ORGULLO SIN PREJUICIO EN BRIGHTON (I)

En Brighton, como son ingleses, celebran el Orgullo Gay cuando les da la gana, en este caso durante la primera semana de agosto -imagino que porque ello cuadra bien con la condición costera y turística de la ciudad-. Es el mayor evento de este tipo en el país, por encima de Londres -aunque sea precisamente gracias a la comunidad LGTB londinense, que se acerca en apenas una horita de tren-.
Este año el lema era irresistible, Pride no Prejudice -en homenaje a Jane Austen, la insigne residente de la ciudad rival de antaño, Bath-, y por supuesto que nos acercamos desde la city, con mucha ilusión y ganas de pasar un día radiante, y además con amigos irlandeses de mi chico esperándonos allí.

YOUR LOVE IS MY DRUG / KESHA


LO QUE HAY.-
Por la mañana lo que hay es el desfile con carrozas, que me pareció encantador, más parecido a la Feria de Albacete que a la Marcha de Madrid. Después la comitiva se muda para realizar una descomunal acampada en Preston Park, con ambiente como de festival indie, y clima in crescendo de buen rollo y electricidad... Al caer la tarde, la basca se va disgregando para cenar o dar un paseo o relajarse antes de la eclosión nocturna, que no os puedo relatar porque tuvimos que volver a Londres.






URINARIOS DE ÚLTIMA GENERACIÓN.-
Lo de los gays ingleses con los urinarios siempre ha sido una relación muy complicada, no hay más que repasar los escritos de Joe Orton o de Oscar Moore. Pero aún a sabiendas de esa circunstancia, yo no estaba preparado para lo que allí vi, una especie de reserva acotada por una malla turquesa que dentro contenía distintas fuentes circulares -me pareció que no absorbían el líquido, por cierto- donde los usuarios se disponían a mear en corro, con mayor o menor delectación. También en distintas paredes se acondicionó una especie de canalillo. El resultado olfativo era tipo feronoma felino pero a lo bestia, y el visual un cruce entre cómic de Ralf König y peli de Mad Max.





TODO SOBRE MI DESMADRE.-
En nuestro grupo nos fuimos animando a base de vodka con zumo de arándanos -cranberries-, que entra suave y te va elevando al cielo sin que apenas te percates. Por eso, llegado un momento todos necesitábamos levantarnos para estirar las piernas y zambullirnos en el ambiente -en mi caso, como voyeur irredento, también para hacer fotos, y en estas celebraciones no hay problema, porque casi todo el mundo quiere captar la mirada-.
Pero la segunda vez no sé que me pasó.. me sentí llevado por un impulso irrefrenable, ya ahíto de vodka y de arándanos y con el zumbido musical de fondo: me sentía ligero y sagaz, a pesar de que lo más probable es que fuera a dar arcadas al baño, para descargar... mas en lugar de eso se me ocurrió subir a un cachivache festero -hay una feria instalada en el parque- que no sabía ni en qué consistía, atraído por la chillona entrada con un telón siniestro, como de David Lynch. Una vez dentro descubrí con horror que se trataba de un torbellino de esos en los que tienes que ir pegado a la pared como una lapa para no estamparte en el centro... me cogí de la mano de los de al lado, me encomendé a Judy Garland y cerré bien los ojos... Lo curioso es que todo salió bien y se me quitó el mareo de golpe, como cuando con un susto te espantan el hipo.

BREAK YOUR HEART / TAIO CRUZ






PASABAN POR ALLÍ.-













(MAÑANA O PASADO MÁS, que si no va a ser una mega-entrada.
Sonando como fondo dos de mis canciones favoritas de este verano, totalmente intrascendentes y superficiales, como la ocasión requiere: KeSha -esa chica de la foto, que se parece a Fey en su primera época- con el tercer sencillo de su primer disco, Your love is my drug -es también autora, no penséis- y precisamente desde UK el sensual Taio Cruz con su pegadizo Break your heart.)