Eran de la misma generación -Sancho nació en Madrid en 1936 y Juan Luis en San Roque (Cádiz) en 1940-, y tenían varias cosas en común: bien conocidos y queridos por el público, respetados por la crítica, aunque no acabaran de estar en primera línea, sorteando siempre los avatares de las erráticas carreras de los actores españoles. Galanes, sin duda. ¿Cabezotas? Digamos mejor pertinaces. Cabe intuir que francos, amigos de sus amigos, desprendidos y locuaces, también quizá temibles en sus malos momentos. O no. Les echaremos de menos,mucho.
SANCHO GRACIA
En el éxito de Curro Jiménez jugaron el color, los bellos escenarios, la música; el elenco de actores -los principales, Sancho Gracia, Álvaro de Luna y José Sancho, con guapísimas actrices que cambiaban con los episodios-. Curro era un Robin Hood serrano, y también un poco el Jabato de los tebeos, si bien a diferencia suya había un componente sexy nada contenido: a los niños de entonces nos llamó la atención la facilidad con que cambiaba en cada capítulo de partenaire amorosa, y lo fogoso de sus aproximaciones eróticas, a las que ninguna hembra se resistía -los restos del festín quedaban para el Estudiante o el Algarrobo-. Sancho, que también dio vida a un famoso camionero en la pantalla, más que galán era macho de una pieza, recio arquetipo que impresionaba y no dejaba lugar a duda o ambigüedad alguna: lo del nuevo hombre llegaría después y estaba claro que con él no iba la cosa -con su hijo Rodolfo Sancho, sí, por ejemplo-. Como actor quedó marcado para siempre por este personaje -aunque no creo que a él le importara- si bien continuó trabajando mucho para el cine, normalmente componiendo estupendos personajes secundarios en esa línea de virilidad basada en la fuerza sin resquicios.
JUAN LUIS GALIARDO
Juan Luis Galiardo tuvo dos -o quizá tres- etapas muy diferenciadas como actor, y aunque me parece que él se hartó un poquito de la primera, yo soy fan confeso de ese clisé que tanto le hicieron repetir de bon vivant venido a menos, o macarrilla de buena familia, que él bordaba en esas producciones torremolinescas que se fabricaron -y consumieron- como churros en el desarrollismo. A esta etapa pertenece, por ejemplo, Las nenas del mini mini, de Germán Lorente (1969).
Aunque un año antes trabajara para una película rara en la filmografía suya y en la de Carlos Saura, su director: Stress-es tres-tres (1968), un esnobismo existencialista que rodó con Geraldine Chaplin y que hubiera merecido mejor fortuna. Juan Luis estaba ahí guapo como nunca.
Después y tras un paréntesis suponemos que nada fácil -un punto y aparte lo supuso su Don Quijote televisivo para Manuel Gutiérrez Aragón en 2002-, llegó la etapa ahora más recordada: la de maduro anarcoide con encanto y desparpajo a raudales, y con un punto acentuado de excentricismo solipsista. Yo personalmente agradecí mucho su participación en Clandestinos, la iconoclasta película de Antonio Hens (2007).
SANCHO GRACIA
Parece un galán del cine mudo, ¿verdad? |
En el éxito de Curro Jiménez jugaron el color, los bellos escenarios, la música; el elenco de actores -los principales, Sancho Gracia, Álvaro de Luna y José Sancho, con guapísimas actrices que cambiaban con los episodios-. Curro era un Robin Hood serrano, y también un poco el Jabato de los tebeos, si bien a diferencia suya había un componente sexy nada contenido: a los niños de entonces nos llamó la atención la facilidad con que cambiaba en cada capítulo de partenaire amorosa, y lo fogoso de sus aproximaciones eróticas, a las que ninguna hembra se resistía -los restos del festín quedaban para el Estudiante o el Algarrobo-. Sancho, que también dio vida a un famoso camionero en la pantalla, más que galán era macho de una pieza, recio arquetipo que impresionaba y no dejaba lugar a duda o ambigüedad alguna: lo del nuevo hombre llegaría después y estaba claro que con él no iba la cosa -con su hijo Rodolfo Sancho, sí, por ejemplo-. Como actor quedó marcado para siempre por este personaje -aunque no creo que a él le importara- si bien continuó trabajando mucho para el cine, normalmente componiendo estupendos personajes secundarios en esa línea de virilidad basada en la fuerza sin resquicios.
CURRO JIMÉNEZ / Intro
JUAN LUIS GALIARDO
Juan Luis Galiardo tuvo dos -o quizá tres- etapas muy diferenciadas como actor, y aunque me parece que él se hartó un poquito de la primera, yo soy fan confeso de ese clisé que tanto le hicieron repetir de bon vivant venido a menos, o macarrilla de buena familia, que él bordaba en esas producciones torremolinescas que se fabricaron -y consumieron- como churros en el desarrollismo. A esta etapa pertenece, por ejemplo, Las nenas del mini mini, de Germán Lorente (1969).
Aunque un año antes trabajara para una película rara en la filmografía suya y en la de Carlos Saura, su director: Stress-es tres-tres (1968), un esnobismo existencialista que rodó con Geraldine Chaplin y que hubiera merecido mejor fortuna. Juan Luis estaba ahí guapo como nunca.
Juan Luis, en la cama con Fiorella Faltoyano |
Y casi a continuación llegó el destape, con títulos que se juzgan olvidables -pero que algunos nunca olvidaremos- como una película que para mí es una debilidad -aunque sólo la viera años después y por TV- El límite del amor, de Rafael Romero Marchent (1976), con las guapísimas Charo López y Didi Sherman -entonces pareja de Valerio Lazarov, y que también se lanzó a la canción, y uno de los que compró el single por supuesto fui yo-. Por cierto, que uno de los múltiples carteles que se editaron para la película aparecía en Death proof, de Quentin Tarantino (2007).
Después y tras un paréntesis suponemos que nada fácil -un punto y aparte lo supuso su Don Quijote televisivo para Manuel Gutiérrez Aragón en 2002-, llegó la etapa ahora más recordada: la de maduro anarcoide con encanto y desparpajo a raudales, y con un punto acentuado de excentricismo solipsista. Yo personalmente agradecí mucho su participación en Clandestinos, la iconoclasta película de Antonio Hens (2007).
SANCHO Y JUAN LUIS, TANTO MONTA...
CON CARIÑO DESDE KORADOR A DOS GRANDES ACTORES ESPAÑOLES
8 comentarios:
Destacar de la gran trayectoria profesional de Sancho Gracia, ademas del gran Curro Jimenez, grandes e inolvidables trabajos como Jarabo o el entrañable Atanasio de la pelicula Entrelobos y muchos más.
Galiardo, Sancho,os queremos y os echaremos mucho de menos.
Álex de la Iglesia le dio a Sancho un papel maravilloso en 800 balas, donde hacía de secundario del western almeriense que había conocido a Clint Eastwood.
Galiardo se lucía en las películas de García Sánchez, Hay un camino a la derecha, por ejemplo.
Los dos tenían unas voces potentes, masculinas, viriles, verlos aparecer en la pantalla era llenarla.
no he visto lo del curro, por aqui se le conoció por las películas de Alex de la Iglesia que hizo estas últimas decadas.
Estupenda entrada Justo.
Yo creo que los dos consiguieron convertirse en buenos actores pero tengo sentimientos encontrados respecto a ellos. Son personalidades que me ponen nervioso.
Nunca he visto un capítulo completo de Curro Jimenez.
En esa joya que es el Canal 8, que no deja de darme sorpresas, vi hace unos días a Juan Luis en una de aquellas historias imposibles con Sonia Bruno ( que me quitó a Pirri). En esa epoca Juan Luis estaba demasiado guapo para ponerle reparos.
Un abrazo
A mi me pasaba como a Uno con Galiardo: su personalidad me ponía nervioso, pero aún así le apreciaba. Sancho, sin embargo, cada vez que aparecía en la televisión me daba una especie de sosiego. Yo también les echo de menos
MERCHE: Desde luego, Sancho Gracia se labró una gran carrera. Yo ahora me acuerdo del papel que hizo en Cachito, la adaptación que hizo Enrique Urbizu de un relato de Pérez Reverte.
Bienvenida, Merche, gracias por comentar.
DEME: Tenían una personalidad muy acusada ambos, mucho..
DAMIÁN: Ya veo que su papel en 800 balas caló en el público. Yo no la vi todavía..
¡Bienvenido!
UNO: ¡Qué buenas las películas del canal 8! El otro día pasaron una de Analía Gadé y Fernán Gómez, y bueno me dio tanta alegría que pronto dedicaré algo también a Analía, que la tenemos muy abandonada.
No me habías contado lo de Pirri, jaja.. qué mala, la Bruno. En cuanto a ellos dos, entiendo lo que dices, eran muy personales, entonces tanto te entran como no.
SUFUR: Sufurcillo.. si te daba sosiego Sancho Gracia debe ser que te gustan los padrazos, con lo bueno o lo malo.. o los oseznos, jaja..
Un abrazo fuerte a todos
Sancho Gracia: 800 balas
cierto, en Cachito, estupendo.
Juan Luis Galiardo: Familia
y como Millán Astray en Madregilda, que tb estaba Lina Canalejas...
Es curioso, Senses, hoy he leído una entrevista antigua de Fiorella Faltoyano, y le preguntaban los galanes del cine español que le habían puesto en su momento, y citaba precisamente a estos dos..
En sus carreras -erráticas, como las de la mayoría de los actores y actrices del cine español- hubo grandes papeles.. me queda por ver 800 balas.
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