domingo, 1 de junio de 2008
BELLO DEL SEÑOR
LA DESBANDADA.-
Me divierte el fin de semana cuando los clubs de la primera hornada cierran y la gente comienza a salir a la fuerza, aguada la fiesta, ya que por un instante es como si alguien levantara con el pie una piedra tras la que se agazapa un hormiguero, y las hormigas se aprestan a marchar a cualquier lugar o dudan indecisas y desde luego molestas porque se ha perturbado su marcha, algunas pierden el rumbo, luego retroceden, todo se altera en ese momento, como cuando en el pub pinchan la última canción y se sale con el rostro descompuesto a recibir la bofetada de la noche.
EL AGUACERO.-
El viernes cuando nos echaron del Penta asistimos sorprendidos al mayor aguacero que sobre Madrid ha caído en meses o años -llevamos días seguidos de lluvia, pero no tan tenaz y recia-; nadie sabía qué hacer, cundió el desconcierto porque los paraguas no cubrían suficiente, se sucedían los chapoteos y los ecos ahogados por las calles de Malasaña, y nosotros, que íbamos en grupo grande, comenzamos a perder amigas y amigos por los recodos, imposible caminar todos juntos, los móviles al rescate hasta llegar a la frontera con Chueca, sin idea aún de adónde ir, porque el grupo era de adscripción gayfriendly pero entendida en un sentido amplio, no nos podíamos meter en cualquier lugar, de ninguna manera, había que atender a todas las sensibilidades, y así llegamos a Barbieri, con el Studio 54 ya cerrando y la Polana imposible por la gran cola, mientras seguían cayendo los chuzos de punta.
LA INTUICIÓN.-
Alguien dijo de ir a la Sol y al final fue lo que hizo la mayoría; pero yo miré a mi amigo del alma, que siempre entiende lo que pienso, y a quien podía ser nueva adquisición de la noche, y entre los tres decidimos sin hablar que nosotros íbamos a ir a otro sitio. Nos despedimos discretamente y doblamos la esquina camino del Ricks, un clásico de la noche gay madrileña que se llena hasta la bandera cuando los demás van cerrando -aunque ya no sea como en su época abanderado de moda alguna, ahora es de despendole más bien treintañero y, claro, de saldo y trueque de última hora-.
EL TIRABUZÓN.-
¿Cómo le entráis a alguien que conocéis pero sólo superficialmente cuando no estáis seguros de si va a responder? Aunque se hayan recogido señales a lo largo de la cena, y más tarde en la primera y segunda copa, pero nunca sabes si es producto de tu imaginación calenturienta o tu elevada autoestima, por eso el momento trampolín mirando abajo lo fría que está el agua no te lo quita nadie.
Así, en esa turbación deliciosa, no recuerdo si primero fue que me arriesgué a tocarle el culo y después le di un beso en el cuello, o si fue justo el proceso a la inversa.
((Dormir en placidez y confianza, acoplado contigo como piezas de un solo puzzle -eso debe ser el amor después del amor-, y llegar, un poco antes, caminando hasta la glorieta de Bilbao a pillar un taxi, imposible en la Gran Vía, me habías cogido ya de la mano y te saltaban chispas al mirarme o me parecía a mí o eran las mías que rebotaban en tus ojos, entonces dejé de sentir la lluvia, que no obstante me seguía empapando, y en la entrada nos recibió un perro alborotado cuando tú me dijiste que tenías gato, y lo cierto es que a la mañana siguiente ya no había perro pero sí gato zalamero de ojos azules pidiendo de comer.
Un compañero de clase de idiomas, el chico alto del cabello negro que se acercaba para marchar enseguida, celoso de su vida propia, afable pero ajeno: estar contigo así nunca lo hubiera imaginado, tampoco eras mi favorito de la clase, al menos hasta el viernes, cuando antes de vestirte para marchar al trabajo te besé despacio los párpados cerrados y sonreíste suavemente, no tan dormido y a sabiendas, quizá, de que era mi manera de depositar en ti lo que me ha ido quedando y aún reservo para momentos sagrados como éste, para esa franja del espacio y del tiempo que es la que da sentido a todas las demás)).
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12 comentarios:
Podríamos decir que la lluvia limpió el aire y trajo felicidad.
qué fácil todo, con qué naturalidad.... y el favorito de la clase. mira que bien se lo pasa. tienes una sonrisa en la cara que no puedes disimular.
limpió el aire... y el miedo, y la vergüenza. yo tb quiero tormentas así más a menudo.
ya nos contarás ...si hubiera algo más que contar.
que la semana pase rápido, y que llegue pronto otro fin de semana, igual o mejor.
un abrazo.
Woao!!!
Ahor ais te extendiste y para bien....
Benditas lluvias no?
Se me antojan tus noches madrileñas....
Que bonito amanecer....
Suerte.
¿Y quién será el Pepe ese que puso su nombre tan grande en un letrero? Si fuera el partido político está claro que la tendría pequeña... por lo que decía Freud del tamaño, “y eso”.
Claro que no me queda claro si lo que decía Freud alguien lo habrá escuchado de él, así que...
Huumm, lo de ir de clubs... me los perdí en su momeno, y ahora... no sé... Fui con Jorge a un sitio y... Es hermoso tal y como tú lo ves, pero a mí me parecieron - en su mayoría - deshechos :), trasnochados, muertos vomitantes, drogadictos :) :) (me río porque me hace sentir como un awelo, definir a alguien como drogadicto)
Aunque caigo ahora en que tú te refieres a la salida de los que cierran más temprano... ahhmm, ahora tendrás que perdonar que no borre lo anterior, porque se pone uno a borrar, y no queda ni gota.
Imagino que todo depende del chico.., pero con la imagen tuya en el baño, y pensando en tu mente calenturienta, yo elegiría primero la mano en el culo...
Sobretodo si es descarado y va a donde va... porque abre el apetito, las piernas, abulta la bragueta... hasta quedar uno envuelto en gemidos... Un beso, en cambio, es más misterioso, más desbandada incierta... :) :)
Definitivamente, la mano en el culo es más prometedora de actitud de “aliméntame”; ¡creo yo!, o.., pudorosamente, eso dicen los lobitos de por aquí ;)
Abraroces, pero de cachorrito, más bien.
Bueno, pues yo nos contaras en qué acaba esta historia, de momento parece que ha empezado bien, muy mojados, eso sí (y sin tener muy claro dónde ir...)aunque finalmente apareció una brújula que marcó la dirección...
Yo siempre fui más de tascas. Y este fin de semana ni eso, por voluntad propia me lo pasé conmigo mismo. Es una pena. Me habría encantado una situación similar. Soy un envidioso, lo reconozco.¿Se parece al israelí?
reconocí tu cara pasada esa noche... fue bueno conocer un poco de ti mientras compartíamos croquetas, revueltos de ajetes y chipirones... espero seguir buceando con tiburones... ya sabes que adoro a spilberg... enhorabuena por tu finde... yo acabe bien entrada la mañana del domingo... como describes al comenzar tu entrada... buen viaje y espero volver a verte
Jajjaja,qué lindo!.Yo me acuerdo cuando me llevaba un "rollo" para casa y al otro dìa se despertaba me decìa:
-Hola,soy Juan.Y tù còmo te llamas?
-Joé,ya empezamos con los nombrecitos-contestaba yo,y entonces se habrìa un hueco en la parte de su cama,y desaparecìa como en "El lado oscuro del corazòn",yo era Grandinetti...
…”Dormir en placidez y confianza, acoplado contigo como piezas de un solo puzzle, eso es lo que quiero, ¿ y tu, quieres?”…imagino que así le entraría a ese alguien que conociera en la superficie, sin estar segura… Hace un año, en plena ventisca, algo parecido fue lo que me salió…muy parecido.
Un abrazo a toro pasado y felicidad para este nuevo año que vives.
R.
¡Uy!, hermosa noche. La lluvia es buena, despertar con alguien especial, mejor.
Saludos!
Una relato de sensaciones, sitios y lluvia..., con el título de la novela de Albert Cohen.Es verdad, cayó una lluvia con una fuerza y una violencia tremenda, no duró demasiado, yo sólo recuerdo otra así... y qué bonito final, cómo apetece siempre...Menos mal que ahora ya no se pregunta ¿Y tú de quién eres? Pero guapo y de pelo negro, de padres guapos tb. seguro:-)
Un abrazo.
Esta historia continuará??? cambiará lo bello del señor por lo de belle de jour??? Enhorabuena por el triunfo, eso siempre se agradece, jejeje con favorito o sin él. ¿Y el perro? ¿dónde lo meterían? Un saludo.
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