sábado, 31 de diciembre de 2011

MIS IDOLATRADOS HERMANOS BLOGUEROS

Estoy leyendo Mi idolatrado hijo Sisí, de Miguel Delibes: una gozada.

Ya recalé en Albacete, donde repuse fuerzas, con mi núcleo familiar básico.

En una fecha tan conservadora como Nochebuena -en el sentido más prístino del término- hice lo que pensé que tenía que hacer, o sea ver todos los especiales musicales de TVE-1, el Vía Dalma, Ana Belén y los hombres que amó y David Bisbal en el Real. Sí. Pero creo que tal proeza merece una entrada aparte, que llegará.

Ahora me hallo en Budapest, con mi novio.

Es una maravilla, aunque me gustaría estar en Madrid también, no sé si para acampanarme o para ver la transmisión de las uvas por TVE-1, como María del Monte.

Si os digo que los húngaros son los tíos más guapos de Europa imagino que no voy a tener credibilidad, porque eso lo asevero siempre que salgo fuera, ¿no? Uf. Pero tendríais que verlos.

El otro día nos sumergimos en una concurrídisima piscina a la intemperie, pero a 38 grados, jeje. Una experiencia inolvidable. Bueno, en realidad es un complejo de piscinas y baños.

He cometido la imprudencia de abrir una cuenta twitter, pero me quedo con el blog, que quede claro. Vuelvo en 2012.

Os quiero, a mis amigas y amigos blogueros, a los que conozco en la realidad real y la virtual, o sólo en la virtual. Y por supuesto a mis amigos de siempre que se acercan de vez en cuando a esta página aunque no escriban nada. Me gustaría seguir compartiendo sensaciones con vosotros en 2012.
Os deseo lo mejor, hasta la felicidad completa, por qué no, los instantes de felicidad, me refiero, y la armonía.

Muchas gracias por vuestra compañía.. y no preocuparos, que ya iré mejorando este nuevo diseño para la página, jaja.. que ando un poco despistado. Por otro lado, tendré que remontar la audiencia Korador, que se halla en los niveles más bajos desde que comenzó esta aventura. Si es que los blogs se nos están pasando de moda, con lo modernos que eran antes!
Y perdonad que os tenga tan desatendidos, ya sabéis por experiencia propia que la realidad a veces se impone y acapara.

FELIZ 2012!!! Los Gigantes no podrán con nosotros.
Os quiero.



viernes, 2 de diciembre de 2011

RAÚL PRIETO POR PAU TORRENS











Me enamoro de varios actores a la vez, y le soy tremendamente fiel a todos ellos. Qué os voy a contar de Raúl Prieto que no haya escrito o dejado entrever ya. Le encuentro a menudo por mi barrio, y por supuesto no le digo nada. He ido a verle hace poco a La Abadía, en la estupenda obra de teatro Los veraneantes, de Miguel del Arco. La pantalla de mi ordenador está presidida por la foto que abre la entrada de hoy. Estoy convencido de que es uno de los mejores actores españoles de su generación, aunque yo prefiero que siga casi sin ser conocido. Y por todo eso hoy quiero rendirle homenaje con estas fabulosas imágenes de Pau Torrens, fotógrafo mallorquín que también trabaja para el cine -de hecho, imagino que son instantáneas de una película-.
(He intentado contactar con él, pero no he encontrado ningún correo: espero que no le moleste el uso de su trabajo para este fin divulgativo, pero en tal caso no tengo inconveniente en retirar las fotos).

También he sabido que Raúl ha rodado recientemente un corto futurista con Miguel Ángel Refoyo, ambientado en Salamanca, la ciudad donde creció. ¡Tiene buena pinta!




¿No es adorable? Y eso que no oímos aquí su voz...

jueves, 1 de diciembre de 2011

SOFIA COPPOLA, EN ALGÚN LUGAR (DEL CORAZÓN)



Sería un error que hicieras caso a quienes dicen que Somewhere es como Lost in translation, pero en malo: yo como mucho diría que es su hermanita pequeña, capaz de pulsarte resortes aún más recónditos... Lejos de suponer un bajón en la corta pero personalísima carrera de Sofia Coppola, creo que esta cuarta película es la de su consagración definitiva, y un compendio de las claves que ha manejado desde el principio: la languidez de chicas delgadas y rubias, su tristeza ensimismada que no tiene que ver con carencias materiales, sino afectivas; los espacios abiertos para la ensoñación del espectador, sin palabras y con mucha música, siempre exquisita -y a la última-...

De Somewhere disfruté las muchas cosas que suceden, porque tenemos el raro privilegio de asomarnos al corazón de una jovencita -Elle Fanning, un milagro-, ¡como si eso fuera poca cosa!, de compartir con ella momentos tan íntimos como la exhibición de patinaje para su padre, de comprobar sus delicadísimos ademanes en sociedad, de ahogarnos con su repentino sollozo, que tantas cosas explica. Y hay también momentos muy divertidos, como el de Valeria Marini...



LA COPPOLA, PELÍCULA A PELÍCULA


The virgin suicides (1999). Kirsten Dunst, Kathleen Turner. Una de las mejores músicas originales de los últimos años -compuesta por el dúo Air- y un ramillete de desasosiegos inolvidables: el mayor, la soledad en el campo de fútbol, tras una primera entrega amorosa. Sutilísima, dolorosa.


Lost in translation (2003). Bill Murray, Scarlett Johansson. Revuelo internacional con esta conseguida película de posible pareja -sólo aparentemente- asimétrica. Emociones contenidas y desarraigo en ciudades ajenas. Re-descubrimiento de Murray para el cine serio y consagración de Johansson.


Marie Antoinette (2006). Kirsten Dunst, Jason Schwarztman, Judy Davis, Asia Argento, Marianne Faithfull. La superproducción más atrevida de la década, rodada en los escenarios originales. Más cerca de la biografía psicológica de Stefan Zweig que de un biopic al uso, la película descarta los prejuicios y se adentra en las sensaciones de una adolescente no preparada para reinar. Con música de los Cure, entre otros... caprichos de la casa. Una experiencia extraordinaria.


Somewhere (2010). Stephen Dorff, Elle Fanning. La consecuencia de todo lo anterior. Nuestra directora vuelve al minimalismo con una fuerza inusitada y arrolladora, para retratar aquello que bien conoce: la enajenación de las personas expuestas al ojo público y los corazones quebradizos de las jovencitas rubias. Íntima, sutil, personal.

¡Bravo, Sofía! Sigue con nosotros...

martes, 29 de noviembre de 2011

HIDROGENESSE EN SU MEDIO



         


Hidrogenesse en el Museo Cerralbo. Madrid, 16-11-11

Con el dúo Hidrogenesse y con sus twins Astrud me pasa que me gustan, pero no había acabado de cogerles el tranquillo, aunque ahora ya creo estar cerca. Lo que más me interesa son las dobles o triples lecturas que cabría hacer de cada uno de sus pasos, ya no sólo los musicales; cuando son sencillos, no sabes si es el producto de una depuración estética o intelectual o es que simplemente no tienen nada más que decir: Hay un hombre en España que lo hace todo sería un ejemplo de ese estilismo. Y cuando se tornan barrocos, la saturación semántica de las letras o la ambientación musical puede ser buscada o casual, sin sentido... toda esa disputa entre el menos y el más me apasiona. Lo que está claro es que siempre son interesantes. Por eso me alegró tanto que mis amigos Jose y Bleithin nos invitaran a un concierto selecto de Hidrogenesse nada menos que en el Museo Cerralbo, templo del rococó madrileño, que yo no conocía. El repertorio se nutrió de una selección de éxitos y algún estreno ad hoc. Lo mejor fue, según Jose, que los conoce mejor -valga la redundancia-, Vuelve conmigo a Italia, Hidroboy, No hay nada más triste que lo tuyo, El árbol o Disfraz de tigre. Y sí, yo coincido, me gustaron mucho... y el conjunto que resultó de la mezcla entre lo suntuoso del entorno, lo horterísima de sus atuendos -pero viniendo de ellos, que saben que nosotros sabemos, no estoy seguro si es hortera la palabra, volvemos a las capas de cebolla, en qué lectura nos quedamos, un hortera lo es porque no es consciente, pero ellos lo son todo el tiempo-, la desafinada voz del vocalista Carlos y la sucesión de emociones destiladas que emanan de canciones como El árbol fue irresistible. Un concierto distinto, único, estrafalario.

(Las fotos son de Jose: ¡gracias por todo!)



No hay nada más triste que lo tuyo / Hidrogenesse
(Directo para Gaztea Live, Donostikluba, 2009)




No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo, hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor. No me digas que no hay nada más triste, una tienda de animales, es mucho más triste. Con los perros en sus jaulas, dando vueltas y los gatos dando vueltas, en sus jaulas. No hay nada más triste que una tienda de animales. No hay nada más triste.
No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo, hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor. No me digas que no hay nada más triste, un turno de noche es mucho más triste, en la cadena de montaje, esperando la sirena, con lo peor de Rubí, contando sus miserias. No hay nada más triste que un turno de noche. No hay nada más triste. (No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo, hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor, que lo tuyo, no me digas...) No me digas que no hay nada más triste que lo tuyo, hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor. No me digas que no hay nada más triste, Los Caballitos Pony, eso es mucho más triste (!Los Caballitos Pony, en su importante feria, Los Caballitos Pony! Los Caballitos Pony! Los Caballitos Pony!). No hay nada más triste que !Los Caballitos Pony!. No hay nada más triste... no hay nada más triste…… que lo tuyo…

Hidrogenesse son Carlos y Genís. La última foto, de Jenesaispop, hecha en el concierto homenaje a Carlos Berlanga en la sala Joy Eslava.

jueves, 24 de noviembre de 2011

UN BESO Y UNA FLOR


Personalmente estoy convencido de que el futuro e inminente gobierno del Partido Popular en España no cambiará la ley de matrimonio homosexual, ni siquiera en su nombre -si es que el Tribunal Constitucional enciende por fin la luz verde, que esperemos que sí-. Sencillamente por una cuestión de interés electoral, ya que la mayor parte de sus votantes o son favorables o indiferentes al mismo: lo que pasa es que los contrarios hacen mucho ruido.

Pero ello no obsta para que el incidente del beso gay en la celebración de Génova frente a la cadena Al Jazeera me haya parecido una gozada, y una sólida reafirmación de libertad, como tan bien ha explicado Cristian, uno de los dos chicos -que son amigos, no pareja-, en una entrevista.
Aquí no vamos a retroceder ni medio paso, ¡no lo consentiremos!

¡Enhorabuena, guys!


martes, 22 de noviembre de 2011

`MELANCOLÍA´, MI PELÍCULA DEL AÑO


Blanca y radiante va la novia..



(Este comentario no contiene spoilers).

Como en las viñetas iniciales de Flash Gordon, un extraño e irresistible planeta se dispone a colisionar con la Tierra, o a pasar muy cerca de ella. Mientras tanto, una ostentosa boda va a tener lugar. Justine, la novia, se va a esforzar por dotar de sentido a los rituales, aunque su madre, ejerciendo de Madrastra de cuento, abre pronto la puerta al desasosiego.
 Pero no será sólo ella quien apriete su corsé imaginario, por lo que la novia se apresura a buscar refugio en los rincones más oscuros. Justine es melancólica y lunática, el contrapunto de su hermana Claire, más aferrada a lo seguro; las dos se aman aunque a veces se detesten. Pero, volviendo al enlace, una vez iniciado el descenso, no hay más que seguir bajando: la boda, aun magnética, será un compendio de lo siniestro... y preludio de algo impredecible y descarnadamente cruel y hermoso.

Una escena de Melancholia
Life is only on Earth... and not for long

Afortunadamente, Lars Von Trier ya no respeta todo el decálogo Dogma y se ha valido repetidamente del sublime preludio de Tristán e Isolda de Wagner para conmovernos en su última película -cuántas veces se habrá acudido a esta pieza en el cine, aunque siempre sea como la primera vez: recuerdo ahora mismo la escena inicial de Lo importante es amar de Zulawski o la matanza de los caballos en El Dorado, de Carlos Saura-. No llegué a ver el Anticristo, su anterior film, aunque ahora lo buscaré. Y es que he salido fascinado de la sala, con ganas de hablar de la película, casi abducido como he pasado estas dos horas en que me he agarrado de la mano de mi chico, expectante. Kirsten Dunst, mi actriz internacional favorita, está inalcanzable en su perfección. Pero no hay que olvidar a nuestra Charlotte Gainsbourg -físicamente ahora un cruce entre su madre, la Rousseau de Perdidos y Ana Torroja-, Charlotte Rampling haciendo de sí misma -la actriz más borde del planeta-, clásicos como John Hurt o Kiefer Sutherland y Alexander Skarsgârd, el guapísimo vampiro-jefe de True Blood.





Me ha parecido la más bergmaniana de las películas de Von Trier -no he visto todas, pero casi-, dicho sea en el mejor sentido de la palabra: clásica e innovadora a un tiempo, reposada y subyugante, con esas escenas pomposas de interior que tan bien se le daban al maestro sueco a la hora de ilustrar las tensiones familiares: y en la muestra de la decadencia humana, física o mental, y ese momento delicado en el que una hermana ayuda a la otra en situaciones extremas -como en Gritos y susurros-. Por no hablar de la cadena espectral de El séptimo sello, cuyo solo recuerdo me produce escalofríos...

Qué buenísimo Lars Von Trier, y qué melancólico es, a veces, el cine.

MELANCHOLIA. D. Lars Von Trier. Kirsten Dunst, Charlotte Gainsbourg, Kiefer Sutherland, John Hurt, Charlotte Rampling, Alexander Skarsgârd, Stellan Skarsgârd. Vista en Cines Verdi, Madrid.

sábado, 19 de noviembre de 2011

DEBERÍAS CONOCER A MI HIJO ESTE FINDE


(Fotogramas de Weekend y You should meet my son!)

Fue gracioso acudir a las sesiones del Lesgaicinemad en el Ateneo porque está claro que la comunidad LGTB madrileña -imagino que en todas partes pasa igual- sigue junta pero no revuelta.. las pelis de chicos atiborradas de gays de todo pelaje y las de chicas de corros de lesbis: no importa que Los Bravos se desgañitaran con aquello de los chicos con las chicas tienen que estar...
Hoy os cuento sobre las otras dos pelis que vi, aparte de las ya mencionadas Ciudad, campo, río y Hermandad.

YOU SHOULD MEET MY SON!: Modernización de Madre Coraje

¡Deberías conocer a mi hijo! fue la película que se llevó el premio del público -al término de cada una, los espectadores puntuábamos del 1 al 10-, y no me extrañó nada, porque desde el principio el film fue acogido con carcajadas y aplausos por parte de casi todo el mundo: una conexión inmediata, pimpante.

Keith Hartman, norteamericano de Alabama, es también debutante en el largo, como los dos autores que comentamos ayer. Es también escritor, especializado en temática LGTB. La historia es no por sencilla menos efectiva: una madre conservadora busca incansablemente una novia para su único y amado hijo. Al descubrir que éste es gay, en lugar de ofuscarse, emprenderá una alocada carrera para refrendar su amor por él y buscar su felicidad en todos los ámbitos. Chisporroteante y entrañable, repleta de divertidísimos gags, está rodada, me pareció, en clave de comedia televisiva. Las actrices que encarnan a la madre y a la tía del susodicho -Joanne McGee y Carol Goans, en plan Carol Burnett- están divinas de la muerte, y muy en clave Morrissey-Warhol o Waters para todos los públicos, sobre todo la entonación y gestualidad de la primera-.



D. Keith Hartman. Joanne McGee, Carol Goans, Stewart Carrico.
Vista en el Ateneo, Festival Lesgaicinemad.




WEEKEND: ¿Lo bueno si breve...?





Segunda película del británico Andrew Haigh -la primera fue Greek Pete, que tiene muy buena pinta-, Weekend se alzó con los dos premios más importantes del jurado del festival: mejor director y mejor película. Se trata de una historia de fin de semana que podría -o no- llegar más allá. Con cierto sabor al En la cama de Matías Bize -y de rebote, a la Habitación en Roma de Julio Medem-, tiene unos diálogos estupendos, casi existenciales, pero nada abstrusos, y el mérito de ir pasando con arte las hojas del álbum de reflexiones cercanas a todos a la hora de plantearnos si vivir o no en pareja. El deseo, la ternura, la desesperación y el hastío en una película que no obstante juega quizá sus principales bazas en la fotogenia desbordante de sus dos protagonistas. Te va a gustar.


D. Andrew Haigh. Tom Cullen, Chris New.
Vista en el Ateneo de Madrid, Festival Lesgaicinemad de Fundación Triángulo.

viernes, 18 de noviembre de 2011

STADT LAND FLUSS (TIERRA, CAMPO, RÍO)




El fin de semana pasado nos zampamos cuatro películas de temática gay en el Lesgaicinemad que organiza la Fundación Triángulo, en este caso en el Ateneo de Madrid. Un festival con solera que nunca defrauda... hoy os voy a hablar de la que quizá me gustó más de las cuatro -Stadt Land Fluss, aunque todas eran buenas-, y de la más controvertida, Broderskab. Me quedé con muchas ganas de ver una película argentina, Ausente, y otra chilena, Mi último round, pero sus pases no coincidieron con mis horarios.

STADT LAND FLUSS: Lo más natural
(Lesgaicinemad)

Debut en el largo de Benjamin Cantu, realizador húngaro afincado en Alemania. La primera parte es casi un documental campestre -por distintas circunstancias he fallado varias veces en mis intentos de ver El árbol de la vida en los cines, pero se me antoja que quizás el tempo de Stadt Land Fluss (Tierra, campo, río) se le asemeje en parte, puede obnubilar o exasperar- y la segunda se centra en la aproximación entre los dos jóvenes héroes de la película. Naturalista -se recrea en los estados del paisaje, del tiempo, me recordó en eso a la última y brillante versión de El amante de Lady Chatterley- e hiper-detallista, compone un mosaico de miradas, gestos y silencios que en algunos momentos es de belleza arrebatadora, y hasta dolorosa -y un poco brokeback-mountain-. Pero no hay drama, todo es lírica, poesía, silencios...el abrazo final es una de las escenas más confortantes del cine de los últimos tiempos. ¿Los chicos? Sensacionales.

D. Benjamin Cantu. Kai Michael Müller, Lukas Steltner. Vista en el Ateneo de Madrid, Festival Lesgaicinemad.


BRODERSKAB: Hermanos en armas

Nicolo Donato es otro debutante en el largometraje, en este caso desde Dinamarca. En Hermandad reflexiona sobre el fenómeno de bandas de estética e ideario nazi que ha brotado de nuevo en Europa -y con especial virulencia en el próspero norte- y sobre las contradicciones, culpabilidades y sufrimientos de dos jóvenes homosexuales inmersos en ese ambiente: la violencia y el odio, servidos en bandeja.
La conexión entre esos dos ámbitos no debería sorprender a nadie: creo que no es sólo cuestión de estética -el mundo gay fetichista adora y reproduce los códigos skin, de tal manera que ya no se sabe quién retroalimenta a quién-; también será que los extremos se tocan, y el culto compulsivo a la virilidad y la fuerza desemboca a veces en estos paraderos, si bien parece que de manera soterrada: su verbalización rompería el hechizo morboso que produce la aceptación y sometimiento a las normas de quien te proscribe. ¿Se puede ser homosexual y racista? Está claro que sí: lo que Donato parece querer decirnos es que lo que resulta más difícil es ser gay y racista a un tiempo, porque esa palabra -que se creó en un contexto político, de lucha- lleva impresa unas connotaciones de aceptación y empatía que no resultan fáciles de ignorar... aunque el protagonista del film lo va a intentar denodadamente.
Una película interesante y nada complaciente.

D. Nicolo Donato. Thure Lindhart, David Dencik.
Vista en el Ateneo de Madrid, Festival Lesgaicinemad.