miércoles, 12 de noviembre de 2008

LO POCO QUE SÉ DE KIEV




A primeros de junio recalé en Kyiv/Kiev por motivos laborales. Si bien mi idea era -porque hice montones de fotos- dar cumplida cuenta de la visita en esta página, lo cierto es que apenas inserté la imagen de un mozo lugareño esperando no se sabe qué o a quién -Absorto en Kiev-. Y luego, nada. Y es que no sabía, y no sé aún, bien qué decir, porque en tan poco tiempo no hubo lugar a descifrar prácticamente nada de esta ciudad recóndita y abstrusa a nuestros ojos -pero apasionante, qué duda cabe-.



LO PROCESADO:
-Es la ciudad con más jóvenes que he visto en mi vida -de hecho, no veíamos a nadie mayor -entendiendo por mayor alguien de treinta y cinco o cuarenta para arriba-.
-El parque automovilístico creció tanto y en tan poco tiempo que la ciudad -y sobre todo sus aceras- están desbordadas. Es totalmente usual que los coches conduzcan y se aparquen en las aceras peatonales.
-El carácter local es austero, parco en palabras -sobre todo teniendo en cuenta que casi nadie habla idiomas-, receloso ante el extranjero, aunque se adivine calidez posterior -vamos, un poco a lo castellano, pero más-.



-LA REALIDAD NO EXISTE.-.
La relación con Rusia sigue siendo muy compleja.
Como anécdota os puedo contar que nuestra llegada coincidió con una conmemoración de la independencia ucraniana, de estética a medio camino entre lo soviético y lo yanqui, con majorettes incluidas; uno de nuestros anfitriones, un joven y apuesto sindicalista, a las preguntas sobre el evento respondió que en la calle no había nada, que no existía celebración ni fiesta alguna -en la más pura tradición estaliniana de negar o suprimir lo que no se acepta, cualquier atisbo de disidencia-. Ante mi insistencia al referirle que afuera estaba pasando algo, que había una celebración en curso, me dijo que sería cosa de la pepsi o de otra empresa norteamericana: no son pocos los ucranianos que siguen siendo pro-rusos.








-El ambiente gay-lésbico no es traducible al estilo occidental.
Prácticamente inexistente según advierten todas las guías, yo le quitaría el prácticamente y diría sencillamente que no existe, aunque diera tras mucho buscar con un club -Pomada- en el que me sentí como un selenita rodeado de jóvenes teens en un ambiente fin de curso, con muchas chicas sobre todo y la imposibilidad de entablar contacto con nadie.
-Se siente una especie de opresión, la sensación de sentirte vigilado, aunque ahora no sea el otrora omnipresente Estado quien ejerza esta actividad. O también, pero ahora está más repartido. El hotel por ejemplo estaba continuamente vigilado por gorilas que, lejos de transmitirte la sensación de estar protegido, producían cierta intimidación. Y dentro, un puesto permanente de policía.

-DETENIDO Y CACHEADO.-
Hablando de policía, tuve la experiencia de ser detenido y llevado al cuartelillo por no llevar encima el pasaporte. Iba caminando solo por una avenida -la más céntrica de Kiev- cuando me interceptaron: al principio pensé que me exigirían una mordida para compensar mi falta administrativa, pero no: me llevaron en el furgón a comisaría y me registraron minuciosamente -su obsesión era que no llevara droga encima- y sonrieron, primero con complicidad al ver que portaba condones, y después con sorna al dar con el flyer del club Pomada. Terminado el registro, me invitaron a que volviera de inmediato al hotel para evitar que nadie me robara, pero no tuvieron la cortesía de acercarme en coche a pesar de que llovía a cántaros.










-El ambiente de mercadillos y puestos callejeros es muy agradable, y más propenso a que se encuentre por allí calor humano.
-Es una ciudad muy bella en su urbanismo y en su arquitectura, y que seguro en poco tiempo formará parte de los circuitos turísticos internacionales. De momento no es así: sin duda merece la pena acercarse hasta allí con tiempo y con gana de descifrar enigmas.

JOVEN OPERARIO TRABAJANDO AL AIRE LIBRE






UN CUARTO DE BAÑO DEL REALISMO SOCIALISTA






¡HASTA OTRA, KIEV!

15 comentarios:

senses and nonsenses dijo...

es lo que tiene el ruso...

...y es que nosotras con la policía como que no. por muy ucraniana que sea, que a priori puede dar más morbo.

un abrazo.

pon dijo...

El joven operario se va a meter un piñazo al aire libre pero a modo. Y el servicio soviético, muy inspirador.........

Qué sitio más raro sin personas mayores.

Javier dijo...

No si los Selenitas son ellos, yo creo que es frío, les hiela las ideas y luego, para recuperarse, le dan al vodka, y claro, quedan aturdidos, macizos pero aturdidos, jejejejejejeje

Casanova dijo...

Pomada se llamaba el bar gay?.Jejeje...
Porque no cuentas con pelos y senyales qué ocurriò en la comisaria?
Qué linda la "madonna amerigana" de Kiev...

@ELBLOGDERIPLEY dijo...

Pues mira que fui lelo, con lo bonitas que son las fotos que has sacado, que estuve en Rumanía hace mucho, y como no tenía panoja, pues no pude hacer una de las excursiones alternativas, que era ir a Kiev (por cierto, celebérrima su Opera). Me encantan tus fotos, las de la iglesia de torres y cúpula azul (que no es San Miguel), y las del operario a punto de partirse los piños, que va fresco y descocao, pero tampoco es tan, tan guapis ¿No?
Que miedo si quedan estalinistas, porque el estalinismo causó 60 millones de muertos...pero amos, que eso ahora ya, será política ¿no? Me he quedado helado, de pensar también que Chernobyl...está al lado...
¿Qué te metieron en el cuartelillo, por no llevar pasaporte? ¿Osea que son todavía un poquito estado policial?
Ayy, yo quiero volver contigo y con Deme...lllevarme, jo. Allí y a San Petesburgo o como se diga, yo quiero ver el Hermitage...
Besotes.

Justo dijo...

Sí, es lo que tiene.. lo del ucraniano, que por cierto con esa frase de Candela Peña en Hola, estás sola comenzó a ponerse de moda el decir es lo que tiene como tú seguro sabes, Senses, que ahora parece que se lleva diciendo toda la vida y no.. (Me mosqueé un poco el otro día con la crítica del Cahiers a Los años desnudos, pues no van y dicen que Candela imita por enésima vez a María Barranco: como si tuvieran algo que ver.)

Pues no, no era tan guapis el chico, ni él ni los otros que saco, pero me inspiraron -el chico de los souvenirs era muy simpatico-. Y el reportaje también es una denuncia contra la falta de seguridad en el trabajo, a ver qué os creíais.

Y sí, Pomada se llamaba, pero nada de nada, y en la comisaría tampoco, ya sé que se presta todo a una fantasía erótica, pero ni siquiera estaban buenos; la verdad es que el hecho en sí era para mosquearse un poco, pero me trataron con mucha educación, seguramente al ver que provenía de un país rico.

Las iglesias eran preciosas, Ripley, pero no me preguntes nombres, que no me acuerdo de ninguna. Y a ese viaje claro que me apunto.

Abrazos

Santi dijo...

Ohhh, todos deberíamos trabajar así; y bien elevados, para permitir el alcance visual a todos los pliegues de la anatomía humana; porque son humanos esos rusos, ¿no?

Hummm, el club "Pomada"; vaya, vaya, vaya... :) Inexistente, pero bastante expresivo :P

¡Pero quién es ese chico que tienes al lado, a ver..!

Ohhh, me ha encantado, además de verte, la primera foto; mejor estatua acompañada que la mirada de ese chico, en la barca :O ¿Te pilló? ¿Fue él el del cacheo? Que tú dirás lo que quieras, Justo, pero a mí los uniformes... aaays... sólo que, claro, si hablan extranjero y tienen ese entrecejo, pues casi mejor no.

Abrabesos

El Deme dijo...

Me gusta el encanto de las ciudades sosas. Esos mercadillos, esos bares, esos edificios. Ucrania tiene que ser un país interesante pero claro, para disfrutarlo tienen que pasar su "transición". Ir a una ciudad donde te piden el pasaporte por la calle y si no lo llevas te llevan a toda una señora comisaría, como que no. Anda que meterte al club Pomada con la cantidad de museos e iglesias que tiene que haber...Las fotos, como siempre, maravillosas.

Casanova dijo...

"Toda una senyora comisaria" Ja!

Ernesto dijo...

Pues sí que tiene buena pinta Kiev. Habrá que pensarse el tirar para allá en vacaciones. Un saludo.

Cabriola dijo...

Genial el reportaje y los comentarios!!! hay q ver la cantidad de países y ciudades que desconocemos y la pinta tan interesante que tienen...además con operarios así yo me voy donde sea jajaja

besotes marisoleros

Cabriola dijo...

se me olvidaba decirte que espero con ansia tu crítica despellejadora a Diario de una Ninfómana.... jajajaja

Justo dijo...

Pomada es un nombre estupendo para un club: ¡así se conocen también las culturas, Deme!

Diario de una ninfómana.. la tengo en la lista, claro: a ver si la pillo antes de que la quiten.

Capri c'est fini dijo...

Bueno, nos debías esta crónica de Kiev, que como todas las ciudades un poco desconocidas, lo de Kiev suena a mítico. Yo creo que se le pide demasiado a las repúblicas exsoviéticas, teniendo en cuenta que acaban como quien dice sacándose de las solapas las insignias de la hoz y el martillo. Me encanta esa arquitectura de iglesia barroca del este (preciosas las fotos) y el realismo socialista tiene su punto kitsch arrebatador. Pero finalmente la realidad viene a ser otra, haya o no más pomada en Kiev. Al menos no pasaste miedo cuando te llevaron al cuartelillo, que eso en el extranjero siempre es de agradecer. Muy chulas las fotos, eh? Saludos.

Andrey dijo...

Para los turistas, que quieren visitar Kiev, la capital de Ucrania, hay un servicio conveniente y rápido de la reservación de los números en los hoteles de Kiev.