lunes, 10 de agosto de 2009

CASI BARRIDOS POR LA MAREA











Sé que el flujo de las mareas tiene que ver con los vaivenes de la Luna, pero no acabamos de cogerle el tranquillo, ya que un día a las siete hay que apresurarse y dejar la playa para que no nos trague el mar, y al siguiente a la misma hora se atisban kilómetros de arena.. mejor no enterarse del misterio. No hay un día igual a otro en esta costa bretona que se transfigura... las combinaciones de sol y bruma, de cielo y mar diferentes parecen inagotables.

13 comentarios:

Champy dijo...

La mente cuando baja la marea, por puro instinto de conservación, activa un mecanismo de defensa, para que no se ahogue el corazón...

Te envidio.

2046

Santy Trombone dijo...

que diferente del caluroso Mediterráneo, me cambiaba ya mismo de mar... también te envidio.

Anónimo dijo...

¿Cuál o quién de los dos es el fotógrafo? A quien sea, enhorabuena. ¡Qué maravillosas instantáneas!

Justo dijo...

No me envidiéis.. estoy muy bien, pero lo importante es la compañía, y sentirse relajado.. También quisiera yo conocer Monterrey, Champy.. y tú lo conoces tanto que ni le das valor seguramente.

Por lo demás, esta región que no conocía es maravillosa; me recuerda mucho a nuestro Norte, se parece bastante en realidad.

Las fotos son casi todas mías, Juan, muchas gracias. Es lo bueno que tienen las cámaras digitales, con las otras me daba pereza comprar carretes y mandarlos revelar y apenas hacía...

Abrazos

marichuy dijo...

Justo

Hace mucho tiempo leí una novelita de Luis Sepúlveda, “Diario de un Killer Sentimental” y de todo lo que ahí cuenta (es breve, muy sencilla), lo que más se me quedó grabado fue el sueño del Killer: lo que más ansiaba ese extraño hombre era retirarse del “negocito”, para irse a vivir –y envejecer- frente al Mar de Bretaña. Y luego, una amiga que vivió unos años por aquellos lares me contaba que el olor del mar frío -como es el de allá-, es muy distinto del olor que emana el cálido mar que tenemos por estas tierras.

Así que yo tengo que conocer ese mar… algún día será.

Un beso

Champy dijo...

Espero que no estes esperando que te invite???

Tu puedes venir el día que tu quieras, que yo te haré 2046 fiestas, es mas si tu quieres recorremos todo México, no solo Monterrey, aunque ahorita como estan las cosas no es muy seguro que digamos....

Sabes que me haría muy feliz.

2046

José Angel dijo...

Dicen que la plage du Sillon es de las más cómodas del mundo. Confírmamelo.

El Deme dijo...

Maravillosas fotos de la Bretaña, la que más me gusta es la de los dos papás con los dos niños, me parece muy auténtica. Adoro Francia, yo soy de esos que se tragan el Tour en la tele para ver los paisajes, ¿qué tal los quesos?. Verdaderamente parecen unos sitios muy románticos, para pasear, con rincones calmados. Un beso, Justo.

pon dijo...

Cambia con las fases de la luna, dicen.
Yo mira, hijo, el norte es muy bonito, muy verde, muy tal......pero hace virugi y no mola todo el dia nublado. Eso de ir a la playa y tener que llevar polar, en invierno vale, pero en verano no me hace maldita la gracia.
Celorcito fetén.

molano dijo...

Recorrí Bretaña en coche un invierno, igualmente bellísima y supongo que mas vacía.¡Ganas me dan de hacer mi post! Pues eso, que mucha envidia. Esta noche me voy de crepes.

Capri c'est fini dijo...

¿Se puede tener más clase que la llorosa costa bretona? Muy buena elección, monsieur.

Se imponen los post veraniegos, yo también he caído.

Un abrazo.

Justo dijo...

El olor, sí, Marichuy, me impresiona, es muy fuerte y atrayente al mismo tiempo, como si fueran los feronomas del mar en celo. Tiene que ser bonito retirarse aquí.

Champy, algún día te tomaré la palabra, dalo por seguro, me apetece mucho, quiero conocer México antes de ser viejecito.

En invierno esto tiene que ser increíble, Molano. Pero ahora estoy en Quiberon, Pon, al sur de la región, y hace muy buen tiempo.

Quesos sí y romanticismo también. La gran playa de Sillon es bella, no muy cómoda porque has de estar pendiente de las mareas.

Ya sabía que te iba a gustar el destino, mi francófilo Capri...

El Deme dijo...

"Quesos y romanticismo", sería un gran título para una novela.