viernes, 30 de marzo de 2012

RETRATO DE FAMILIA


Hay imágenes que se adhieren a la retina y ahí se quedan, por lo que que denotan y por lo que connotan. De ésta, en concreto, se han cumplido ahora diez años. Liza Minnelli celebraba por todo lo alto su cuarto enlace matrimonial, en esta ocasión con David Gest, un inaudito empresario musical. El matrimonio fue todo lo tumultuoso que cabía esperar, de los cuatro niños que pensaban adoptar nunca más se supo, y al cabo de un año la disolución era definitiva.
Pero mereció la pena: sólo porque podamos hoy disfrutar de esta fotografía, historia ya del siglo XXI, con esos adorables iconos, unidos. Liza, Michael, Liz.

-¿Por qué me dejaste casarme con ese idiota? -dice Liza que dijo a Michael-.

-¡Pensé que te gustaba! Te veías tan feliz, y tu vestido era tan bonito… ¡No lo sé! -dice Liza que contestó Michael-.

¡Esta Liza!

domingo, 25 de marzo de 2012

PORTRAIT OF JOHN WAYNE AS A YOUNG MAN





Hay un momento en que nos damos cuenta de que ser una persona mayor no es una categoría inmanente. De que nuestros padres, por ejemplo, no nacieron así: no es que dudáramos que hubieran sido jóvenes, pero de repente sentimos que de verdad lo fueron; aunque para eso hace falta detenerse, por un momento, en un pliegue del tiempo.
De John Wayne conservamos una misma y repetida imagen. Él estuvo siempre ahí, y cuando empezó el Universo seguro que sabía ya todo: cómo comportarse -aunque le conociéramos vulnerable en algún momento, y sobre todo al final, de The searchers-, cuál era el bando correcto... Este jodido padre -como lo calificó una vez Maruja Torres- era duro de pelar, de una pieza y poco conmiserativo.
Por eso me ha gustado indagar en el pasado y descubrir y mirar a un John juvenil, todavía haciéndose. Ingenuo, ilusionado. Adorable.





JOHN WAYNE AS A YOUNG MAN



jueves, 22 de marzo de 2012

¿VUELVE EL ESPÍRITU CAPRA?


BROTHERS IN ARMS

Tengo ganas de ver Los idus de Marzo porque imagino que Clooney interpreta a un gobernador pringado en asuntos más que turbios... y eso supone el reverso de la medalla de su papel en Los descendientes, donde me recordó absolutamente a James Stewart, que a mi parecer es el actor clásico de Hollywood a quien más se asemeja... George más que el Cary Grant que se ha dicho me parece que es el Stewart de las películas de Capra, por ejemplo el de Mr. Smith goes to Washington -estrenada en España como Caballero sin espada-. El hombre campechano que no renuncia a los ideales sanos y tranquilos de la nueva patria americana, y cuya virilidad e irresistible atracción para las damas no se asienta en la electricidad de los besos de tornillo de Clark Gable o la exudación animal de Marlon Brando, sino en la templanza, el saber estar y ceder en un momento dado. Eso sí, con un toque nihilista impensable en el bueno buenazo y puritano Stewart.

LA CASA DE LA PRADERA

Y es que el cine estadounidense vuelve ahora a los valores de la patria temprana, tan revolcados por el fango durante las últimas décadas. Los descendientes, El árbol de la vida... se impone el retorno a lo natural, a la tierra como vínculo primario, al entendimiento entre padres e hijos a través de la comprensión y el diálogo, denunciando tanto el desarraigo como las imposiciones luteranas que tan bien reflejó el cine nórdico con Dreyer o Bergman. Después de la aventura del imperio, y cuando el declive -que ya anunció anticipadamente el canadiense Denys Arcand en aquella película alphavillera- es evidente, hay que volver a las raíces para que todo pueda seguir teniendo sentido.

VOLVER A EMPEZAR

Y el mensaje tiene que ser de esperanza: habrá luz a la salida del túnel, como la hay para el protagonista de la francesa The artist que el cine USA ha encumbrado. Divo del cine mudo condenado al ostracismo, a la muerte laboral, consigue, de nuevo, levantar cabeza, y reinventar su talento al son de los nuevos tambores -eso debe ser el reciclaje postindustrial-: es el cine en su función primera, la fábrica de ilusiones... Un hombre de mediana edad, como tantos otros que estos días en el mundo avanzado ven peligrar o desaparecer para siempre sus puestos de trabajo... ojalá y que todos ellos tuvieran su perrito, su mayordomo y su amada que los salve de las llamas. Claro que quizá lo tengan, y lo que falte sea el empresario que esté dispuesto a apostar de nuevo por ellos.


ESPLENDOR GEOMÉTRICO.-  Pero si hay una película que me entusiasma de esta nueva hornada que nos ha venido es El árbol de la vida. El interludio estelar y dinosauril me parece de lo mejor que ha dado el cine reciente. ¡Ah, sí! Desde luego. La historia que se narra está muy bien trenzada y es conmovedora en su austeridad, pero lo valioso y arriesgado reside en esos veintitantos minutos que han espantado al público de medio mundo. Sabíamos ya de las veleidades filosóficas de Terrence Malick, pero esta vez lo hemos flipado -y lo digo en el buen sentido-. ¿Cómo explicar el dolor insondable dentro de una historia convencional? ¿A qué acude quien no tiene donde acudir? A lo primigenio y genuino para todos, al misterio que nos une -porque la salvación tiene que ser colectiva-, a ese vértigo cuya sola imaginación constituye un desafío, a lo que fuimos y seremos todos unidos, al cosmos. Y por ahí entroncamos, claro, con la Puerta de las Estrellas y los monolitos kubrickianos de la nunca superada 2001. A veces, para concretar, el cine deviene abstracto.

LAS CHICAS SON GUERRERAS.- Y si parece que ha llegado el momento de que vuelvan los héroes con principios éticos anclados en la filosofía humanista, supermanes de valores para tiempos de crisis, qué podemos decir de las heroínas que se embutieron tiempo ha en el disfraz de mujeres duras. Analicemos los últimos papeles de dos clásicas de los 80, Sigourney Weaver y Jodie Foster. La primera ya no se dedica a cazar alienígenas alienantes -la amenaza difusa del otro para justificar la represión dentro-, sino a desenmascarar criminales y sinvergüenzas que se aprovechan del dolor ajeno para lucrarse -Red lights, del gallego Rodrigo Cortés, aunque en realidad sea cine en la órbita USA-: la mejor escena de la película se produce en el debate televisivo en que ella es acorralada. Sigourney es aquí una luchadora titánica, pero de los valores y las ideas.
Y la segunda interpreta el que es sin duda el personaje de Un dios salvaje en el que más se ceba Roman Polanski -y Yasmina Reza, autora de la pieza original de teatro- para poner de manifiesto lo nocivo de la corrección política que sólo esconde un egoísmo y una estupidez rampantes. Acabar con las falsificaciones para volver a lo que nos une y no a lo que nos separa.

CINE KEYNES.- Quizá el cine Obama añore el espíritu de las películas ejemplarizantes de Frank Capra. Sólo falta que en la política se añoren también las soluciones de Keynes, quien apostó por la recuperación de lo público para salvar a todos del naufragio de la crisis del 29, y acertó. Pero de momento parece que no se vislumbra esa fórmula.

(Pensamientos enlazados sobre las películas The descendants / Los descendientes, de Alexander Payne; Mr. Smith goes to Washington / Caballero sin espada, de Frank Capra; The tree of life / El árbol de la vida, de Terrence Malick; 2001, a space oddisey /2001, una odisea del espacio, de Stanley Kubrick; The artist / El artista, de Michel Hazanavicious; Red lights / Luces rojas, de Rodrigo Cortés y Carnage / Un dios salvaje, de Roman Polanski.)

((Mañana contesto a los comentarios de las últimas entradas; tengo muy poco tiempo estos días, pero los leo con mucho amor..)).

lunes, 19 de marzo de 2012

MARINA


Si ya de por si es un privilegio que una lectura teclee resortes de tu corazón, el poder escribir sobre ello y que además esas líneas lleguen a su autora, es motivo más que suficiente para abordar con alegría la semana.

¡Gracias, Marina!

He llegado a este blog por casualidad y he encontrado tu comentario, que me ha gustado mucho y que te agradezco. Casi no me acordaba de esos cuentos, que tienen muchos años, y me ha alegrado que alguien los "resucite".. Se nota que eres un gran lector. Gracias y un abrazo de Marina

Sobre la colección de relatos El tiburón y el ángel
Su última novela, Deseos

domingo, 18 de marzo de 2012

`FOLLIES´ DE LUJO Y MASSIEL AMASSIELADA



FOLLIES, TE ENCANTARÁ EL MAÑANA...

Un viejo empresario decide darse un último homenaje antes de que su antiguo teatro se convierta en un gran aparcamiento: así, invita a sus estrellas a que interpreten por última vez en directo y en ese escenario sentimental sus canciones emblemáticas. Todos van a intentar sacar lustro a estos últimos momentos, a lo que queda de vida...
Esa es la excusa argumental de Follies, musical de Stephen Sondheim y James Goldman, que se estrenó en 1971 en Broadway -donde actualmente sigue representándose- y que, por primera vez se presenta en España, concretamente en el Teatro Español de Madrid. La función está obteniendo un gran éxito de crítica y de público; el resultado es de verdad brillante.. y es además la despedida de Mario Gas -director de la producción- al frente de este teatro público, donde ha desempeñado una labor magnífica.

ENTRE COCOON Y CARLOS SAURA
Las primeras escenas son muy divertidas, porque nos parece estar asistiendo a una especie de Cocoon del musical, por la veteranía del reparto que se va dando cita en el viejo teatro.. aunque también desde el principio se impone el tono nostálgico y sentimental, ya que la obra es una reflexión sobre el paso del tiempo, las posibilidades que se desecharon, lo que podría haber sido de la vida si no... para representar todo eso aparecen de cuando en cuando las figuras de los actores y actrices de jóvenes, interpretados por supuesto por otros artistas... incluso llega a haber diálogos entre los personajes y su yo de antaño, en un efecto que a mí me recordó mucho a las películas de Carlos Saura, que tanto gustaba de estos juegos de desdoble en el tiempo.

Orquesta, bailarines, coristas, y un impresionante plantel con Vicky Peña, Carlos Hipólito, ambos grandísimos actores de teatro sin experiencia en musicales -cuando le oigo a él no puedo evitar acordarme de la voz de Carlitos adulto en el Cuéntame-, Muntsa Rius y Pep Molina a la cabeza -¡buenísimos!-, y las colaboraciones estelares de Asunción Balaguer -viuda de Francisco Rabal, madre de Teresa; gran actriz, está emocionante- y Massiel. (En el reparto también Mónica López y Teresa Valligrosa, que recordaba de la deliciosa Groucho me enseñó su camiseta, el homenaje que también montara Mario Gas en recuerdo a Manolo Vázquez Montalbán).Y unas pedazo de canciones que me gustaría poder volver a oír y que me dio la impresión de estar bastante bien traducidas; entre ellas, la Losing my mind que años después rescataran los Pet Shop Boys para Liza Minnelli.


FOLLIES, PRESENTACIÓN

En definitiva, un lujo de musical, perfectamente engarzado, íntimo y deslumbrante a un tiempo, nada edulcorado, que os recomiendo vivamente.

MASSIEL, MUCHO MÁS MASSIEL


Y ahí teníamos que llegar, claro. Porque Massiel es parte viva de la historia reciente de España y los fans andábamos muy excitados con este reencuentro profesional -yo llegué al teatro hecho un manojo de nervios-, doce años después de su off-Broadway Falsettos en el Teatro Lara, donde interpretó a una doctora lesbiana en lucha contra el sida.
De alguna manera el personaje al que da vida puede verse como una autoparodia en varios sentidos: el de la cantante superviviente, que ha pasado por muchos altos y bajos; el de la mujer de rompe y rasga o incluso el de la bebedora empedernida, perfil que tanto le sacan a colación y que yo creo que tiene más de leyenda urbana que de realidad.
Lo mejor que puedo decir de ella es que está amassielada, muy leona. Como el disco aquel tan exitoso de Juan Pardo, Juan mucho más Juan, cabría hablar aquí de Massiel mucho más Massiel, lo que no dudo hará las delicias de los todavía numerosos seguidores de la de Leganitos. Aparte de cantar a coro varios temas del musical, en un momento dado se arranca con la versión cañí del I´m still here, Aún sigo aquí -que por cierto interpretó Nacha Guevara en su última gira española-. Una canción que le viene en este momento como anillo al dedo, y que Massiel, consciente, moldea a su estilo. El público recibe bien el mensaje, por lo que podemos decir, como afirmaba ella en el Shangay, que nos hallamos ante un nuevo hito en su carrera.

Tras el dueto hace cinco años con Juan Rivas en Un mundo maravilloso y la inesperada y tumultuosa actuación el año pasado en la sala Razzmatazz de Barcelona -eso sí, en riguroso playback-, cabría esperar que quedara alguien con ilusión y sentido común en el mundo del espectáculo que le propusiera reaparecer en un teatro -o en un garito, qué más da- con su propio repertorio, que lo tiene para cambiarlo cada día de arriba abajo si quisiera. Porque ella sigue en forma.



MÁS FUERTE / MASSIEL EN RAZZMATAZZ BARCELONA, MAYO 2011
Subido por Cexardivo
(Juro que el fan absolutamente enloquecido no era yo, ya quisiera haber ido)
¡VIVA MASSIEL!

Más Follies y más Massiel en:

(Las fotos son de Ros Ribas) (En la noche en que asistimos a la función había una espectadora de excepción: Lina Morgan, del brazo con un compañero del teatro, con chófer y cochazo en la puerta).

miércoles, 14 de marzo de 2012

ME ENCUENTRO CON RIHANNA


He tardado en darme cuenta, porque lo cierto es que nunca le he prestado mucha atención a la cantante barbadense. Pero es que ya van muchas veces: me enciende el ánimo una canción en el gym, miro a la pantalla del vídeo y es ella; tarareo un estribillo que se me ha ido adhiriendo silencioso y comenta mi hermana: "Es Rihanna"; recompongo el puzzle de una melodía que me va y me viene, busco ávido en la red, y es ella de nuevo... she finds love and I find her.

Me encuentro con Rihanna, y me encanta: todas sus canciones me gustan.
De hecho, rebuscando en entradas antiguas, me he dado cuenta de que ya es la tercera vez que esta estrella disco pisa Korador, con lo que se ha ganado a pulso una etiqueta propia.

Como además de algunos de sus colaboradores también me gusta todo -Calvin Harris, David Guetta..-, el goce es ya pleno... así que me apunto públicamente en la lista de seguidores de esta nueva y bellísima Donna Summer. Entre Madonna, Gaga, Britney, Katy, Lana, Beyoncé y compañía ahora mismo, y si tengo que elegir, me quedo con Rihanna.


WE FOUND LOVE / RIHANNA ft CALVIN HARRIS




martes, 13 de marzo de 2012

LO MEJOR DE LAS DOS EVAS


Gracias a los tres premios Goya -director novel, actor secundario, efectos especiales- se reestrenó en la sala Berlanga de Madrid Eva, la ópera prima de Kike Maíllo -quizá  de no haberse prohibido la concesión de este premio a menores de edad hubiera habido una cuarta estatuilla, la correspondiente a la niña Claudia Vega, estupenda-.
Curiosamente esta Eva ha coincidido en cartel con Lo mejor de Eva, sexta película de Mariano Barroso, que llevaba siete años sin rodar un largo; el director barcelonés vuelve a estar en forma tras el resbalón de Hormigas en la boca, que fuera estrenada como su producción más ambiciosa.


Eva es una historia triste y bonita de personas y robots, con homenajes a Blade runner, a 2001, a Frankenstein.. pero muy personal al mismo tiempo. 
Preciosa y melancólica.

LO MEJOR de la película:

-Daniel Brühl nos vuelve a conquistar con su imagen de chico formal y desvalido y Lluís Homar está genial como robot perfecto; Marta Etura y Alberto Ammán completan el buen reparto en el que brilla con luz propia la niña Claudia Vega.

-La impresionante escena en la que el robot que está creando Brühl se rebela contra éste.

-La cinta nos regala además un nuevo video-clip con Space oddity envolviendo todo -todavía reciente el recuerdo del bowie-momentazo de Crazy-.

-El acierto de situar una trama futurista no en un entorno urbano degradado, sino en paisajes bucólicos y campestres, de Suiza y de Huesca.
UNA BELLA ESCENA DE EVA


Lo mejor de Eva nos revela que Mariano Barroso tendrá cuerda en los 2010.
LO MEJOR de la película:
-Sin duda, lo que se da en llamar la química entre los dos protagonistas, que en este caso va en un irresistible crescendo: con Leonor Watling y Miguel Ángel Silvestre saltan chispas.

-El festín que supone para los muchísimos seguidores de ambos esta cinta en la que ella compone mil matices de un personaje ciertamente interesante -y actual- y él demuestra una vez más que no sólo es un animalazo erótico -¡imprescindible el visionado, fans!- sino un actor potente y versátil.

-El reencuentro de Barroso con las tramas que confrontan a sus personajes con dilemas de trasfondo ético que al espectador no dejarán indiferente -Mi hermano del alma, Los lobos de Washington, ...-.

-La música de Arnau Bataller, sutil, inquietante, conmovedora.




Lo mejor de las dos Evas es... verlas.

LO MEJOR DE EVA, UNA ESCENA

Hay pocos actores en nuestro país que puedan hacer creíble un gigoló. En
realidad creo que solo hay uno. Cuando conocí a Miguel Angel, me recibió
con el guión de LO MEJOR DE EVA bajo el brazo, en su casa llena de luz.
Quería atreverse a hacer lo que fuera necesario por el personaje, solamente
porque quería aprender. Para aprender estaba decidido a bucear y aprovechar
lo más difícil: su propio reflejo, la imagen que los demás han construido de
él. Miguel Angel es un actor valiente, impulsivo y compulsivo, apasionado, un
buscador con el nivel de autoexigencia de los grandes. También es un niño
eléctrico y brillante que, queriendo aprender, nos ha enseñado a quererle
.
Mariano Barroso