sábado, 21 de abril de 2012

`LOS 12 TRABAJOS DE HÉRCULES´, UNA OBRA MAESTRA DEL CÓMIC ESPAÑOL

Dotado de una fuerza que, en su honor, se definiría con el paso de los años como `hercúlea´, Hércules, nacido Herakles, es el más popular de los héroes de la mitología clásica. (...) Font y Cothias lo presentaron en `Alise´ y Calatayud en este soberbio Hércules pop que hoy se reedita.
Luis Gasca

(...) Miguel se dedica a jugar con sus elementos plásticos, que no son otra cosa que puro lenguaje, para devolverlos transformados después de su viaje a lo contemporáneo. Y lo contemporáneo, en 1972, es el Pop, tal vez por su fresca irreverencia el más adecuado de los idiomas para hablar sobre figuras e imágenes de tan alto poder evocador. (...) Calatayud construye su personal visión del peplum desde un medio de masas como es Trinca, que tiene bien poco de elitista. Más allá de los rasgos más destacables en esta historieta ya clásica (...) se adivinan ecos que llegan desde otros ámbitos: (...) claves a descubrir de un relato múltiple y abierto, rico y pródigo en lecturas como sólo pueden serlo las obras maestras.
Pedro Porcel

¿Por qué escoge Calatayud los doce trabajos de Hércules como base argumental? Hace dos años que ha publicado Peter Petrake (1970), una irrupción absolutamente innovadora en el mundo del cómic. Con ella ha demostrado que el medio puede ser artístico, al menos permeable a las corrientes artísticas del momento. Peter Petrake no sólo se encuentra conectado con el pop art, sino, de manera evidente, influido por el trabajo de George Dunning en Yellow submarine, la película de animación protagonizada por los Beatles. Los doce trabajos de Hércules supone un intento de trascender este estilo, de darle una dimensión más profunda, entroncándolo con tradiciones de larga trayectoria. Conserva la tonalidad pop pero a través de ella respiran las formas características de la cerámica griega o la plástica, elegante y siempre moderna, de la cultura micénica (...)
Pero, además de trazo y color, hay arquitectura. Y se encuentra en la estudiada construcción de las páginas, un vigoroso armazón de viñetas que no sólo genera equilibrios y correspondencias tabulares sino que facilita una lectura fluida, repleta de ritmo. (...) Por todo ello, por su belleza y por su funcionalidad narrativa, puede concluirse que hay más de doce trabajos en este álbum. Al menos uno más. Y ese decimotercero trabajo, desfío no tanto de Euristeo como del prejuicio y la ignorancia, consiste en demostrar el valor artístico del cómic.
Antonio Altarriba

Si tuviera que elegir uno solo de los trabajos que vieron la luz en la revista Trinca, atendiendo a la premisa de su tensión con respecto a la cultura dominante, me quedaría, sin el menor género de dudas, con Los doce trabajos de Hércules de Miguel Calatayud, que ahora felizmente se reedita, aunque los que no conocieron de primera mano aquel contexto difícilmente van a poder calibrar la verdadera dimensión de esas páginas.
Tras el tanteo de Peter Petrake, del que podemos seguir celebrando su experimentación y su sensualidad gozosa, el relato de las pruebas del héroe griego venía a demostrar la falacia de esa disyuntiva entre tradición y modernidad artísticas para modelar una imagen del presente e imaginar un orden estético bien diferente de las cosas. (...) el portentoso Calatayud nos regalaba una de las experiencias sensoriales más originales y valiosas de la historia de la historieta española.

A menudo vuelvo, pues, sobre este libro, (...) y siempre hago nuevos hallazgos en el equilibrio de su composición, o en la matemática de su estructura, o en la sistemática de sus formas puras, buscando de paso esa suerte de estremecimiento que sentí hace casi cuarenta años, cuando lo leí por primera vez, y que una y otra vez renuevo ante esta lección magistral.
Felipe Hernández Cava

La historieta que tiene en sus manos es atemporal. Un producto de disfrute intelectual a diversos niveles. Una obra que no ha perdido un ápice de vigencia desde su aparición hace ya cerca de cuarenta años. Una historieta que se mantiene con una frescura sorprendente, es actual, y tengan presente que así seguirá.
Pedro F. Navarro


Lo fácil sería ceñirse a la nostalgia, pero es que no cabe hacerlo una vez se vuelven a contemplar estas páginas, no hay nostalgia posible cuando se vuelven a leer. Porque uno entonces descubre que sí, que está en ellas todo ese sabor de hace cuarenta años, el cartelismo de la época, esa estética tan característica, los colores maravillosos, las composiciones sorprendentes en cada viñeta... pero es que su lectura seduce por moderna, por contemporánea. Se puede leer este libro como si Miguel Calatayud lo hubiera inventado ayer mismo.
Francisco Naranjo


Es norma generalizada que, de los elementos que componen el lenguaje de la historieta, el color pase a ser un ingrediente descriptivo, matizador, potenciador, como lo musical en el cinematógrafo, de lo dramático. Cuando no mero colorear estético.
Cuando esto no sucede y ese color pasa a ser elemento narrativo, contador e informante de primer orden, posiblemente estamos hablando de Miguel Calatayud.
Micharmut



La aparición de Peter Petrake en Trinca supuso la mayor renovación de la historieta española en tres décadas, con una propuesta que rescribía los tópicos de Roberto Alcázar y Pedrín en unos términos de modernidad tan revulsiva y radical como incomprendida por unos lectores que no sabían asimilar esa brillante mezcolanza promiscua entre Edelmann, Peter Max y Pellaert. Pero Calatayud no se amilanó y fue capaz de reconstruirse en su siguiente obra, Los doce trabajos de Hércules. (...)
Un andamiaje sobre el que ir destilando su renovadora propuesta gráfica, en la que la psicodelia cromática es transformada en un innovador recurso narrativo: la festiva propuesta multicolor heredada de Peter Max se convierte en paletas de tonalidades dominantes que delimitarán cada trabajo del héroe. Naranjas para el León de Nemea, azules y verdes para la Hidra de Lerna, verdes y ocres para el Jabalí deErimantea, marrones y terrosos para las Yeguas de Diómedes... dejando las policromías para sus enfrentamientos con otros seres míticos como Hipólita. (...)
Una síntesis de clasicismo y modernidad que inspiró por igual a toda una generación de ilustradores (...), convirtiéndose en catalizador de una renovación formal tan sorprendente como atrevida para el primer lustro de los 70, que más allá de las lecturas literales en lo artístico, traía un fresco simbolismo de la necesidad de renovación en lo político, de la desesperada búsqueda de la libertad que vivía el país.

Una pirueta imposible que ni siquiera Hércules hubiera podido completar.
Álvaro Pons

Me siento feliz por tener hoy entre mis manos la historieta completa que me turbó siendo niño, obra del genial -¡ahora podemos decirlo!- Miguel Calatayud. 
Feliz por el reconocimiento que supone esta edición, por el gusto de quedar nuevamente deslumbrado y regodearme en ello, y muy ilusionado de poder compartirlo con vosotros.


Los 12 trabajos de Hércules, de Miguel Calatayud, publicados originalmente en 1972 en la revista Trinca, se han reeditado -hace dos años, pero yo lo he descubierto ahora- en Edicions de Ponent, una editorial alicantina.


Más Calatayud y Trinca en Korador:


Soy trinquero

Peter Petrake, mi ídolo pop




7 comentarios:

AlexCerati dijo...

Se ve bueno el comic!
Desde siempre me ha instrigado esa ilustracion medio "Art Noveau" de los chuchos que tienes en tu blog.

Javier dijo...

Me gusta esa estética llena de vitalidad y color, ahora que todo es tan triste, da gusto alegrar la vista.

erva_cidreira dijo...

Aquí también:
http://didaskalos-juanjocastro.blogspot.com/2011/06/los-12-trabajos-de-hercules-de-miguel.html

Un abrazo.

senses and nonsenses dijo...

no puedo aportar mucho en cuanto al comic, no me dio por ahí, una lástima.
las imágenes son una gozada pop. sí que tienen un punto al Yellow Submarine, algunas ...mucho.

Uno dijo...

¿Trinquero, tu? La que trincó es la Pantoja. Tu eres genial. Estupenda entrada. No conocía este comic.
Un abrazo

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Enormemente pop y maravilloso, creo que tengo un recuerdo de infancia de ver algún dibujo suyo, porque sé que recorté uno para hacer un trabajo manual del cole: No una "Trinca", porsupuesto, sino una foto de algún dibujo en una revista, igual de "Cambio16", pero se me quedaron grabadas esas formas redondas. Es curioso que son formas redondas, llenas de optimismo y ahora las formas de los dibujos son como más rectas: Es una impresión, no lo sé...El único cómic de mi vida es "Tintín", así que la evasión no tiene límites, sea con libros ó cómics, maravillosos Calatayud y Hergé, tan lejanos a las video-consolas de los niños actuales.
Besotes.

Justo dijo...

ALEX: Pues ya sabes, es el Peter Petrake de Miguel Calatayud, un fiera, jaja..

JAVIER: Los maravillosos 70, esa década que nunca me cansaré de reivindicar, sobre todo por lo pesaditos que en su momento se pusieron los de los 60 y los plastas de los 80 que todavía colean.

ERVA: Muchas gracias, siempre tan al día en todo lo que tenga que ve con la cultura helénica. Aunque el enlace creo que está roto, no me ha dejado verlo.. Un beso grande para Atenas.

SENSES: Sí, esa estética está muy presente en Calatayud.. en su momento muchos seguidores de los tebeos criticaban con ferocidad este estilo.. pero el tiempo ha demostrado que ha perdurado mucho mejor que los supuestos valores estándar.

UNO: Gracias.. pues aprovecha, que está a la venta.. es una maravilla.

RIP: Qué suerte recortar esas cosas para el cole. Formas redondas, es verdad... son una explosión de vitalidad. El cómic es infinitamente más sugestivo que esas alienantes videoconsolas, de ahí no me va a sacar nadie.

¡GRACIAS A TODOS! UN ABRAZO HERCÚLEO