INVITA AL FANTASMA DE LAS NAVIDADES PASADAS

Felices Navidades a todo el mundo desde este rincón bloguero.

Soy de los que si ven una tinaja llena de gente chapoteando se mete dentro.
No me asusta ensuciarme ni que me salpique agua en los ojos ni me da pereza secarme después, ni me importa demasiado pasar frío o calor o que alguien aproveche allí la confusión para decir algo inoportuno; me encanta reír a carcajadas, y rozarme con las demás personas, y que me cuenten cosas, y contarlas yo, y vivir a fondo ese momento que enseguida se desvanecerá en el recuerdo.
Mi tendencia es la de celebrar y compartir y conocer.
Y siempre hay un instante -que puede ser en las uvas, o en las cenas, o en sus preliminares, cuando salimos con los amigos por las calles frías, expectantes- en que nos sentimos íntimamente en conexión con quienes nos rodean, con quienes tenemos en mente aunque ya no veamos, con quienes ya nunca estarán físicamente pero no han dejado de acompañarnos.

Lo mejor para esquivar el fantasma de las navidades pasadas es invitarle directamente a casa.
Yo ya lo he hecho.
Así se esfumarán tristezas y desasosiegos. Mirándonos a la cara, cenaremos con tranquilidad juntos, compartiremos el pavo y brindaremos con cava o sidra a los postres y cerraremos cuentas, al tiempo que diseñamos proyectos futuros. Y además homenajearemos así a Dickens y a su Cuento de Navidad y a Mr. Skrooge, que siempre vuelven -ahora se edita en CD una versión nueva, que están emitiendo por entregas en La ciudad invisible de Radio 3-.
Y si me permitís un consejo, queridas amigas y amigos -yo estaré encantado de oír los vuestros-: que ni la política ni la religión sean centro de nuestras vidas, o por lo menos que no interfieran en la valoración ni en el cariño hacia vuestras personas allegadas.
Y ahora os dejo, que me zambullo de nuevo en la tinaja: ¡hacedme un hueco!

((Las imágenes pertenecen a Paula Rego, pintora portuguesa del 35, afincada en Gran Bretaña, y cuya obra podéis ver en el Museo Reina Sofía de Madrid hasta final de año. Es la exposición más ambiciosa que se le ha dedicado, aunque ella goza ya de un gran prestigio internacional y, creedme, merece la pena acercarse y perderse en los vericuetos de esta muestra impresionante)).