martes, 5 de mayo de 2009
UN CABRILLEO DE AGUA Y SOL
Hace apenas unos días que hablaba con el amigo Senses en su blog sobre Pablo Lizcano, a propósito de su pasada relación con Massiel y de la presente y longeva con Rosa Montero, la escritora madrileña que yo leo y quiero desde que hace seis lustros apareció su novela primera.
Con ella he coincidido personalmente en varias ocasiones a lo largo de los años, encuentros breves, pero del calado suficiente como para que aumentara mi estima hacia su persona: desde la entrevista que le hice en mi época universitaria para una revista imaginaria -en un momento de esplendor, eufórica e idealista con la aparición de su Te trataré como a una reina, mimada por todos en la redacción de su periódico, donde me recibió, yo amedrentado con grabadora en mano, ella con un vestido que dejaba la espalda al aire- hasta la vez en que, ya a principios de esta década, me enviara a domicilio el único libro suyo que me faltaba, Temblor, o más tarde se ofreciera a ayudarme en una situación comprometida-.
Hoy me he enterado de que Lizcano ha fallecido a los 58 años, tras una enfermedad. No deja nunca de asombrarme lo raro que es todo. Ahora veo desde mi ventana a los operarios argelinos que arreglan la fachada de la buhardilla.. cómo llenos de vida bromean entre ellos, se afanan y componen sin saberlo una sensual estampa al sol de la tarde que empieza a decaer. Después, quién sabe, quién podrá dar fe de que este instante que me inunda existió alguna vez..
Juan Cruz ha publicado un obituario en El País que me ha parecido sincero y emocionante, sobre todo cuando rememora el espíritu de los años en que el periodista Lizcano despegaba profesionalmente:
"...Decía de coña Gabriel García Márquez que ahora se muere gente que antes no se moría. Lo cierto es que Lizcano pertenece a una generación, la que ahora cumple las canas de los sesenta, que se hizo en un país cuya alegría repentina parecía convertirlo en un país feliz e inmortal; la de Pablo es una generación que creó muchas alamedas por las que transitó de todo, desde Pedro Almodóvar a Miquel Barceló, fue la época en que parecía que el cine, la televisión, las artes, iban a transitar por alamedas abiertas, de generosidad y de calidad. Después este país ha sido como cualquier país, pero Pablo fue uno de los que con más ahínco lucharon por hacerlo distinto, hasta que quizá se dio cuenta de que este amor por la elegancia de ayudar a que se viviera mejor era una pasión inútil, y regresó a esa melancolía que transfiguró sus ojos de chiquillo en los ojos de un hombre que usaba la inteligencia sobre todo para extrañarse de que el mundo no fuera lo que una vez soñamos."
Y es que la década 1975-85 fue en España genuina en su frescura y efervescencia -quizá a otros países les tocó antes, o después- y no creo que tenga esta sensación porque esos años coincidieran con mi adolescencia o primera juventud. Después, casi todo ello se ha ido yendo al garete, fuera por la llegada del progreso material, del desencanto político o de las apestosas televisiones privadas. Y no soy nostálgico, hay aspectos en los que hemos mejorado, pero en general...
En su habitual columna de los martes, Rosa se ha despedido así de su compañero:
UNA VIDA / ROSA MONTERO
Un cabrilleo de agua y sol en el mar, o quizá en una piscina. El cuerpo caliente y esponjoso como pan recién hecho.
Sombras en la noche, una pesadilla. Las manos de tu madre encendiendo el mundo, disolviendo los monstruos. Ordenando las cosas.
Carreras jadeantes, frenéticas risas, juegos de niñez en patios retumbantes.
Melancolía aguda de lo aún no vivido. Intuición adolescente del resto de tu vida. Deliciosa tristeza.
La carne, un tesoro. El vertiginoso misterio de los cuerpos. El amor estallando como una supernova y dejándote ciego.
Y también el desamor: un agujero.
Una noche de agosto en pleno campo, un alboroto de cigarras, una luna llena de color naranja que parece el decorado de un teatrillo japonés, el tiempo por una vez piadosamente detenido. La plenitud, que siempre es sencilla.
Mirar a un amigo, mirar a tu amante y ver en sus ojos el pasado común. Contemplarte en los otros como en un espejo.
La serenidad que llega tras las lágrimas. Y también todas las risas compartidas, los momentos de juego, las carcajadas dichosas.
Todos los libros leídos, las músicas gozadas, los besos recibidos. Y una conversación una tarde de invierno comiendo chocolate frente a la chimenea.
La alegría de vivir. Y la fugaz y espléndida belleza.
Una noche de angustia. Intuición de la muerte. Una mano en la tuya. La cama es una balsa en mitad del naufragio.
Una novela leída al lado del lecho de un enfermo mientras llueve.
Torbellinos de polvo en un rayo de sol, un universo ínfimo.
Un cabrilleo de agua. El último chispazo.
Esta poca cosa, o esta enormidad, es una vida.
(Mi testimonio de cariño a Rosa Montero, y al recuerdo de Pablo Lizcano).
((El cuadro de apertura, la célebre Impresión. Salida del sol, de Claude Monet -1874-.))
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11 comentarios:
Me entero por esta entrada de que era la pareja de Rosa Montero, mi ídolo de escritora en mi juventud (ahora me va más Almudena Grandes). Lizcano era un periodista muy majo, que transmitía mucha calma, que sabía mirar muy bien, era guapísimo e interesante, hacía mucho que no sabía nada de él y ahora voy, y leo esto.
...haaala! si hablábamos antesdeayer de él, sí, "un mundo extraño", que diría laura dern. (qué habrá dicho massiel? ...la temo)
osea, que la Montero te trató como a una reina, qué maja! ...si es que parece que todos hemos bebido de las mismas fuentes. un bello epílogo: me ha puesto la carne de gallina, un poco.
y para re-afirmar esto de que los buenos se van de dos en dos, tb acaba de fallecer el periodista Javier Ortiz, muy reconocido en algunos círculos.
un abrazo.
pd. las entrevistas de Lizcano me ponían un poco de los nervios. recuerdo perfectamente la aquella mítica con Massiel, ...se le merendó.
Siempre me ha caído bien Rosa Montero, más como persona que como escritora. Debe haber sido lo más difícil que ha escrito en su vida. Es una prueba de amor preciosa... aunque todo el mundo huiría de tener que pasar el trance de escribirlas.
Un abrazo.
Yo nunca entendí como un señor, con una mente tan lucida como la suya, pudo ser pareja de la absurda de Massiel... evidentemente Rosa Montero, es otra historia (mucho más sana)
Bueno pobrecillo, qué joven ¿No? me gustaba su programa, lo recuerdo lejanamente, ojos brillantes, esa semi-tartamudez (impostada) de cuando salen las ideas a borbotones.
No sabía que estaba con la Montero, ni que estuvo con Massiel, ó no me acordaba ahora. Algo tendría Massiel, no sé ("rosas en el mar", o "cabrilleos", que no son más que las reverberaciones o brillos de la luz en el agua).
La Montero me parece simpática. Me pasa lo que a Capri: pareciéndome una correcta escritora, forma parte de un grupo de ellas que proceden del periodismo, muy influídas por ese estilo periodístico(su inseparable Montserrat Roig, me gusta tal vez en los temas ligeramente más).Siendo escritoras de grandes tiradas, son correctas, apreciables (no tan de masas y de "consumo" como la Lucy y la Freire, obviamente). Lo que pasa es que claro, las he leído, pero fuentes, fuentes mías de primera, tengo que confesar que son en mayor medida Adelaida García-Morales, entre las actuales, y sobre todo Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, y Carmen Laforet. De las españolas y si ya hubiera que dar nombres, porque a mí me han influído sobre todo escritoras norteamericanas, francesas e inglesas (supongo que como a mucha gente): De todas formas, cualquier escritora o escritor, mejor en sus libros, que charlando con ellos, u oyéndolos en la radio, cosas así: los escritores están en sus libros, son sus libros y se llega a ellos a través del esfuerzo de la lectura de su obra, independientemente de cómo nos caigan... Estoy seguro de que grandes escritores/as que he leído, y me han entusiasmado en sus obras, no me caerían demasiado bien charlando con ellos. O al revés (también me ha pasado): charlar con escritores/as, que me parecieron muy simpáticos y me caían muy bien, y luego no gustarme nada lo que escribían, no sé.
Pero la Montero es una muy correcta escritora, y una grandísima e incansable columnista, porsupuesto, pobrecilla. Y pobre Pablo Lizcano, me da mucha lástima tan pronto.
Besotes
Menudas escritoras citas, todas han pasado ya a la historia de la literatura, Rip (me gusta ese diminutivo porque me recuerda al detective Rip Kirby).. yo tengo debilidad por Carmen Laforet -pero no sólo Nada, toda su obra-, y de Ana Mª Matute sólo conozco lo último, Aranmanoth, que me pareció una maravilla total.. estoy deseando leer Olvidado Rey Gudú, y alguna de las primeras.
Rosa Montero es verdad que está en una modalidad diferente, más influenciada por el periodismo como tú dices -aunque ella ha hecho verdaderos esfuerzos por diversificar y engrandecer su literatura, y en ocasiones le ha salido muy bien-, tiene novelas notables, es una apreciable escritora, creo yo, en su conjunto.
De Almudena ya lo dije hace poco que no, no soy fósforo. No me gusta que se identifique tanto a una autora con una opción política tan concreta, se corre el riesgo de vizcainizarse, es decir, de atraer a una parroquia fija como hacía Vizcaíno Casas, que busca principalmente refrendarse en sus ideas más que otra cosa. Y tampoco me transmite el modo en que escribe, ni muchas veces lo que dice -cómo se pasó el otro día con Rosa Aguilar-.. aunque no he leído novelas, sólo artículos.
He sabido lo de Javier Ortiz, Senses, y lo he sentido también, vaya que sí. Le seguía la pista en Público: es curioso que tuvo el buen humor de escribir su propio obituario en su blog.
(Y Massiel esperemos que sea discreta por esta vez; pero Senses y yo somos un poco fanes, Calamarín).
Besos
Rosa Montero es buena escribiendo, Almudena Grandes también, bastante buena (y vive en parte -ay los dinerillos- de la multi-explotación y multi-derechos "capitalista way" de sus "Edades de Lulú", cosa que me parece perfecta).
Es curioso, Ana María Matute (dejamos a la Laforet en el Olimpo, que si no me sale comentarión)...La Matute vive mucho peor que la Montero y la Grandes, en un pisillo modesto que comparte con su hijo y su nuera, y escribe como a años luz.
Es que parece que no tiene que ver, pero habría muchos temas secundarios de los que hablar...
Rosa Montero vive en una casa de campo, y la Grandes se baja a comprar tabaco al Pachá.
Yo es que veo mucho comunismo de chucu-chú, pero luego van todas a la cuenta corriente y a la cartilla, a ver qué se compran...Si es que las ideas, la creación, las cenorras y Carmen Maura en un ático, va cada cosa por su lado...Si lo malo es mezclar, como pedir ron y whisky. Yo (ahora que no nos lee nadie), me creo poco de todo (Pepa). Bastante que soy modelo.
Besotes.
Últimamente tengo la extraña sensación de que la vida se mueve entorno a una sucesión de obituarios, obituarios en los que da la sensación de que lo mejor de cada casa se va marchando dejando una agria sensación de páramo y soledad.
justo, entro hoy en tu blog y me encuentro con todo esto... llevo toda la semana pensando en ella... en mi tierna adolescencia... su libro "Te trataré como una reina" me noqueo y desde que leí su artículo en el país en recuerdo a Pablo Lizcano, vuelvo a estar noqueado... es una gran mujer... creo que es de las mejores entrevistadoras que he leído... y como escritora no me ha vuelto a enamorar como con "te trateré... ". Un consejo olvida tus resquemores con Almudena y dale una oportunidad a sus aires difíciles (nada político) o al corazón helado... político y hermoso y necesario... de verdad... es muy grande esa señora...
El cuadro de Monet se conjuga en misteriosa complicidad con los versos de Rosa. No podías haber escogido mejor. Las palabras de Rosa me han emocionado. No son tragedia, son amor sereno.
Un amigo mío me recuerda de tanto en tanto que la vida nunca es justa. Qué cierto es.
Ola, what's up amigos? :)
Hope to receive any help from you if I will have some quesitons.
Thanks and good luck everyone! ;)
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