jueves, 19 de junio de 2008

ORIGEN DE LAS NOCHES TOLEDANAS


En ese tiempo vivía en Toledo un caballero que tenía un palacio muy grande, pero muy vacío porque era pobre.
El caballero tenía un pariente, un hidalgo campesino que le mandaba todos los años, por Navidad, por lo menos un jamón, y el caballero le mandaba a su vez con el recadero una carta dándole las gracias y diciéndole que cuando quisiera podría disponer de su casa de Toledo.
-Él se creía que no iba a venir nunca a Toledo el hidalgo, pero una tarde se presentó montado a caballo y dijo que venía a pasar una temporada muy larga en la corte (...)

(...) entonces se les ocurrió la idea de ahuyentar al huésped indeseable con la invención de la noche toledana.

-Trajeron mucho vino que tenían en la bodega y reunieron todas las limosnas de pan y aceite y sardinas en lata y todas esas cosas buenas que les habían dado, y le dijeron al hidalgo que ellos ya habían cenado porque en Toledo se cenaba tempranito. Y en el vino le pusieron a aquel hombre unas yerbas para dormir, y en seguida tuvo sueño. Lo metieron en una habitación sin ventanas, y lo acostaron. Y cuando fue el día siguiente, ya a mediodía, el hidalgo se despertó y estaba a oscuras como si fuera de noche y llamó muchas veces porque tenía hambre.

(...) El huésped llamaba y aparecía un criado tembloroso en camisa de noche y con un farol en la mano y pedía por Dios que se calmase el hidalgo, porque faltaba mucho para amanecer y el emperador había prohibido que durante la noche hicieran ruidos en las casas y también que nadie saliese a la calle y que nadie encendiese las cocinas.

-Y eso no era verdad, pero el pobre hidalgo se lo creyó porque era tonto y decía al final, desesperado, que llamasen a su primo el caballero toledano, y cuando ya era otra vez de noche llegó el primo, también en camisa de dormir, y le dijo lo mismo que los criados: que faltaba muchísimo para amanecer.
Pero el hidalgo de provincias rogó que al menos le llevaran a algún sitio donde pudiese ver ese amanecer tan deseado.


-Y entonces llevaron al hidalgo a una galería abierta que daba a un jardín interior y le dejaron allí sentado en un sillón muy duro, muy duro, sin cojines ni nada y se quedó con la boca abierta porque era de campo y entendía el cielo y veía que faltaba mucho para amanecer.
El dueño de la casa le dijo que tuviera paciencia porque las noches de Toledo no eran como las noches de otros lugares.
"Primo mío, primo mío, la noche toledana es distinta, es una noche muy larga, muy larga...".
Una noche que duró dos noches con un día en medio, y al amanecer del segundo día el caballero del pueblo no quiso saber más de Toledo, dijo que nunca más volvería a pasar una noche toledana y se montó en su caballo y se fue a galope, y no quiso desayunar y todos se alegraron y todos se rieron. Y fin
.



((Cuando decimos en España -no sé si en otros países hermanos- que alguien ha pasado una noche toledana significa que ha dormido fatal, o nada, o que se le ha hecho eterna la noche. Hay muchas leyendas y explicaciones en torno a este dicho, pero yo prefiero la que os he transcrito, narrada por Carmen Laforet en su novela Al volver la esquina, que se publicó hace sólo cuatro años a título póstumo.
¡No diréis que no os da ideas para deshaceros de huéspedes indeseables!
Al volver la esquina es la segunda parte de La insolación, que en mi humilde opinión es una de las novelas más maravillosas publicadas en el siglo XX en España. Porque la gran Carmen Laforet no sólo escribió Nada)).

IMÁGENES: arriba, Toledo vista por El Greco; la Mala Noche de los Caprichos de Goya; un fotograma de Mala Noche, de Gus Van Sant, y Carmen Laforet, bella.


ANA Y JOHNNY: CHICO Y CHICA
En la barra de vídeo, homenaje a uno de los más genuinos -y ahora injustamente olvidados- dúos de música popular en español de las últimas décadas -yo tengo la discografía completa, aunque no es mucha, la verdad: gracias a la colección Ramalama-, y que hay que comenzar a reivindicar ya: Ana y Johnny -que primero fueron de Los Magos de Oz-: Yo también necesito amar, setentísimo y lazaroviano; no es su mejor canción -mi preferida es Y te amaré-, sí la más conocida: ni la increíble letra ni el estilismo de los dos artistas -que eran pareja real- ni las interpretaciones tienen desperdicio alguno:

Óyeme, ahora vamos a conversar, yo sé que tú necesitas también amar..
¡¡Y el final metafórico a grito pelado!!:
Tómame, libérame del pudor, y muéstrame tu cielo confortador..
Nunca nadie antes pidió de manera tan enrevesada que le echaran un casquete..

Bueno, mira, casi que lo planto aquí abajo también que si no a lo mejor no lo véis y esto es de VISIONADO OBLIGATORIO. Ay, ya casi me han salido dos entradas en una.

5 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

una historia curiosa. y una confesión, yo no pude acabar Nada, lo siento.
me encanta que hayas puesto Ana y Johnny, no te cortes, jajaja, tampoco has sido el primero:
http://unviajeimposible.blogspot.com/2007/06/tal-como-ramos.html
diría que es una actuación en un especial nochevieja, ...era tan pequeña.
tenía un single con ésta, y en la cara b Y te amaré. me encantaba. ahora bien, lo uyo es muy fuerte, tener la discografía completa, jajaja, ;-))

un abrazo.

Justo dijo...

Qué estaría pensando yo en junio de 2007 que todavía no había descubierto tu blog; y justo un año después vuelvo a plantar el vídeo de Ana y Johnny, con lo que la parte de clientela que ahora compartimos dirán que nos o mejor que "me" repito como el ajo.

Es lo que tiene ser "sisters in arms", que seleccionamos los mismos recuerdos: pero a mí eso me gusta. Lo único, que un dúo tan tan hetero, y que tengamos que ser nosotros los que..

Javier dijo...

No sabía el origen de la famosa frase, pero desde luego si es verdad, podríamos definirlo como una granden putaden, jajajajajaja

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Curioso origen de la frase, tampoco lo conocía, y menos de la mano de la genial Carmen Laforet. Sí que acabé "Nada", la leí casi sin respirar, cuando cayó en mis manos, y me marcó profundamente...Es de las únicas novelas de esa generación en la que se puede respirar en cada página que algo cambiará, tarde o temprano...que refleja impresionantemente ese ambiente tan "marrón" que invade la España de esa época... Es una novela contemporánea, por la que no ha pasado el tiempo, al menos a mí me lo pareció...Además, tiene dobles lecturas misteriosas...No es un libro complejo de leer (sí lo es más "Tiempo de silencio", por ejemplo)...pero claro, todos tenemos épocas, momentos, y libros que nos llegan más ó menos. A mí me llegó...
Lo de Ana y Johnny, tener la discografía completa, es un "must" que no esperaba de vd, caballero:-) Genial, ejejje. Además, te digo una cosa, te llega un coleccionista, y mira, Ana y Johnny te pueden salvar una vida...Eso es un tesoro...
Besotes.

Eduardo dijo...

Si no lo has hecho, te recomiendo que leas las memorias de Buñuel y sus noches toledanas.
YO TAMPOCO ACABE "NADA", Senses