martes, 17 de junio de 2008

¡AY RICARDO, CORAZÓN! -DE LEÓN-



Rastreo información sobre Ricardo Corazón de León, porque desde que me embarqué en la lectura de las historietas de Príncipe Valiente, la obra maestra de Harold Foster y uno de los must de la historia del cómic -una saga que abarca desde los años 30 del siglo XX hasta los 70- y desde que leí La cuadratura del círculo, de Álvaro Pombo, me interesan las historias de caballerías y cruzadas, de héroes y antihéroes de la Edad Media, aunque más que en epopeyas rimbombantes me fije en los dilemas morales asociados a ellas y, claro, en los usos y costumbres, especialmente amorosos y eróticos.

MAMÁ LEONOR Y LA CORTE DEL AMOR




















Y La historia del rey transparente de Rosa Montero, me aguijoneó la curiosidad en torno a este personaje -al que ella presenta absolutamente idealizado, nimbado de belleza y ambigüedad- sobre el que tantas veces hemos oído hablar de pasada sin saber en realidad -por lo menos yo hasta ahora- nada de él.
Nacido en Oxford, a orillas del Támesis, en 1157, tercer hijo del rey Enrique II y de Leonor de Aquitania, noble francesa que ha trascendido asociada al romanticismo, a la propagación de costumbres emancipadoras y placeres hedonistas -la suya fue la Corte del Amor, opuesta a la corriente oscurantista del momento, representada por el predicador belicoso Bernardo de Claraval; mujer inquieta, con una vasta historia que incluye romances y murmuraciones de todo tipo, rebeliones promovidas por ella, encarcelamientos sufridos por orden de su esposo y peregrinaje a avanzadísima edad por los Pirineos hasta su muerte en la célebre abadía de Fontevrault a los 82.


Con una madre con semejante currículo, ¡quién no toma partido por ella y repudia al padre que la increpa y la molesta!
(Freud aún no había hablado del complejo de Edipo, pero éste ya existía, si nos fijamos en todas las crónicas de la época, que sitúan esa relación en la órbita casi de infatuación de madre e hijo predilecto).
Y tomar partido por Mamá Leonor fue lo que él hizo sin dudar a los dieciséis, alma sensible y despiadada a un tiempo, que habría de regir, al doblar esa edad, los destinos de su país. Un destino que parece descuidó -llegó a decir que si encontrara comprador vendería Londres- embarcado como estaba en la Cruzada de la Cristiandad contra Saladino, rey de Siria, Egipto y Palestina -¿os suena?-, y con compañías tan memorables como la del emperador alemán Federico I Barbarroja, que murió ahogado en uno de estos tremebundos episodios.

Intentar desentrañar los misterios de su personalidad con el manojo de valores de hoy es labor imposible, porque ni a los dieciséis entonces se era adolescente, sino hombre hecho y derecho, ni tan siquiera haber acometido directa o indirectamente exterminio se puede medir con nuestra escala, aunque, claro, nos horrorice saber la cantidad de personas que cayeron batidas bajo el mando de este, dicen, aguerrido e intrépido caballero a cuyo carisma -parecen coincidir todos los cronistas, y no sólo los que realizan panegíricos, no había cristiano que se resistiera-.

GOZADOR Y LASCIVO POLIVALENTE

Fue un hombre con una regular educación, compuso poesía en francés y en occitano, también se decía que era muy atractivo, con cabello rojizo y rubio, ojos claros y complexión pálida. Aparentemente tenía una estatura mayor a la del promedio, pero dado que sus huesos se perdieron durante la Revolución Francesa, no se conoce su estatura exacta. Hacia el fin de su vida tuvo sobrepeso: así es descrito en la página Último reducto.

Pero miremos a su sexualidad. Si en la novela de Montero se decide a tirar los tejos nada menos que a Bernardo de Claraval y posteriormente se le atisba clamando amargamente al cielo para que perdone sus pecados contra-natura, es verdad que ya casi nadie niega -ni siquiera la Enciclopedia Británica- lo que parece es evidente, que Ricardo, como mínimo, profesaba conductas y actos amorosos en plural.
Sobre ello hay una interesantísima disquisición en el blog Berenguela de Navarra -que fue su esposa-, donde se llega a la conclusión de que fue menos pedófilo que su padre, bisexual, gozador y lascivo polivalente, lo que contrasta algo con la imagen angelical que a veces se ha propagado de él; claro que, en el extremo opuesto, también le han calificado de caníbal homosexual quienes aseguran que se comió la cabeza de un sarraceno hervida y aderezada con azafrán.

Entre su LISTA DE AMANTES conocidos o supuestos:


Sancho VII de Navarra, el Fuerte -que por cierto devastó Soria y Almazán, os podéis hacer una idea de cómo se las gastaba viendo esa ilustración suya al ataque-, pasa por ser uno de sus amantes iniciales. La cosa no tendría mayor trascendencia de no ser porque Sancho era hermano de Berenguela, esposa de Ricardo que, dicen, estuvo enamorada hasta las trancas de su guapo esposo, la pobre -aunque no está claro que éste no la correspondiera, al menos fugazmente y aunque no tuvieran descendencia, porque ella era también bella e inteligente; pero no sabemos de qué modo habría de ser esa supuesta correspondencia, ya que en el currículo negro de Lionheart figuran también, aparte de episodios de violencia antisemita, una serie de violaciones, suponemos que a mujeres-.

-Pero antes, en su primera juventud, en Francia -dónde si no- se habla de un príncipe gallardo, Philippe, que quizá le introdujo en las artes amatorias. Ah, la jeunesse!

-¡El sultán Seljuk Saladino!
Su rival.
Con lo que la historia tiene -o tendría, de ser verdad, bemoles-. Lo que sí parece cierto es que hubo intercambio de cariñosos regalos entre ambos, a raíz de una dolencia estomacal de Ricardo, quien correspondió al sultán de seductores ojos negros con el presente de una gata arrebatadora.

-En la III cruzada, cuentan en la página Historia conocida -donde se define a Richard como mal hijo, mal esposo, mal rey, pero galante y bravo soldado- se habla también de la compañía de un tal Humphrey, noble franco-sirio algo afeminado que fue muy cercano.


-Mucho se ha especulado también sobre hasta dónde llegó su entendimiento con el rey de Francia, Felipe Augusto, aunque según el completo estudio que leemos en el blog Berenguela de Navarra, no podemos atenernos a la literalidad de determinadas expresiones que se transcribieron; de ser así, también fueron amantes el padre de Ricardo y uno de sus hijos, claro que ¿a quién le extrañaría?

En 1199, Ricardo moría en Limousin a los cuarenta y dos años, diez después de haber sido herido en el hombro por una flecha envenenada durante un asedio.
Poco podría imaginar entonces que, muchos siglos después, se siguiera fabulando tanto sobre su ardor guerrero y amoroso como sobre su condición política y moral.

((Información biográfica e ilustraciones recogidas de distintas páginas, no sólo Wikipedia; Berenguela de Navarra, Vidas de fuego, Biografías y vidas, Enkidunmagazine, Bolsa de noticias, Ricardo Corazón de León, Reyes y Piratas, El caballero y la espada, Ciudad Tudela, Historia de Vascos y Vascones, El Mundo Magazine, creo que no me dejo ninguna, pero hay imágenes que no sé de quién son, como la que encabeza la entrada. Eso sí, los bonitos dibujos de Leonor de Aquitania son obra de Tom Tierney)).

12 comentarios:

Casanova dijo...

Leonor fue mucha Leonor,en el cine la gran Katharine Hepburn en The Lion in Winter.
Hay una versiòn televisiva con Glenn Close.Dos mujeres de fuerte caràcter

Javier dijo...

Y de que nos vamos a extrañar, crecer a la sombra de una madre como Leonor de Aquitania marca, y creo que le marcó mucho, en cuanto a luces y sombras, bueno todos tenemos las nuestras, lo que pasa es que a veces se tiende a idealizar, pero siempre hemos de colocar la historia en su contexto, y bueno en aquella época se llevaban otras costumbres, ni mejores ni peores, simplemente diferentes.

senses and nonsenses dijo...

pues a mí lo que más me interesa, coincido con todos, tb es leonor de aquitania, lo siento. el personaje histórico favorito de mi ex. y tb tengo a la hepburn como la mejor leonor posible.
muy grandes, ambas...

un abrazo.

Anónimo dijo...

Pues el cuarto espejo también refleja a Leonor. Curioso nombre para una infanta que, lo más probable, nunca llegue a reinar porque no veo yo a ese padre suyo en ningún lado, salvo en unos juegos olímpicos, una vez, hace muchísimo tiempo ;P

Me ha parecido interesante; desde que tuvo un roce antinatura a que en Londres ya lo admiten y no pasa ná.

Lo que sí que me gustan son los leotardos... lamerlos más que llevarlos, pero, si, lo que insinúa más que muestra; que me pregunto si no será así con esos personajes históricos... Me refiero a que si profundizas... bueno, no, no creo que sea tan terrible como conocer en persona a un escritor que admiras, o verlo una mañana en un programa rosa, pero, cierra un ojo por si acaso.

Besos con los ojos wide open

Pablo Salvador dijo...

que buen post t ehas pasado muy interesante.

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

En mi libro con ilustraciones de niño, sobre Ricardo Corazón de León, no venía lo de Sancho, ni nada de nada, de nada...
Es verdad que Leonor de Aquitania y la Hepburn...buuuf.
¿Y una máquina del tiempo pal ligoteo? Sería genial, claro...Aunque en esas èpocas no había Axe, ¿no? Anda que no tenían que oler tós a choto:-)
Qué reconstrucción haces...buuufff.

El Deme dijo...

Justo, una entrada total.Me ha llegado al alma porque Ricardo es hermano de Leonor de Inglaterra, esposa de Alfonso VIII, ambos inmortalizados en la preciosa portada románica de Santo Domingo en Soria. Por cierto, ese Sancho, el cuñao, qué malo ¿no?. Pero ves, por lo visto también le ponía. Y es que yo creo que no podemos juzgar los roles sexuales de ahora con los del siglo XII, en aquellos tiempos había mucha adrenalina suelta, con tanta batalla...Y las conductas políticamente judeocristianas aún no habían llegado...

El Deme dijo...

Perdona, ya te has fijado dónde está La Violeta en Canalejas?

Justo dijo...

De todas vuestras aportaciones, permitidme que rescate una, la de mi antwaters -que ya no es alx, sino ant- y su confesión sobre los leotardos.. que me parece muy interesante.

Besos.

Ah, no tenía ni idea de que la Hepburn -ni mucho menos Glenn Close- habían encarnado a Leonor en la pantalla.
¿Y decís que lo hizo bien? Me fío, pero en principio me suena raro, no sé, la veo un poco envarada, a la Hepburn, para ese papel..

Champy dijo...

Gran trabajo Justo.

Siempre hay algo nuevo por descubrir, me intrigan sus arrestos...

Y las benditas madres siempre tras estos seres...

Siempre ellas....

Saludos.

Manuel dijo...

Hola.
Sé que llego tarde a comentar el artículo de esta entrada (ha sido la casualidad la que me ha traído hasta aquí). Aún así, como autor del blog sobre Berenguela de Navarra que comentas, creo necesario dejar este comentario para realizar, principalmente, dos puntualizaciones.

La primera. La conclusión sobre la sexualidad de Ricardo a la que te refieres no es mía, sino de Jean Flori, uno de los mejores biógrafos de Ricardo. La mía, todavía por escribir, será bastante distinta.

La segunda. No estando nada clara la posible homosexualidad de Ricardo, me parece poco serio elaborar una lista de sus amantes. Sería comprensible que se aludiera a Felipe Augusto de Francia, por ser un comentario sobre su relación con Ricardo la que ha dado origen a las hipótesis sobre su homosexualidad; pero para nada es justificable que se incluya en esa lista a Sancho el Fuerte (y otros). Ciertamente, últimamente ciertos literatos de tres al cuarto han insinuado esa relación, pero su única argumentación es su retorcida imaginación. Ninguna fuente da pie a afirmar, siquiera, que hubieran llegado a conocerse personalmente. Por tanto, ir más allá es, cuanto menos, una frivolidad. En este sentido, te recomiendo leer el artículo (más concretamente el último párrafo) titulado "Ricardo, Sancho el Fuerte y el Torneo de Pamplona" que también encontrarás en mi blog sobre Berenguela. No sigamos este juego nazi de convertir en verdades las mentiras mil veces repetidas.

Sinceramente, te recomiendo que si estás interesado en aproximarte a conocer de verdad a Ricardo, leas la biografía de Jean Flori: "Ricardo Corazón de León. El rey cruzado". Es de lo poco decente disponible en castellano. Está muy bien documentado y permite acceder a gran parte de las fuentes originales. Y es que, si no se citan las fuentes, todo es generalmente pura charlatanería.

Saludos.

Justo dijo...

Pues encantado de saludarte, Manuel.

Seguramente leeré las fuentes que citas; tienes razón en el sentido de que a veces se habla por hablar. En mi caso, desconozco casi todo sobre Ricardo Corazón de León, y me he limitado a transcribir lo que han dicho otros.. lo que ocurre es que es muy difícil discernir las fuentes que son verosímiles y las que no..

Y es posible que estemos pasando de la negación mayor -nadie era homosexual en la antigüedad- a lo contrario, imaginar que casi todo el mundo lo era.. aunque claro, el concepto de homosexualidad es muy reciente.

Un saludo y muchas gracias por tus aclaraciones