miércoles, 26 de octubre de 2011

UNA SEÑORA POMBIANA


--- Le Petit París, el mejor sitio. Mira, Alicia, mi sobrina, que se casó por cierto por la tarde, fuimos a Le Petit París y lo encontré estupendo, las mayonesas exquisitas, recién hechas que hoy en día hay que mirar la mayonesa mucho... Lo que no sé es si tendréis sitio. Porque, mira, mi sobrina Alicia, que se casó en junio, tuvieron que en octubre reservarlo, fíjate tú cómo está el sitio. Lo que pasa es que los padres de él, de Antonio Alberto, son amigos del jefe de mesas. Y como eran pocos les pusieron en otro saloncito más pequeño que tienen, mucho más acogedor, frente por frente... Tiene la entrada así de mármol, bueno, éste es el salón grande el que te estoy hablando, pero el pequeño también, unas estatuas como griegas, ya te digo, aparente, aparente. Y sobre todo, mira que sabes que lo que te dan es de fiar. Porque hoy en día, yo la ensaladilla rusa no la como más que en casa, porque se han envenenado ya hasta treinta y cinco niños juntos de una primera comunión por el mal estado de las mayonesas... Y yo lo que digo, para una vez que se casa una en la vida, bueno, tú dos, yo ni siquiera una, lo menos que te pueden dar es las dos salsas, las dos frescas, no se puede pedir menos... Y en Le Petit París lo tienen todo recién hecho. ¿Cuántos vais a ser?

De Los delitos insignificantes, una novela de Álvaro Pombo (Anagrama, 1986)

(Tengo que escribir algún día sobre Pedro Mata, escritor madrileño de novelas verdes de principios del siglo XX que adoro. También podía haber ilustrado la entrada con una portada de Manuel Puig: a ambos les veo intersecciones con el gran Pombo cuando se pone coloquial, aunque las señoras pombianas sean tan tan genuinas e intransferibles. Que se lo digan a Celia Cecilia Villalobo, protagonista de una de sus historias.
Los delitos insignificantes, que estoy leyendo ahora, aborda la relación entre Ortega, homosexual de mediana edad y escritor fracasado, y Quirós, un joven inquieto pero desocupado, que de momento se ha dejado llevar. Puede ser un apunte de su colosal y feroz Contra natura (2005), una de las mejores novelas que he leído en los últimos años.)

6 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

es que hoy hay que mirar la mayonesa mucho...
sigo sin leer Contra natura, pero después de releer el post y los comentarios sobre el "buen/mal homosexual" tengo que hacerme con la novela.

un abrazo.

Uno dijo...

No se si fuiste tu u otro descerebrado el que un día comentando mi blog me comparó con Pedro Mata. Seguro que entre esas novelitas viejas que compro por lo bonitas que son las portadas hay una de él. A ver si es verdad y lo leo.
No he leido a Pombo tampoco pero en cambio puedo decirte que conocí en mi infancia a los fundadores del Petit Paris que eran de Cuatroca.

Un abrazo

Justo dijo...

SENSES: Yo creo que te va a encantar; ¡si hace falta te la mando yo, que veo que no te decides! Y la mayonesa ya sabes, jaja..

UNO: Fui yo, fui yo, además reiteradamente, jaja.. lo mismo, ¡lo tienes que leer! Los tienes que leer, a los dos.
Pero me has dejado muerta con lo del Petit Paris, ¡quiero ir! ¿Está todavía? ¿Y en Cuatroca? ¿Habrá que seguir pidiendo reserva con tanta antelación? ¡No me dejes en vilo!

Muchos besos a los dos

Justo dijo...

¡Ay, Uno! Que me acaba de decir mi chico donde está le Petit Paris, jaja, lo recuerdo, enfrente de un piso que estuve visitando en Bravo Murillo, y al principio, por el nombre y todo, pensamos que era un bar de vida alegre, jaja..

Nada, tenemos que visitarlo, y si nos casamos, lo celebramos allí.

Uno dijo...

Llegó a ser una cadena. Los bajos del desaparecido cine Metropolitano, los bajos del desaparecido cine Savoy y otros mas...No recuerdo si todos con el nombre de Petit Paris.
El que lo montó era hijo de un pintor de brocha gorda con una familia de, creo recordar, 5 hijos. Ya de niño se veía que era un triunfador. Se llevó a la chica mas mona del barrio.
Cuando quieras lo rodamos.

Javier dijo...

Es que la mahonesa, o se dice matinesa....Ahora no se, es fundamenta, mira que si luego acabas en urgencias. Yo conozco a alguien así, sip, sip....