acuerdo con todo lo que suscribes sobre lo que imolica ener un blog y or supuesto, completamente de acuerdo sobre Champy. su blog y tiburones en korador son dos grandes pilares de la blogsfera y si encima se comparte amistad entre ellos para qué contarte...
La bitácora como entretenimiento, con sus subidones y sus desapegos. Yo creo que esto es un poco así. Y tiene tanto amor, cariño, entusiasmo, belleza el escribir que te has comido unos spaghetti negros como que te has merendado a un señor que pasaba por ahí y que tenía tiempo. Yo creo que la vida, y sobre todo en culturas democráticas y tolerantes, tiene que mostrar las múltiples facetas y laberintos de la mente humana: Tanto placer da leer La Luna de Madrid como que te metan mano en una Sala X. Seamos valientes. Y vivamos sin miedos los deseos (y hagamos un post con comentarios o no).
En cuanto a lo de Champy, bueno,me ha parecido delicioso: ese anfitrión de una fiesta que, de repente, se inventa un juego para que todos participemos y no nos aburramos. Un sol de muchacho.
Efectivamente, El Deme lo pone impecable: un sol de muchacho. Como soles son muchos que andan por ahi en la blogósfera, convocados o no, por el peculiar estilo o las sabrosas anecdotas o por el purísimo placer de estar en contacto con otros, en este continente o en el viejo, o viceversa. Podemos ser de otra generación o de otra tierra, pero no de otra galaxia. Que los hay, de otras galaxias y de otras consistencia. Un abrazo
¡Esto sí que es una rentrée, Fritzio! Muchísimas gracias por tus comentarios, y no te pierdas tanto tiempo...
¡Tú sí que eres un pilar de la blogosfera, Cabriolilla, jaja! A ver si nos arrejuntamos de una vez los marisoleros de bien, que ya va siendo hora...
Deme: lo de los espaguetis negros puede ser muy importante, de acuerdo, jaja.. sobre todo si lo cuentas tú, que lo haces con mucho salero.
Totalmente de acuerdo con lo de Champy: por eso le dediqué la entrada, ¡no lo pude evitar!
"Ni más ni menos", como la vida que solo es eso y ya ves qué tramas, qué dramas, Justo, qué dramas y comedias y de tó.
Estos comentarios no te los cobro porque estoy medio dormido; es la mitad de arriba la que tengo dormida... ¡y la de abajo, la verdad, que noto la presión de la silla, de sentarme en el borde, y me es igual!! jajaja
Pienso que no me he mirado, analizado la relación con el blog; la tara fue para salvar las tejas o acabar con ellas; el fuerte... creo que necesito escribir, pensar y desrimarme entero; sólo me frena el cómo hacerlo sin contar cosas que no me pertenecen; o sí, pero ya mennntiendes... además, Justo, tengo que desrimarme, snif snif snif, beeeeeeeesos de tengo arena en el temario de las oposiones, y tengo leyes en los libros de alemán jajajaa... ¿sabías que Bis Bald es una forma de despedirte en alemán? Se dice cuando no sabes cuándo volveréis a veros... la cosa es que Chenoa en cambio no sirve para nada jajajaa
besos
Justo:
No me perderé tanto tiempo. Promoetido.
Lo de los marisoleros, aunque no me toca mucho, me gusta.
Gracías por estar, y por seguir.
Yo, gracias a Champy estoy, y estaré: es ley.
Sigo todo chiveado.
Como te correspondo???
2046
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