`CASSANDRA´S DREAM´ Y OTRAS PELÍCULAS QUE HE VISTO (I)

CASSANDRA´S DREAM: Woody Allen se convierte.
D. Woody Allen. Collin Farrell, Ewan McGregor.
Golem, Madrid.

Tercera película británica -Match Point, Scoop- de nuestro querido director, y a mi modo de ver tan buena como las dos anteriores. El dilema moral, como viene sucediendo periódicamente en su cine desde Delitos y faltas, vuelve a ser el protagonista. Puedes mejorar notablemente tu vida desde el punto de vista material con tan sólo cometer un asesinato, del que nadie sabrá nada después, que se borrará poco a poco de tu vida. Pero si en Delitos y faltas daba la impresión de que el recuerdo de Anjelica Huston sí se esfumaba de la vida de Martin Landau, en Match Point no veíamos tan claro que a Jonathan Rhys Meyer le compensara cargarse a Scarlett Johansson, y aquí las dudas se acrecientan....
El personaje fenomenalmente interpretado por Colin Farrell -está hecho un actorazo, hay que empezar a tomarle en serio- se sume en un pozo de desesperación y culpa, que nos hace pensar que Woody Allen ya no tiene tan claro, como antes, que Dios no existe, o por lo menos se nos ha vuelto creyente al modo de Levin en Anna Karenina o de Henry James: qué más da si existe un dios o no, lo importante es que nos rijamos teniendo en cuenta la idea de lo trascendente, que nos eleva a un código de conducta elevado.

En El sueño de Cassandra hay también cine social -del bueno, no del estereotipado- y una máxima de fondo, que preside todo el cine del último Allen: el éxito económico, la ostentación material tiene, siempre, un precio.
A mí me parece excelente esta película que tiene además una banda sonora muy sugestiva y nada obvia de Philip Glass.

THE INNER LIFE OF MARTIN FROST: La musa no completó la faena.
D. Paul Auster. David Thewlis, Irène Jacob, Michael Imperioli.
Renoir Plaza de España, Madrid.


Es lógico que un escritor se preocupe por las musas, y por sus veleidades. De ahí la idea de esta película sobre una musa -Irène Jacob, a quien recordamos en Rojo, de Kieslowski- que aparece de repente en la cama de David Thewlis y le obliga a escribir un buen relato. El problema es que, cuando éste se va completando, ella también desaparece...

La peli es en conjunto flojita, y para mi gusto lo mejor es la interpretación de Michael Imperioli, nuestro sobrino sexy de Los Soprano, que en clave cómica está formidable: ¡guapetón!